Para aquellos que se encuentran cansados y necesitan de los brazos de Jesús para mitigar sus dolores. Descansemos en El y solicitemos al Espíritu Santo para que venga sobre nosotros y nos ayude en este arduo camino.
3. Mateo 11: 28
• “Venid
a mi todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso.
Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mi, que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas.
Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”
4.
5. Eficacia de la Oración
Mateo 7: 7-11
•
Pedid y se os dará; buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. Porque
todo el que pide recibe; el que busca, halla y al que llama, se le abrirá.
¿o hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé
una piedra; o, si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros,
siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las
pidan!
6. Abandono en la Providencia
Mateo 6: 25-33
•
“Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué
comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la
vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del
cielo: n siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
Celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo
demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un
solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos?
Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan ni hilan. Pero
yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de
ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al
horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres
de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a
comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por
todas esas cosas se afanan los gentiles;
7. •
Pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas
se os darán por añadidura.”
8.
9.
10.
11. Juan 3:3
• “Jesús
le contestó: En verdad, en verdad te
digo: el que no nazca de nuevo no puede ver
el Reino de Dios. Dícele Nicodemo: ¿Cómo
puede uno nacer siendo ya viejo? Puede
acaso entrar otra vez en el seno de su madre
y nacer? Respondió Jesús: En verdad, en
verdad te digo: el que no nazca de agua y de
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”
12. Ezequiel 36: 26-27
• “Les
daré un corazón nuevo, y pondré dentro
de ustedes un espíritu nuevo. Les quitaré del
cuerpo el corazón de piedra y les pondré un
corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en
ustedes par que vivan según mis mandatos y
respeten mis órdenes”.
13. Deuteronomio 28: 2-8
• “Entonces
vendrán so bre ti y te ALCANZARAN
todas las bendiciones siguientes, por haber
obedecido a la voz de Yavé, tu Dios: Bendito serás
en la ciudad y en el campo. Bendito será el fruto de
tus entrañas y el fruto de tu tierra, las crías de tus
burras, el parto de tus vacas y ovejas. Benditos
serán tus graneros y el lugar donde guardes tus
frutos. Bendito serás en tus acciones desde el
principio hasta el fin.
14. • A los
enemigos que se levanten contra ti, Yavé los
derribará y pondrá a tus pies; por un camino
saldrán a tu encuentro y por siete huirán de ti.
• Yavé
ordenará a la bendición que esté contigo en
tus graneros y en tus empresas. Te bendecirá en la
tierra que Yavé, tu Dios, te da.
15. Deuteronomio 28: 11-13
“Yave te colmará de toda clase de bienes, multiplicando el fruto de tu vientre, el fruto de tus ganados y el
fruto de tu tierra, la cual prometió con juramento a tus padres que te la daría
16. Yavé abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia que necesiten tus campos, y
para mandar la bendición sobre todo cuanto emprendas. Tú prestarás a naciones numerosas y no
tendrás necesidad de pedir prestado a nadie.
Yavé te pondrá a la cabeza de los pueblos y no a la cola; siempre estarás encima y nunca debajo si
cumples los mandamientos de Yavé, tu Dios, que yo hoy te prescribo, guardándolos y poniéndolos en
práctica”