Este documento habla sobre la mansedumbre como un fruto del Espíritu. Explica que la mansedumbre es una actitud humilde hacia Dios y amable hacia los demás. Discute por qué es importante practicar la mansedumbre para recibir la Palabra de Dios, testificar a otros y glorificar a Dios. También describe cómo practicar la mansedumbre a través de ser pacificador, perdonador, restaurador y amable.