3. Diagnóstico en Rehabilitación de Edificios
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INDICE
INDICE...........................................................................................................................................................................3
1. CONCEPTOS BÁSICOS Y DEFINICIONES.............................................................................................................4
1.1 Intervención en la edificación ................................................................................................................................4
1.2 Patología y calidad ................................................................................................................................................7
12 de diciembre de 2007
4. Conceptos básicos y definiciones
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1. CONCEPTOS BÁSICOS Y DEFINICIONES
Considero necesario el análisis de algunos conceptos básicos relacionados con la intervención
en los edificios, ya que ello nos permitirá un planteamiento claro del diagnóstico de los mismos
previo a la intervención. Me refiero, especialmente, al propio concepto de intervención y sus
variantes, así como a los de patología y calidad, y a los conceptos que los enlazan, la
vulnerabilidad y la durabilidad.
1.1 Intervención en la edificación
Entiendo por tal cualquier actuación que afecta a las características técnicas y funcionales de
un edificio construido con el objeto de mejorarlas o adaptarlas a nuevos usos.
Es importante tener en cuenta que el enfoque de dichas intervenciones debe ser
“arquitectónico”, es decir, considerando el edificio globalmente,
Como documento histórico (su posible valor histórico-artístico).
Como conjunto de locales funcionales (su habitabilidad).
Como objeto físico construido (su integridad constructiva).
En cualquier caso debe ir precedido de un diagnóstico completo (global) en sus tres aspectos
(histórico, funcional y constructivo) después de un estudio,
Histórico/artístico, para conocer su valor en este sentido.
Patológico, de todos los procesos lesivos que afectan al edificio.
Sólo a partir de ese diagnóstico se pueden establecer las técnicas de intervención más
adecuadas que permitan, por tanto:
Recuperar la función constructiva de todos sus elementos, reparar.
Recuperar su funcionalidad, rehabilitar.
Recuperar su aspecto y su valor histórico, restaurar.
Para profundizar algo más en esos aspectos, recordemos los significados de esos tres tipos de
intervenciones:
5. Diagnóstico en Rehabilitación de Edificios
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1.1.1. Reparación
Según DRAE,
“Acción o efecto de reparar cosas materiales mal hechas o estropeadas”
En construcción:
Acción o efecto de reparar cosas materiales mal diseñadas, mal construidas o que sufren
alguna lesión o proceso patológico, es decir, cualquier actuación que implique recuperar o
mejorar la integridad constructiva de un edificio o parte de él.
Cabe aclarar el significado de dos términos claves en la labor de diagnóstico, a saber:
Lesión, en general, como “daño, perjuicio o detrimento”, y
Proceso patológico, como conjunto de aspectos relativos a una lesión que, agrupados
secuencialmente, provocan su aparición.
Su estudio en el edificio nos permite entender las lesiones, sus causas, su evolución y sus
efectos (diagnóstico) y facilitan la decisión sobre las técnicas de intervención más adecuadas
para su reparación.
1.1.2. Rehabilitación
Según DRAE,
“Rehabilitar es habilitar de nuevo o restituir una persona o cosa a su antiguo estado”.
Etimológicamente, recuperar una “habilidad”.
En este sentido podemos distinguir dos “habilidades” principales en un edificio:
La habitabilidad de los espacios, como característica más específica de la
Arquitectura.
Los espacios y los volúmenes que los encierran (la obra arquitectónica como
“escultura edilicia”).
6. Conceptos básicos y definiciones
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Y ambas necesitan su recuperación cuando han sufrido detrimento o la habitabilidad ha
quedado obsoleta, o se prevé un cambio de uso que le afecta, a saber:
La primera, como exigencia básica para seguir en uso (funcionalidad).
La segunda, sobre todo, si es un edificio con valor histórico o artístico, para
mantenerlo como documento cultural.
1.1.3. Restauración
Según el ESPASA:
“Reparación, reposición, recobro, restablecimiento de una cosa”.
Más adelante apunta que: “En arquitectura,...restaurar es volver a construir en un edificio
antiguo las partes arruinadas o a punto de arruinarse, en el mismo estilo original”, y especifica
que: “El problema, así concebido, no fue planteado hasta el segundo tercio del siglo XIX, en el
cual, el profundo estudio de los estilos antiguos y medievales permitió a los arquitectos
contemporáneos adueñarse relativamente del espíritu y técnicas de los antiguos”.
En este sentido, pues, la restauración implica, la conservación del estilo (la forma) y de las
técnicas originales.
En definitiva, en los tres tipos de intervención analizados el concepto básico es “recuperar el
estado de algo”. Sin embargo, con vistas a establecer las adecuadas diferencias y matices
entre ellas, considero necesario una definición específica para cada una de ellas que nos
permita aclarar su necesidad y desarrollo en cada caso.
Por ello, tanto por los conceptos implícitos, como por el uso culto más extendido, proponemos
los siguientes significados complementarios, que aclaran su incidencia en la intervención en
edificios:
7. Diagnóstico en Rehabilitación de Edificios
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Reparación, como actuación técnica sobre un elemento dañado, o conjunto de ellos,
para recuperar o mejorar su integridad y su funcionalidad constructiva.
Rehabilitación, como recuperación o modificación de la habitabilidad de un edificio o
parte de él, tenga o no un valor histórico o artístico dado.
Restauración, como recuperación del valor histórico o artístico de un objeto (pintura,
escultura, arquitectura - su aspecto y constitución originales).
Las tres actuaciones deberán ser complementarias en las obras de edificación a intervenir,
sobre todo en las declaradas como monumentos histórico-artísticos, lo que implica que los
estudios previos al diagnóstico deberán aportar los datos necesarios para poder llevar a cabo
esas actividades con el adecuado conocimiento de causa.
1.2 Patología y calidad
Para entender adecuadamente los estudios patológicos previos al diagnóstico de los edificios,
resulta básico analizar los conceptos de patología y de calidad constructiva de los elementos.
Veamos.
1.2.1. Patología
La palabra patología, proveniente del mundo de la medicina, se ha puesto “de moda” en el
ámbito de la edificación y su intervención, por lo que corre el peligro de un uso erróneo como
de hecho se está dando en muchos casos, incluso en publicaciones, y últimamente en el propio
mundo médico. Por ello me parece adecuado hacer una breve aclaración sobre su significado,
proveniente de su etimología, que nos puede ayudar a un correcto uso del término.
En efecto, etimológicamente patología deriva de dos palabras griegas, “pathos” (enfermedad) y
“logos” (estudio) es decir, la ciencia que estudia las enfermedades.
En nuestro caso, podríamos entenderlo como la ciencia que estudia los problemas
constructivos que aparecen en los edificios después de su ejecución.
8. Conceptos básicos y definiciones
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Ampliando al máximo el abanico de esa etimología y aprovechando las distintas acepciones
que da el DRAE, podríamos establecer dos opciones para su significado:
Patología como estudio de las lesiones de un edificio, y
Patología como conjunto de las mismas lesiones.
Sin embargo, ¡nunca patología como una de esas lesiones!
1.2.2. Calidad
Tanto los estudios patológicos como las propias intervenciones en los edificios tienen como
centro la calidad; falta de calidad en los elementos constructivos lesionados como
consecuencia de su vulnerabilidad, y calidad duradera en los elementos constructivos
intervenidos, es decir, durabilidad de los mismos. Por ello resulta importante definir claramente
lo que entendemos por calidad constructiva, así como el significado de los diferentes términos
relacionados con ella, especialmente la vulnerabilidad y la durabilidad.
Entendemos por calidad objetiva, el conjunto de características de un producto determinado,
teniendo en cuenta que consideramos dos tipos de características:
Fisicoquímicas que condicionan su comportamiento ante las acciones externas, y
Geométricas (diseño geométrico y detalles constructivos) que condicionan el
comportamiento ante las acciones mecánicas y físicas.
Partimos de la base de que la definición de la calidad de un producto constructivo en un
edificio:
Persigue una determinada durabilidad para mantener su funcionalidad constructiva
sin alteración durante su vida útil, mientras está expuesto a las acciones externas
previsibles, y
Puede establecerse en función de su vulnerabilidad por el riesgo de sufrir procesos
patológicos que implican deterioro y pérdida de funcionalidad.
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En este sentido cabe definir ambos términos de la siguiente manera:
Durabilidad como capacidad de un elemento constructivo de mantener sus
características fisicoquímicas sin alterar durante su vida útil, mientras está expuesto a
las acciones externas previsibles, al menos para asegurar su correcta funcionalidad
constructiva. Depende de su vulnerabilidad, de la calidad del elemento y de su
mantenimiento, incluidas las tolerancias admisibles de las exigencias funcionales. Es
consecuencia de FC y de AE.
Vulnerabilidad como conjunto de debilidades (procesos patológicos posibles) que
presenta un elemento constructivo al quedar expuesto a las acciones exteriores
previsibles durante su vida útil. Depende de su calidad (sus características
fisicoquímicas, así como su solución constructiva). Puede considerarse la inversa de
la durabilidad. Es consecuencia también de FC y de AE.
A su vez, y como veremos más adelante, los procesos patológicos que expresan la
vulnerabilidad pueden agruparse en:
Físicos (humedades, ensuciamiento, erosión atmosférica, etc.).
Mecánicos (deformaciones, roturas, desprendimientos, desgaste, etc.).
Químicos (eflorescencias, presencia y ataque de organismos, oxidación y corrosión,
alteración superficial, etc.).
Como se ha mencionado, ambas dependen, a su vez, de:
La función constructiva (FC) del elemento en el edificio (condiciona las exigencias de
comportamiento).
Las acciones externas (AE) que actúan sobre el elemento constructivo (que pueden
provocar el inicio de los procesos patológicos y, por tanto, la manifestación de su
vulnerabilidad).
10. Conceptos básicos y definiciones
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Cabe realizar un breve análisis de ambos conceptos:
Funcionalidad constructiva como conjunto de “misiones” constructivas que se le
encargan al elemento o producto. La podemos definir a través de la conocida “Triada
Vitrubiana”:
o Firmitas (estabilidad estructural) para los elementos resistentes y necesarios
para la estabilidad del edificio en sus distintas variantes:
transmisión de todas las cargas que se generan en el edificio hasta el
terreno, así como su contención (cimentaciones).
soporte de cargas y sobrecargas con un nivel de seguridad adecuado,
incluso con limitación de las deformaciones elásticas (estructura
portante).
estabilidad y seguridad de cerramientos y acabados, evitando posibles
deformaciones o desprendimientos (estructuras auxiliares).
o Utilitas (habitabilidad) que afecta a todos los elementos relacionados con la
función de la arquitectura como cobijo de actividades y personas, es decir:
definición y protección de espacios habitables, tanto desde el punto de
vista físico, protegiendo de las inclemencias meteorológicas, de los
intrusos, del fuego, etc., como desde el aislamiento térmico y acústico,
manteniendo, sin embargo, las posibilidades de comunicación con el
exterior por medio de la visión a través, posibilidades de acceso y salida,
etc. (cerramientos de cubiertas, de fachada y de tabiquería para
distribución interior).
definición de las características de los materiales para el acabado interior
de los espacios habitables, tanto para su correcto uso, como para un
adecuado confort lumínico y acústico (acabados interiores).
confort de los espacios habitables mediante el uso complementario de
sistemas electromecánicos para asegurar temperatura, humedad y
ventilación adecuadas, así como todo tipo de servicios para la adecuada
habitabilidad del edificio (sistemas de acondicionamiento y servicios).
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o Venustas (estética) que recoge todos aquellos elementos relacionados con la
estética del edificio y cada una de sus unidades y elementos, es decir:
formas, composición, siluetas, texturas y colores en exteriores (cubiertas,
fachadas y acabados exteriores).
espacios, formas, composición, texturas y colores en interiores
(acabados interiores de suelos, paredes y techos).
o Acciones externas como todas aquellas que se puedan suponer actuando sobre
el edificio y sus elementos a lo largo de su vida útil. Son básicas para entender y
definir la funcionalidad constructiva de las unidades y elementos, así como su
durabilidad. Las podemos agrupar en tres conjuntos:
Acciones mecánicas, las que supongan la aparición de una fuerza en
un momento determinado:
Estructurales (cargas y sobrecargas); entre ellas podemos incluir:
o Peso propio de todos los elementos componentes (con
cargas).
o Empujes provocados por el terreno o posibles materiales
sueltos.
o Sobrecargas de uso debidas a la habitabilidad específica
de cada edificio (personas, muebles, almacén, vehículos,
agua, nieve, etc.).
o Viento (presión y succión) que afecta tanto a la estructura
principal del edificio como a cualquiera de sus elementos
de cerramiento y acabados exteriores.
o Cargas térmica y de humedad (dilatación, contracción)
que afectan asimismo a todos los elementos del edificio,
tanto a los estructurales como a los de cerramiento y
acabado, con mayor intensidad cuanto más expuestos a
los agentes meteorológicos esté el elemento en cuestión.
12. Conceptos básicos y definiciones
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o Cargas reológicas (retracción, histéresis, fatiga) que
también afectan a todos los elementos y unidades, aunque
de modo especial a los estructurales.
Constructivas; las que son consecuencia de las soluciones
constructivas empleadas y la interacción que, por ellas, se genera
entre los distintos elementos. Las más destacadas son:
o cuelgue, normalmente de elementos de cerramiento con
respecto a la estructura, o de los acabados con respecto a
los cerramientos a los que se sujetan, con posible tracción
y esfuerzo cortante o rasantes.
o apoyo, de unos elementos estructurales sobre otros, o de
cerramientos de cubierta sobre elementos estructurales, o
de elementos de acabado sobre los de cerramiento, etc.,
con generación de cargas puntuales, o de pandeos y
alabeos o, incluso, de torsiones.
o empotramientos, generalmente de elementos estructurales
entre sí, con aparición de momentos, que generan
esfuerzos de tracción, compresión y cortantes.
De utilización; Las debidas a la propia habitabilidad del edificio, a
partir de las actividades y los usuarios. Las más importantes:
o impactos, debidos sobre todo a actividades industriales,
afectando a los elementos de acabado interiores y
exteriores, especialmente los pavimentos y las partes
bajas de las paredes.
o rozamiento, con desgaste general e incisiones, debido a
cualquier tipo de actividad, más intensos en edificios de
uso público con gran tráfico, y afectando también a
pavimentos y zonas bajas de paredes.
13. Diagnóstico en Rehabilitación de Edificios
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Acciones físicas, todas aquellas acciones que puedan afectar a los
elementos constructivos y a sus características físicas, y para las que el
edificio ofrece cobijo, como son:
Meteorológicas, debidas a los agentes atmosféricos:
o lluvia, que puede provocar fenómenos de capilaridad,
filtración y entumecimiento, en general, con posibles
pérdidas de características mecánicas y variaciones
dimensionales,
o temperatura, tanto los cambios de la misma a lo largo de
ciclos anuales o diarios, que provoca variaciones
dimensionales, como las extremas, que pueden alterar las
características mecánicas de los elementos constructivos,
reduciendo su durabilidad,
o sol, que puede provocar calentamientos locales, además
de deslumbramientos a los usuarios,
o viento, que se puede aprovechar para la aireación de los
locales habitados.
De uso, debidas a las actividades humanas en el edificio y el
entorno:
o ruido, debido a las distintas actividades interiores y
exteriores, que condiciona el aislamiento de los
cerramientos, así como la reverberación y la reflexión de
los acabados interiores.
Acciones químicas, o conjunto de acciones que provocan alteraciones
químicas en los elementos constructivos, normalmente con degradación
de sus características de calidad. Las más importantes son:
Organismos, pertenecientes al entorno en el que se sitúa el
edificio, y que pueden afectar a sus elementos y unidades, bien
por simple asentamiento en los mismos, o por ataque directo. Por
sus acciones, distinguimos entre:
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o animales, desde los insectos, especialmente los xilófagos,
que atacan a los elementos leñosos, hasta los domésticos
y de granja, de mayor porte, que pueden provocar erosión
en cerramientos y acabados, pasando por las aves y
roedores, que también pueden provocar efectos de
erosión, o de ataques químicos debidos a sus
excrementos.
o plantas, con acciones puntuales de árboles próximos a
cerramientos de fachada, que con sus raíces pueden
provocar grietas y fisuras en las mismas, o gramíneas y
musgos en cerramientos y acabados exteriores, que
facilitan la concentración y filtración de humedades en los
mismos.
o hongos, que en elementos leñosos provocan su pudrición,
y sobre cerramientos y acabados exteriores (mohos y
líquenes) facilitan concentraciones de humedad y
presencia de ácidos que pueden afectar a elementos
pétreos.
Actividades del hombre, como parte de sus actividades en el edificio o
en su entorno, que provocan acciones químicas sobre las unidades y
elementos constructivos:
contaminación del aire y del agua, producida normalmente por
coches, calefacciones, fábricas, humo, etc., que puede provocar
alteraciones en los materiales, especialmente los pétreos.
fuego, normalmente por accidente o por actividades industriales,
que afecta a la integridad de los elementos constructivos,
especialmente a su resistencia.
gases y ácidos en interiores, principalmente en actividades
industriales, que afectan también a la integridad de los materiales.
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Agentes naturales, del entorno del edificio, que provocan alteraciones
químicas a sus elementos, especialmente:
humedad, relativa del ambiente o producida por el uso del edificio,
que puede provocar la corrosión de los elementos metálicos o
eflorescencias en elementos de cerramiento.
rayos ultravioletas, provenientes de la radiación solar, que
provocan la rigidización de resinas sintéticas, la alteración de las
maderas, etc.
Todo lo anterior puede resumirse en la siguiente tabla:
Vulnerabilidad/Durabilidad
FUNCIÓNALIDAD CONSTRUCTIVA
Firmitas (estabilidad
estructural)
Transmisión de cargas
hasta el terreno
(cimentaciones)
Soporte de cargas y
sobrecargas
(estructura portante)
Estabilidad de cerramientos y
acabados, (estructuras
auxiliares)
Utilitas
(habitabilidad)
Definición y protección
de espacios habitables
(cubiertas, fachadas y
tabiquería)
Características de los
materiales para el
acabado interior
(acabados interiores)
Confort de los espacios
habitables mediante sistemas
electromecánicos (sistemas de
acondicionamiento y servicios)
Venustas (estética)
Formas, composición,
siluetas, texturas y colores
exteriores (cubiertas,
fachadas y acabados
exteriores)
Espacios, formas, composición, texturas y
colores en interiores (acabados interiores de
suelos, paredes y techos)
16. Conceptos básicos y definiciones
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ACCIONES EXTERNAS
Mecánicas
Estructurales
peso
propio
empujes
sobrecargas
de uso
viento
cargas
higrotérmicas
cargas
reológicas
Constructivas cuelgue apoyo empotramiento
De utilización impactos rozamiento
Físicas
Meteorológicas lluvia temperatura sol viento
De uso ruido y reverberación
Químicas
Organismos animales plantas hongos
Actividad del
hombre
contaminación fuego gases y ácidos en interiores
Agentes
naturales
humedad rayos ultravioletas
