1. A la niñez de Juárez.
Honorables Miembros del Jurado Calificador, compañeros de la palabra,
compañeros estudiantes, amigos todos.
Hoy tengo el honor de dirigirme a ustedes, para poder hablar del hombre que llegó
a ser conocido como el “Benemérito de las Américas”; de Benito Juárez
compañeros. De aquel hombre que dijo las palabras que muchos recordamos y
que dicen: que “entre los hombres como entre las naciones, el respeto al derecho
ajeno, es la paz”.
Pero hoy yo no quiero hablar de su vida como hombre adulto, más bien quiero
hablar del tiempo que vivió antes de llegar a ser adulto, quiero hablar de su vida
como niño, como estudiante, porque sin duda, fue su niñez la que lo llevó a formar
lo que sería su vida futura; para que, todos nosotros, los niños que hoy estamos
aquí, pensemos en los logros que podemos alcanzar también, cuando lleguemos a
ser adultos, reflexionando en el ejemplo de un niño zapoteca llamado Benito
Juárez García.
Nació en un pequeño pueblo llamado San Pablo Guelatao, no era una ciudad, tan
solo era un pequeño pueblo escondido en la sierra de Ixtlán, de Oaxaca.
2. Benito Juárez, no tuvo precisamente una niñez muy feliz, pues cuando solo tenía
tres años de edad quedó huérfano de padres. Que tristeza podemos hoy
imaginarnos que sintió, al no tener a unos padres cariñosos que le pudieran dar el
cuidado
que tanto necesita un niño.
Y si hablamos de ir a la escuela, el niño Benito Juárez tuvo pocas oportunidades,
él fue campesino y pastor de ovejas pues sus padres habían sido campesinos y
también sus abuelos que lo cuidaron, y de quienes él mismo dijo eran indios
zapotecas también.
Benito Juárez no sabía escribir ni leer el castellano, hasta la edad de doce años,
pues solo hablaba el zapoteco que hablaban en su pueblo natal.
Tal vez de allí nació su necesidad de aprender, tal vez de allí nació su deseo de
saber y de no conformarse con lo poco que parecía que podía alcanzar.
Benito Juárez el niño, salió adelante, lucho con entusiasmo, ganando ante lo que
pudiera parecer muy difícil.
Es por eso que hoy, yo te pregunto a ti, a ti y a ti y a todos ustedes compañeros,
¿hay algo que pueda impedir que sigamos aprendiendo?
¿Hay algo que pueda limitar nuestras habilidades como niños?
Benito Juárez nos mostró que con interés y esfuerzo se pueden lograr grandes
cosas, por uno mismo y por un país.
En nuestras manos como niños tenemos las energías y entusiasmo que hacen
tanta falta en nuestro país y en el mundo.
Lo que un niño zapoteca hizo, tú compañero o compañera podrías repetirlo, todos
los niños aquí presentes pueden llegar a ser el próximo presidente de México y
hacer de este, un mejor país.
Gracias