La evolución económica mundial entre 1914 y 1939 se caracterizó por tres eventos clave: 1) la hiperinflación en Alemania tras la Primera Guerra Mundial que hizo que los billetes perdieran todo su valor; 2) la implementación del Plan Dawes para establecer mecanismos de pago de reparaciones de guerra; 3) el aumento de la productividad en Estados Unidos gracias a la electrificación de hogares y el uso de electrodomésticos.