1. A LAS FLORES DE SAN LORENZO
La lluvia borra sus pasos
y lava sus penas cansadas.
El viento silba sin tiempo
su melodía callada.
Sus viejos recuerdos esconden
la dulce luz olvidada.
Su cuerpo ocupa el vacío
donde ya no queda nada.
Para ser la eternidad un día
como flores de la quebrada.