19 de agosto de 2010 Día Mundial de la Ayuda Humanitaria de 2010

1. 19 de Agosto de 2010
Día Mundial de Ayuda Humanitaria de 2010
Hace 7 años, el 19 de agosto de 2003, un atentado con bomba fue perpetrado contra la
oficina de Naciones Unidas en Irak provocando 22 muertos. Ante esta fecha y desde
entonces, numerosas agencias de ayuda humanitaria están igualmente en peligro. Las
bajas más masivas se registraron este último enero de 2010 después del terremoto de
Haití. La fecha del 19 de agosto se ha mantenido para celebrar un día mundial para el
trabajador humanitario y la causa humanitaria.
Este día mundial de la ayuda humanitaria de 2010 está en parte dedicado a la memoria de todos
ellas y ellos, trabajadores humanitarios, que han perdido su vida intentado llevar ayuda a las
comunidades desamparadas y muchos de ellos provienen de estas mismas comunidades.
A pesar de todo lo que se ha realizado, los retos a los que hacen frente millones de personas en
todo el mundo son edificantes. Las catástrofes naturales y antropológicas infligen inmensos
sufrimientos a millones de personas cada año: golpean muy a menudo a los más pobres, a los
más marginados y a los más vulnerables del planeta. Actualmente hay más de 27 millones de
personas desplazadas y 10 millones de refugiados en el mundo. Una persona de cada seis, en
este planeta, sufre de hambre crónica.
La capacidad de la comunidad humanitaria para responder rápida y eficazmente y de manera
previsible a las crisis naturales o ligadas a la actividad humana ha conseguido una mejora
extraordinaria en estos 20 últimos años. Esto es debido principalmente al esfuerzo de miles de
trabajadores humanitarios que se han volcado para aportar a cualquier víctima la asistencia
salvadora que necesita sea cual sea el lugar del mundo donde se encuentre.
Desgraciadamente, los ataques cuyo blanco son los agentes humanitarios, en gran parte
originarios de los países en los cuales operan, son cada vez más frecuentes y aumenta cada año

2. el número de muertos y de heridos entre la ayuda humanitaria. Estos agentes, sin embargo,
deberían inspirar respeto y ser ayudados en su tarea, en lugar de ser tomados como blancos. En
el futuro que nos espera, será necesaria todavía más ayuda humanitaria. Si los agentes que la
prodigan no tienen libre acceso a los que les necesitan, cientos de miles de beneficiarios no
recibirán la ayuda requerida, ni en cantidad ni en calidad.
En Tierra de hombres, 1.400 personas, de las que 1.200 son empleados nacionales en los
diversos países, se esfuerzan por la salud y la protección de más de un millón de
beneficiarios.