María de Villota fue la primera piloto automovilística española. En 2012 sufrió un grave accidente durante un entrenamiento en el que colisionó contra un tráiler y perdió su ojo derecho, lo que le impidió continuar compitiendo. Falleció en 2013 a causa de las lesiones del accidente. Logró varios hitos como ser subcampeona de España en monoplazas y la primera mujer española en participar en la Fórmula 1.