El documento analiza diferentes aspectos de los sucesos de mayo de 1810 en Argentina. 1) No existía una identidad nacional argentina en ese momento, sino identidades regionales y como súbditos del Imperio Español. 2) El objetivo inicial no era la independencia política sino establecer un gobierno provisional ante la ausencia del rey de España. 3) No hubo una revolución social sino un cambio gradual del orden colonial. 4) La participación en el proceso estuvo restringida a una élite criolla y no involucró a la mayoría de la p
Contenido para ser trabajado en educación media (secundaria), presenta diversas visiones sobre el proceso de independencia de Chile para ser trabajado grupalmente en clases
Trabajo realizado en la capacitación de manejo de las Tic´s y uso de las netbook que entregó el gobierno de Cristina Fernandez. año 2011.
Autor: David Ibañez, Eugenia Sanchez y Geraldine ibañez Sanchez.
3. Las investigaciones más recientes han
demostrado que las naciones latinoamericanas y la
Argentina entre ellas, no existían como tales hacia
1810.
En los años de la emancipación las formas de
pertenencia de la población se ligaban, por un lado, a la
comarca o región de nacimiento y ,por otro, al hecho de
formar parte del Imperio Español.
Más que “argentinos”, los hombres y mujeres
que actuaron en 1810 se definían como
cordobeses, altoperuanos, o rioplatenses, y a la vez
como españoles-americanos es decir como súbditos
americanos del monarca español.
4. El uso de la palabra
“argentina” para referirse a
los connacionales sólo se
generalizaría mucho más
tarde, y sobre todo avanzada
la segunda mitad del siglo
XIX.
Hasta entonces
constituía sólo una expresión
literaria de alcance
restringido, o que hacía
referencia expresamente al
gentilicio de los habitantes de
la ciudad de Buenos Aires.
6. Resulta cuestionable la
afirmación de que los hombres
públicos de 1810 estuvieran totalmente
consustanciados con la idea de la
independencia desde el inicio mismo
del proceso de la emancipación.
No debemos perder de vista
que tal proceso se precipitó por eventos
externos al escenario americano, y
sobre los cuáles no existían
antecedentes.
En efecto, la invasión del
ejército de Napoleón Bonaparte a la
Península Ibérica, la captura del rey
de España y del príncipe heredero en
1808 fueron los sucesos que
“descabezaron” al Imperio
Español, generando un inédito vacío
de poder.
7. En ese esquema primó un concepto
instalado en el pensamiento político de la
época, la “retroversión del poder a los
pueblos”, por el cual frente a la acefalía del
gobierno, cada ciudad tenía el derecho a
designar sus propias formas de administración
manteniendo la fidelidad a la dinastía reinante
hasta la normalización de la situación política.
Así fue que en un lapso de apenas seis
meses surgieron formas de autogobierno en
ciudades como Caracas (19 de abril), Buenos
Aires (25 de Mayo), Bogotá (6 de
Julio), Dolores (16 de Setiembre), y Santiago
de Chile (18 de Setiembre). Todas estas juntas
se proclamaron no como gobiernos
independientes, sino como instituciones que
mantenían la fidelidad al monarca cautivo y
actuaban en su nombre.
8. De este modo, la denominada Primera Junta de Gobierno de
Buenos Aires, constituida el 25 de mayo de 1810 se definía como
un “gobierno provisional en resguardo de los derechos de
Fernando VII”, y estaba integrada tanto por
militares, intelectuales y propietarios miembros de la elite criolla
como por comerciantes españoles.
Si bien en esta junta existían tendencias
independentistas, que planteaban la necesidad de una mayor
autonomía (como la que encarnaba el abogado Mariano Moreno)
estas eran minoritarias y no llegaron a expresarse con fuerza hasta
tiempo más tarde.
10. Se ha discutido el uso del concepto “Revolución” para
referirse a los eventos de mayo de 1810.
Si bien se ha generalizado el uso de la palabra
“Revolución” para referirse a los sucesos que se iniciaron
en mayo de 1810, en los términos analíticos propios de las
Ciencias Sociales, una Revolución supone una aceleración
de la historia, un cambio abrupto y violento del orden
social, político, económico y cultural, cosa que no se
evidencia en tal magnitud en los primeros momentos de
nuestra historia.
11. En este sentido es claro que durante muchos años
continuaron funcionando junto a los gobiernos centrales en
Buenos Aires instituciones propias del orden colonial, como
las audiencias o los cabildos.
Además, se mantuvieron gran parte de las barreras
sociales detrás del privilegio de las elites criollas, en una
secuencia que indica un cambio paulatino más que un corte
taxativo con el pasado inmediato.
13. Otra cuestión muy controvertida en relación con los
acontecimientos de mayo de 1810 es aquella que se refiere a
la participación popular en las decisiones de la época.
No debemos perder de vista que la sociedad de
entonces era una sociedad de castas, es decir una sociedad
con rígidas diferencias y discriminaciones legalizadas, en
donde a cada grupo le estaban reservados lugares
establecidos de acuerdo al nacimiento.
14. En este sentido, las sociedades hispanoamericanas, no
constituían sociedades democráticas e igualitarias, y sólo
podían acceder a la discusión política en las instituciones
coloniales –tales como el cabildo- los “vecinos” de la ciudad.
Se denominaba así a aquellos individuos varones
blancos, afincados con propiedad en el ejido urbano y
miembros de familias reconocidas.
Así, en el “Cabildo abierto” del 22 de mayo de 1810
participaron en Buenos Aires sólo 250 personas, sobre un total
de casi 400 invitados, cifra que representaba casi el 1% del
total de la población de la ciudad en ese fecha.
16. El uso de los colores celeste y blanco en 1810
constituye un aspecto poco claro dado que suele entenderse
que la aceptación de estos colores representaba la existencia
plena de la nacionalidad argentina y de sentimientos patrios.
En realidad los historiadores han sostenido que los
símbolos que se utilizaron entonces, dentro de los que
estaban las cintas o divisas con los colores celeste y
blanco, constituían una referencia a la vinculación con la
casa real de los Borbones y a Fernando VII rey cautivo de
los franceses.
17. Sólo más tarde, y al precipitarse el conflicto con las
autoridades virreinales –como por ejemplo con las del Perú-
que no reconocían la legitimidad de las tendencias
juntistas, hubo necesidad de crear divisas y símbolos propios
para diferenciar los ejércitos en lucha de lo que por
entonces era una “guerra civil” interna al Imperio Español
y causa principal de su disgregación.
20. .
En 1910 la Argentina estaba en el comienzo de un
proceso de expansión, que con sus más y sus menos, se
prolongó hasta aproximadamente la década de 1970.
Por entonces el país estaba situado en el sexto
lugar en el ranking de la economía mundial y se
suponía se iba a convertir en una de las potencias del
siglo XX que recién se iniciaba
21. El Estado Argentino poseía la capacidad de
imprimir un rumbo definido a la sociedad.
Esta última poseía una gran capacidad de
integración: primero fueron los inmigrantes europeos
y finalmente los de los países limítrofes, quienes
llegaron aquí en la búsqueda de mejores condiciones
de vida.
22. Así, se fue configurando una sociedad
extremadamente móvil, en la que habitualmente los
hijos estuvieron mejor que los padres, ya sea en
educación, en posición social o en ingresos.
Sin embargo, la Argentina del Centenario estaba
atravesada por problemas relevantes tales como la
desigual distribución de la riqueza, la falta de leyes
para la integración social de los trabajadores y la
escasa vocación democrática del régimen
conservador en el gobierno.
23. Pese al clima de profundo conflicto social, con
huelgas en distintos puntos del país y la sanción de la
Ley de Defensa Social de claro contenido represivo, el
Centenario se festejó oficialmente en un clima de
marcado optimismo por el presente y futuro del país.
En este marco se realizaron ambiciosos festejos
con recepciones de gala, ferias
internacionales, funciones teatrales
extraordinarias, marchas civiles, desfiles militares e
inauguración de edificios y monumentos.
24. ¿Qué presente atraviesa nuestro
país? ¿Cuáles son nuestras
expectativas sobre el futuro de la
nación?
25. Nuestro país ha atravesado, a lo largo del siglo XX,
graves problemas que lo han alejado de las
expectativas vigentes tanto en 1810 como en 1910.
Las dictaduras y las interrupciones al orden
constitucional, las crisis económicas, el acendrado
individualismo, el empobrecimiento social y el
debilitamiento de las instituciones republicanas fueron
algunos de esos problemas.
26. A 100 años del Centenario podemos hacer un
balance del siglo transcurrido desde 1910.
El retroceso de la educación como misión
fundamental para la construcción de nación, la
necesidad de recuperar el imperio de la ley y su
acatamiento estricto por los ciudadanos y la presencia
permanente de la corrupción en el Estado son algunos
de los puntos negativos.
27. Sin embargo, como punto positivo podemos
destacar que, a pesar de las crisis recurrentes, los
argentinos creemos firmemente en el valor de la
democracia.
Junto con este logro tan duramente conquistado
se encuentra el fortalecimiento de la sociedad civil y la
influencia de la opinión pública, cuyo papel será
decisivo en los años por venir.
28. Actualmente, y más allá de las
conmemoraciones, debemos asumir el desafío de
construir un país mejor, con mayor inclusión
social, mas respeto por las normas constitucionales y
democráticas, un compromiso ciudadano más
importante y una más definida solidaridad social. El
futuro depende de cada uno de nosotros…