Este poema escrito para el Día del Padre agradece a su padre por enseñarle valores nobles como el amor, la rectitud, la compasión, la justicia, el desinterés, el trabajo y la caridad a través de sus consejos, reproches, cuidados y silencios elocuentes. También agradece por preocuparse por sus problemas y enseñarle a no mentir y a luchar para cumplir sus sueños.