El documento resume un sermón dado en una prisión el segundo domingo de Pascua. El sermón enfatiza la importancia de la fe pascual y la misericordia de Dios, y cómo la comunidad cristiana debe apoyarse mutuamente y ser compasiva como Jesús. El sermón también analiza las lecturas bíblicas del día, incluido el relato de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos y a Tomás.
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SEGUNDO DOMINGO
DE PASCUA (15 de abril de 2012)
DOMINGO DE LA MISERICORDIA
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos estamos viviendo la Pascua desde hace una semana. Ha
llegado la gran fiesta para la Iglesia y para los cristianos. Este es
un tiempo en el que toda la comunidad cristiana se reconoce a sí
misma como misterio de comunión fraternal realizado por el
Espíritu. Es una comunidad que se siente salvada, regenerada,
renovada, capaz de ser enviada, saliendo al mundo para ofrecer el
evangelio desde la alegría profunda y la transformación total.
Compartamos, hermanos, hoy la eucaristía pidiendo al Señor que
nos ayude a sentirnos resucitados, vivos, hombres y mujeres
nuevos con ganas de superar barreras, esclavitudes, sepulcros
(cárceles), que nos encierran y nos llenan de miedos y de angustias. Hoy, además, en este
Domingo, celebramos la fiesta de la Divina Misericordia. Misericordia es lo que cada uno de
nosotros estamos necesitando de nuestro Padre Dios y de nuestro redentor Jesucristo. Pero
también es lo que necesitan todas las personas que nos rodean, especialmente aquí en la cárcel.
Seamos, pues compasivos y misericordiosos como lo es Jesús con nosotros.
Comencemos esta eucaristía llenos de fe y de esperanza en Jesús resucitado.
2. ACTO PENITENCIAL
• Señor Jesús, tú viniste para eliminar nuestros pecados y todavía hoy nos brindas la paz de
tu perdón.
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
• Tú que has vivido nuestra vida, tan pobre y penosa, pero la transformas y prolongas en un
futuro de esperanza y libertad:
R/. Cristo, ten piedad de nosotros.
• Señor Jesús, tú has resucitado y vives para siempre y nos haces resucitar contigo, Señor y
Dios nuestro:
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
3. ORACIÓN DEL SACERDOTE
Señor Dios nuestro, Padre lleno de amor:
Nosotros no hemos visto a tu Hijo Resucitado,
ni hemos metido nuestras manos en su costado,
pero creemos que él es nuestro Señor.
Que esta fe nos una en amor
y nos haga responsables
de cualquiera que esté necesitado entre nosotros.
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Que desbordemos en misericordia y compasión
hacia aquellos hermanos nuestros que se sienten
más desgraciados y marginados.
Que seamos realmente transmisores
de amor para tener “una misma alma y un mismo corazón”,
creyendo, esperando, compartiendo,
partiendo el pan unos con otros con alegría,
y alabándote a ti, Dios nuestro,
por medio de Jesucristo nuestro Señor
4. DIOS NOS HABLA POR SU PALABRA
PRIMERA LECTURA
Comentario
La primera lectura nos narra la vida en común de los cristianos de la primitiva Iglesia de Jerusalén.
Todos pensaban y sentían lo mismo. Y reunían los bienes y las posesiones de todos como un
patrimonio común. La resurrección del Señor les había unido con un vínculo muy fuerte y lleno de
esperanza. ¡Qué lastima que nosotros hoy no sigamos así.
LECTURA DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4, 32-35
En el grupo de los creyentes, todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y
nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenían. Los apóstoles daban testimonio de la
resurrección del Señor con mucho valor.
Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían
tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego, se
distribuía según lo que necesitaba cada uno.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL (SALMO 117)
R.- DAD GRACIAS AL SEÑOR PORQUE ES BUENO, PORQUE ES ETERNA SU
MISERICORDIA.
Diga la casa de Israel: para contar las hazañas del Señor.
eterna es su misericordia. Me castigo, me castigo el Señor,
Diga la casa de Aarón: pero no me entregó a la muerte. R.-
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor: La piedra que desecharon los arquitectos,
eterna es su misericordia. R.- es ahora la piedra angular.
Es el señor quien lo ha hecho,
La diestra del señor es poderosa, ha sido un milagro patente.
la diestra del Señor es excelsa. Este es el día que actuó el Señor:
No he de morir, viviré sea nuestra alegría y nuestro gozo. R.-
SEGUNDA LECTURA
Comentario
La segunda lectura del Apóstol San Juan nos explica que quien ha nacido de Dios vence al mundo.
Y creer en Jesús como Mesías, es lo que nos hace Hijos predilectos de Dios. El auténtico amor a
Dios se demuestra cumpliendo sus mandamientos. Como dice el refrán castellano: “Obras son
amores, y no buenas razones”.
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN 5, 1-6
Queridos hermanos:
Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama a Aquel que da el
ser, ama también al que ha nacido de Él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si
amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
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Pues en esto consiste el amor a Dios: que guardamos sus mandamientos. Y sus mandamientos
no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo.
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo,
sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es el que vino con agua y con sangre:
Jesucristo. No solo con agua, sino con agua y con sangre: y el Espíritu es quien da testimonio,
porque el espíritu es la verdad.
Palabra de Dios
EVANGELIO
Comentario
El Evangelio de San Juan nos narra la aparición de Jesús a los discípulos en el Cenáculo, el mismo
“primer día de la semana”, el Domingo de Resurrección. Pero Tomás no estaba y no cree que el
Señor se haya presentado. Ocho días después se aparece otra vez, estando ya allí el apóstol
Tomás. Su desconfianza se transformó en fe inquebrantable que se expresa en esa oración de
“Señor Mío y Dios Mío” que tanto han repetido desde entonces millones y millones de cristianos.
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 19- 31
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las
puertas cerradas, por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a
vosotros. Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría
al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío
yo. Y dicho esto exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les
perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros
discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal
de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no
lo creo.
A los ocho días estaban otra vez dentro los discípulos y
Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas,
se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a
Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y
métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás: ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo:
¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin
haber visto.
Muchos otros signos que no están escritos en este libro hizo
Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para
que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para
que, creyendo, tengáis vida en su Nombre.
Palabra del Señor
Reflexión
Las lecturas de hoy nos hablan del poder transformador de la fe pascual. El evangelio nos
recuerda que esa fe es capaz de hacer que el grupo de los discípulos, cerrado sobre si mismo, se
transforme, por la fuerza del Espíritu, en una comunidad misionera.
En el relato evangélico de hoy se distinguen claramente dos escenas. La primera sucede el mismo
día de la Pascua y narra la aparición de Jesús Resucitado a un grupo de discípulos. La segunda
escena tiene lugar al domingos siguiente y narra la aparición a Tomás, que no ha participado de la
misma experiencia que el resto del grupo. Tampoco hace caso del testimonio de sus compañeros y
exige pruebas palpables de que el Señor está vivo. De modo significativo, el relato insiste en que
“no estaba con ellos cuando se pareció Jesús”. De este modo el evangelista indica la importancia
de la comunidad como lugar privilegiado para vivir la experiencia pascual. Para Tomás, esta se
produce cuando se reintegra a la misma y desemboca en una auténtica confesión de fe: “Señor
mío y Dios mío”. En Tomas vemos reflejadas las dificultades que tenemos para creer.
Preguntémonos ¿Cuáles son hoy nuestra dudas de fe y como las superamos desde la prisión?
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La fe pascual tiene un poder transformador gigantesco. El pasaje evangélico lo muestra cuando
propone como misioneros a unos discípulos que, antes de recibir el Espíritu, permanecen
encerrados por miedo. Sólo el encuentro con el Resucitado y la fe en él les hacen llenarse de
alegría, acoger su mandato y proclamar “Hemos visto al Señor”. Tan grande es el cambio que
realiza en nosotros la fe pascual en Cristo resucitado que es experiencia transformadora se vive en
comunidad.
Aunque los tiempos históricos han cambiado, la fuerza transformadora de la fe pascual se
mantiene. Pidamos que el Resucitado nos libre de nuestros miedos y nos comunique de nuevo su
Espíritu para poder ser testigos valientes.
5. ORACIÓN FINAL
“QUE TU MISERICORDIA, SEÑOR, VENGA SOBRE NOSOTROS” (SALMO 32)
¡Misericordia! Tu misericordia,
Es justo la palabra un diluvio de gracia.
que expresa lo que el hombre necesita: Necesitamos, Señor, tu misericordia,
misericordia, para ser misericordiosos,
un poco tan solo de misericordia. sensibles, compasivos, solidarios,
para sentirnos débiles, receptivos,
Los hombres hemos construido un mundo para que no nos miremos odiosos,
a nuestra medida, ni nos retemos prepotentes,
un mundo fascinante, pero doliente, ni rivalicemos con envidia.
inmisericorde.
Sólo un poco de misericordia,
Necesitamos tu misericordia, Señor. para preferir a los pequeños,
Tu misericordia para jugar con los niños y los viejos,
que engrase nuestras máquinas, para enjugar todas las lágrimas,
que inutilice nuestras armas, para romper todos los yugos,
que encienda nuestras lámparas. para estar con los que pierden.
Tu misericordia El día en que tu misericordia
que ilumine las miradas, llene la tierra, te diremos exultantes:
que abra nuestras palmas, “Padre, ya ha llegado a nosotros
que nos hagamos espaldas. tu Reino”.
TU, SEÑOR, ERES MI ALEGRIA
Cuando comparto y doy algo de mí Porque manifiesto que soy cristiano
Cuando busco el bien de los demás Porque soy feliz de ser tu amigo
Cuando procuro buscar la reconciliación Porque soy lo que soy…
TU, SEÑOR, ERES MI ALEGRIA gracias a Ti, Señor.
Si lucho contra el mal y la mentira Yo creo, espero, vivo
Si te busco en el buen obrar y camino en Ti y por Ti, Señor
Si trabajo por las pequeñas cosas de cada día Amén
TU, SEÑOR, ERES MI ALEGRIA
Si ofrezco y recibo la paz
Si doy lo tengo de bueno
Si me pongo de tu parte en el mundo
Si soy persona con esperanza
Si cuido la bondad de mi corazón
TU, SEÑOR, ERES MI ALEGRIA
Porque no tengo miedo al qué dirán