El documento describe los abonos orgánicos, que mejoran las características del suelo al aportar nutrientes y aumentar la actividad microbiana. Se obtienen de la degradación de residuos orgánicos y son ricos en materia orgánica. Aunque los fertilizantes inorgánicos son más baratos y concentrados, los abonos orgánicos son necesarios para reponer la materia orgánica del suelo y mejorar la nutrición de las plantas.
1. Abonos Orgánicos
Abono orgánico es el término usado para referirse a la mezcla de materiales que se
obtienen de la degradación y mineralización de residuos orgánicos de origen animal,
vegetal, de cosechas y de restos leñosos que se aplican a los suelos con el propósito
de mejorar sus características químicas, físicas y biológicas, ya que aportan
nutrientes que activan e incrementan la actividad microbiana de la tierra, son ricos en
materia orgánica, energía y microorganismos y bajos en elementos inorgánicos.
2. Actualmente los fertilizantes inorgánicos o sales minerales suelen ser más
baratos y con dosis más precisas y más concentrados. Sin embargo, salvo
en cultivos hidropónicos, siempre es necesario añadir los abonos
orgánicos para reponer la materia orgánica del suelo. Los abonos
orgánicos elevan la temperatura del suelo, favoreciendo la formación y
desarrollo de raíces, y por lo tanto mejorando la nutrición de las plantas.
La disminución de la materia orgánica en los suelos los vuelve fríos, lo que
afecta sus características físicas, químicas y biológicas.1
La creciente necesidad de aumentar los rendimientos de los cultivos para
la alimentación, como la reducción del uso
de agroquímicos potencialmente perjudiciales para la salud y el ambiente
orientó las investigaciones a buscar tecnologías más amigables,
reutilizando los residuos producidos por diversas actividades, ya sean
agrícolas, forestales, industriales o domésticas, y obteniendo una
producción de abonos orgánicos que sanean los efectos negativos
ocasionados por el uso de fertilizantes sintéticos.
3. Los fertilizantes orgánicos tienen las siguientes ventajas:
Permiten aprovechar los residuos orgánicos.
Aumentan la actividad microbiana del suelo.
Recuperan la materia orgánica del suelo, favoreciendo la
retención de nutrientes y permiten la fijación de carbono en el
suelo, así como también mejoran la capacidad de absorber
agua.
Suelen necesitar menos energía para su elaboración.
También tienen algunas desventajas:
Pueden ser fuentes de patógenos si no están adecuadamente
tratados.
Actualmente el consumo de fertilizantes orgánicos está aumentando
debido a la demanda de alimentos orgánicos y sanos para el
consumo humano, y la concienciación en el cuidado
del ecosistema y del medio ambiente.
4. Proceso para hacer abono
1.La cáscara de plátano es uno de los mejores
ingredientes para hacer abono orgánico debido a su
contenido de potasio. Este mineral esencial es
uno de los nutrientes más importantes para las
plantas después del nitrógeno. Interviene en la
fotosíntesis y la formación de tejidos resistentes.
Además, ayuda a revitalizar las plantas cuando
disminuyen su floración o adquieren un aspecto
opaco. Lo mejor es que se pueden usar en su estado
natural o, bien, preparadas en té.
5. Instrucciones:
Corta las cáscaras de plátano en varias tiras y ponlas a
hervir en una olla con agua durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, apaga el fuego y espera que
repose.
Por último, rocía el abono por los alrededores de la
planta. Si deseas, le puedes dejar las cáscaras.
2.
El ácido acético que contiene el vinagre de manzana puede
ayudar a fertilizar las plantas que crecen en suelos ácidos. La
absorción de sus nutrientes ayuda a mantener en buen estado
la planta y evita que sus hojas adquieran un aspecto
quemado.
6. Instrucciones:
Agrega una cucharada de vinagre de
manzana en el agua de regar las plantas y
úsalo como de costumbre.
Repite su aplicación por lo menos una vez al
mes.
3.
A la hora de hacer un abono orgánico con cáscaras de
huevo se suelen emplear otros ingredientes
naturales. Sin embargo, también se pueden usar por
sí solas, ya que contienen altas dosis de
calcio y evitan la podredumbre apical en plantas
como tomate, pimiento y berenjena.
7. Instrucciones:
Tritura varias cáscaras de huevo e introdúcelas en el
fondo de tus plantaciones.
De modo opcional, pon a secar las cáscaras y
conviértelas en un polvo fino usando un moledor.
Luego, aplica el polvillo en los alrededores de la planta.
4.
Hacer un abono orgánico con cenizas de madera puede favorecer
la maduración de las flores y frutos de varias plantas. Este
elemento natural contiene altas dosis de potasio y
fósforo, ambos necesarios para el enriquecimiento del suelo.
Por otro lado, contiene sustancias que repelen las hormigas y
otros tipos de plagas. No obstante, se debe evitar para
especies de tierra ácida, ya que altera el pH del suelo.
8. Instrucciones:
Toma una buena cantidad de cenizas de
madera y dilúyelas en agua.
A continuación, riega el líquido sobre las
plantas deseadas.
Si lo prefieres, esparce una capa fina de
cenizas a 2 o 3 centímetros de distancia del
tallo.
Nota: debes comprobar que las cenizas no
provengan de maderas comprometidas con metales
pesados o elementos contaminantes. De ser así, su
uso puede arruinar el jardín.
9. Tipos de abono
Estiércoles: lo hay de vaca, de oveja, de caballo, de cabra...
Parecido es el guano, gallinaza, palomina, excrementos de
murciélago... Todos son deyecciones animales.
* Compost: el compost es un material obtenido a partir de restos
vegetales y otras materias orgánicas sometidas a un proceso de
compostaje. Puedes hacer compost casero con los residuos
vegetales del jardín y de la comida.
Turba: hay dos tipos de turba: turba negra (la más habitual) y
turba rubia (muy ácida, ph=3,5). Se emplean mucho como base
para preparar substratos para macetas y para hacer semilleros.
También son buenas para adicionar al terreno.
Extractos húmicos: estos productos son menos conocido por
el aficionado. Su uso en horticultura intensiva es creciente. Se
trata de ácidos húmicos y fúlvicos extraídos de sustancias
orgánicas. Son sustancias muy buenas para al suelo.
10. * Otros abonos orgánicos son los huesos triturados, cuernos, harina
de sangre, lodos de depuradora, restos de cosechas y paja enterradas,
abonos verdes, etc.
Extractos húmicos: estos productos son menos conocido por el
aficionado. Su uso en horticultura intensiva es creciente. Se trata de
ácidos húmicos y fúlvicos extraídos de sustancias orgánicas. Son
sustancias muy buenas para al suelo.
* Otros abonos orgánicos son los huesos triturados, cuernos, harina
de sangre, lodos de depuradora, restos de cosechas y paja enterradas,
abonos verdes, etc.
Abonos foliares: se aplican pulverizando sobre la planta. El abono
foliar se usa como complemento al abonado de fondo. Es muy
interesante para aportar micronutrientes: Hierro, Manganeso, Cobre,
etc., ya que se precisan en pequeñísimas cantidades y se asimilan
directamente por aplicarlos en la propia hoja.
* Correctores de carencias: hay unos fertilizantes especialmente
diseñados para corregir cualquier carencia concreta de un elemento o
de varios a la vez que se puediera presentar. Por ejemplo, si hay una
carencia de Hierro, existe un producto rico en este elemento.
11. Usos de los abonos
Los abonos orgánicos como el estiércol, el compost, la turba, etc. aportan de todo, pero en poca cantidad y
lentamente. Sus beneficios son más como mejorantes de la tierra al formarse humus, que como suministrador
de nutrientes.
Los abonos químicos o minerales lo único que aportan son nutrientes puro y duro, ni humus ni mejora del
suelo en otros aspectos como hacen los abonos orgánicos. Eso sí, enriquece de minerales el suelo y las plantas
disponen de alimento en cantidad rápidamente.
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