La crisis económica de 1929 comenzó con el desplome de la Bolsa de Valores de Nueva York en octubre de 1929 y provocó una prolongada depresión económica global. La crisis se originó debido a la especulación excesiva, la superproducción y la deuda, y llevó a quiebras bancarias masivas, altos niveles de desempleo en todo el mundo, y el colapso del comercio internacional. Los efectos fueron particularmente graves en Estados Unidos, Alemania y otros países.