Este soneto de Francisco Quevedo describe de forma hiperbólica y mediante el uso de metáforas una nariz grande. Usa figuras literarias como la personificación, la anáfora y la hipérbole para comparar la nariz con objetos como un reloj de sol, un elefante, una pirámide y más. Biográficamente, este poema refleja la enemistad entre Quevedo y Luis de Góngora y sus diferencias estilísticas y temáticas.