La sociedad actual experimenta cambios significativos, se ha mencionado acertadamente, que la Humanidad ha vivido más cambios en los últimos cien años que en todo el resto de su historia. En efecto, todo lo relacionado al progreso científico y tecnológico, nos hace vivir hechos que anteriormente nos parecían imposibles, inimaginables.
Lamentablemente, no todos estos progresos van de la mano del crecimiento moral de la persona. Esto desafortunadamente refleja el drama más profundo de nuestros tiempos: la pérdida del sentido de la persona humana. La vida humana por estos cambios está amenazada de muchas maneras. Esta situación no corresponde al designio de Dios, quien ha puesto todo al servicio del hombre. Es verdad que nuestra sociedad no piensa mucho en Dios. Pero entre olvidarse de Dios y la pérdida del respeto hacia el hombre, existe un vínculo muy estrecho, que no podemos dejar de mencionar.
La fecundación in vitro y la procreación asistida presentan problemas éticos. Podríamos definir la eticidad de la procreación asistida como el resultado del acto conyugal sin ninguna intervención extra corporea
La punta de iceberg del aborto son los abortos cruentos que se realizan. Se oculta la eliminación del embrión antes de la implantación en el útero materno. El embrión desde su impulso vital busca implantarse en el útero de su madre y por diferentes y sofisticados técnicas abortivas, la madre lo rechaza y lo elimina, truncando así su vida de una forma incruenta, silenciosa y oculta. Esta es la mayor violación a los derechos a la vida del no nacido.
La fecundación in vitro y la procreación asistida presentan problemas éticos. Podríamos definir la eticidad de la procreación asistida como el resultado del acto conyugal sin ninguna intervención extra corporea
La punta de iceberg del aborto son los abortos cruentos que se realizan. Se oculta la eliminación del embrión antes de la implantación en el útero materno. El embrión desde su impulso vital busca implantarse en el útero de su madre y por diferentes y sofisticados técnicas abortivas, la madre lo rechaza y lo elimina, truncando así su vida de una forma incruenta, silenciosa y oculta. Esta es la mayor violación a los derechos a la vida del no nacido.
Trata de dar a conocer qué es el aborto, los diferentes tipos de aborto, al igual que las diferentes formas utilizadas para llevar a cabo tan cruel acción.
presentamos la cara real y la verdad de esta cruda realidad que agovia a muchos jovens en el mundo, estamos mostrando una verda que a muchos nunca le dicen y por lo cual algunas persona en desconocimiento de la misma matan y atentan contra la dignidad humana
Es un ensayo realizado con la intención de informar a la sociedad en general acerca del "aborto", tomando como puntos de vista clave la legalidad y la religión. El contenido del mismo fue tomado de varias fuentes importantes los cuales están citados al pie de pagina así como también en la bibliográfica.
Trata de dar a conocer qué es el aborto, los diferentes tipos de aborto, al igual que las diferentes formas utilizadas para llevar a cabo tan cruel acción.
presentamos la cara real y la verdad de esta cruda realidad que agovia a muchos jovens en el mundo, estamos mostrando una verda que a muchos nunca le dicen y por lo cual algunas persona en desconocimiento de la misma matan y atentan contra la dignidad humana
Es un ensayo realizado con la intención de informar a la sociedad en general acerca del "aborto", tomando como puntos de vista clave la legalidad y la religión. El contenido del mismo fue tomado de varias fuentes importantes los cuales están citados al pie de pagina así como también en la bibliográfica.
Automatización de proceso de producción de la empresa Gloria SA (1).pptx
ABORTO: EVOLUCIÓN O RETROCESO METODOS ABORTIVOS UNA FORMA DE ACABAR CON LA VIDA QUE INICIA
1. ABORTO: EVOLUCIÓN O RETROCESO METODOS
ABORTIVOS UNA FORMA DE ACABAR CON LA
VIDA QUE INICIA
Alberto Abel Castañeda Centeno
05 / 03 / 2014
1
2. Introducción
La
sociedad
actual
experimenta
cambios
significativos,
se
ha
mencionado
acertadamente,
que
la
Humanidad
ha
vivido
más
cambios
en
los
últimos
cien
años
que
en
todo
el
resto
de
su
historia.
En
efecto,
todo
lo
relacionado
al
progreso
científico
y
tecnológico,
nos
hace
vivir
hechos
que
anteriormente
nos
parecían
imposibles,
inimaginables.
Lamentablemente,
no
todos
estos
progresos
van
de
la
mano
del
crecimiento
moral
de
la
persona.
Esto
desafortunadamente
refleja
el
drama
más
profundo
de
nuestros
tiempos:
la
pérdida
del
sentido
de
la
persona
humana.
La
vida
humana
por
estos
cambios
está
amenazada
de
muchas
maneras.
Esta
situación
no
corresponde
al
designio
de
Dios,
quien
ha
puesto
todo
al
servicio
del
hombre.
Es
verdad
que
nuestra
sociedad
no
piensa
mucho
en
Dios.
Pero
entre
olvidarse
de
Dios
y
la
pérdida
del
respeto
hacia
el
hombre,
existe
un
vínculo
muy
estrecho,
que
no
podemos
dejar
de
mencionar.
¿Cómo
se
define
al
aborto?
La
Medicina
define
al
aborto
como
la
expulsión
del
feto,
de
manera
natural
o
provocada,
en
un
período
no
viable
de
su
vida
intrauterina.
Si
la
mencionada
expulsión
del
feto
se
realiza
en
período
viable
pero
antes
del
término
del
embarazo,
se
denomina
parto
prematuro,
sin
importar
si
el
feto
sobrevive
o
muere.
En
lenguaje
cotidiano,
aborto
es
la
muerte
del
feto
por
su
expulsión,
natural
o
provocada,
en
cualquier
momento
de
su
vida
intrauterina.
¿Cuáles
son
las
diferentes
clases
de
aborto?
El
aborto
puede
ser
natural
o
provocado.
El
natural
se
produce
porque
surge
la
muerte
intrauterinamente,
o
por
diversas
causas,
que
de
manera
natural
motivan
la
expulsión
del
nuevo
ser
hacia
el
exterior.
Si
el
aborto
se
provoca,
se
mata
al
hijo
dentro
del
seno
materno
forzándolo
de
manera
artificial
a
su
expulsión
hacia
el
exterior.
¿Se
considera
como
ser
humano
al
fruto
de
la
concepción
desde
sus
primeras
fases
de
desarrollo?
Claro
que
sí,
desde
el
momento
en
que
se
produce
la
fecundación
mediante
la
unión
del
espermatozoide
y
el
óvulo,
surge
sin
lugar
a
dudas
un
nuevo
ser
humano
distinto
a
todos
los
demás.
Desde
ese
primer
momento,
este
nuevo
ser
humano
merece
respeto
y
protección.
Todo
intento
de
diferenciación
entre
él
bebe
no
nacido
y
él
bebe
nacido
carece
de
fundamento.
No
existe
evidencia
científica
de
que
sólo
llegará
a
ser
un
ser
humano
después
de
cierto
tiempo.
Desde
que
se
forma
el
nuevo
código
genético
con
la
fecundación
existe
un
nuevo
y
particular
ser
humano
al
que
sólo
le
hace
falta
desarrollarse
y
crecer
para
convertirse
en
adulto.
No
debemos
de
olvidar
que
la
realidad
no
es
sólo
la
que
captan
nuestros
sentidos.
La
ciencia
demuestra
rotundamente
que
el
ser
humano
recién
concebido
es
el
mismo,
y
no
otro
diferente,
durante
todas
las
etapas
de
su
vida.
Es
su
aspecto
el
que
presenta
variaciones
según
su
fase
de
desarrollo.
Por
eso
no
tiene
sentido
decir
que
provenimos
de
un
feto,
sino
que
nosotros
mismos
fuimos
un
feto,
por
lo
cual
siempre
será
fundamental
recordar
que
siempre
somos
y
seremos
el
mismo
ser
humano,
desde
el
principio
y
hasta
el
fin.
Gracias
a
los
actuales
descubrimientos
en
genética,
es
imposible
poner
en
duda
lo
que
cada
ser
es
desde
el
momento
de
su
fecundación.
De
la
unión
de
gametos
vegetales
sólo
sale
un
vegetal;
de
gametos
animales
no
racionales,
solo
sale
un
animal
irracional,
y
de
la
unión
de
gametos
humanos
se
crea
solamente
un
nuevo
ser
humano,
que
se
determina
con
su
código
genético,
específicamente
humano.
No
deberá
suponerse
que
el
feto
es
solo
viable,
hasta
que
es
capaz
de
subsistir
fuera
del
vientre
materno,
el
hijo
no
nacido
es
un
ser
humano,
puesto
que
no
depende
de
su
madre
para
existir.
No
solo
por
2
3. el
hecho
de
que
en
una
fase
de
su
vida
el
hijo
necesite
del
vientre
materno
para
subsistir
implica
que
sea
una
parte
de
la
madre.
La
capacidad
de
sobrevivir
fuera
del
seno
materno
es
forzosamente
ajena
a
la
determinación
del
inicio
de
la
vida
humana,
porque
un
recién
nacido
es
también
incapaz
de
subsistir
por
sí
mismo
sin
recibir
los
oportunos
cuidados
Principales
métodos
en
la
práctica
del
aborto
El
aborto
provocado
tiene
por
objeto
la
destrucción
del
hijo
en
desarrollo
en
el
seno
materno
o
su
expulsión
prematura
para
que
muera.
Para
conseguir
la
expulsión
y
destrucción
del
bebe
en
desarrollo,
se
usan
diversos
métodos
que
también
se
emplean
en
ginecología
y
obstetricia,
y
que
se
eligen
de
acuerdo
a
lo
que
se
disponga
así
como
a
la
edad
del
feto
que
hay
que
asesinar.
Los
métodos
más
utilizados
son:
aspiración,
legrado,
histerectomía,
inducción
de
contracciones
e
inyección
intraamniótica
(El
Comité
Episcopal
para
la
Defensa
de
la
Vida,
1991).
Los
abortistas
también
se
basan
de
medios
que
aparentan
ser
medicamentos
y
en
realidad
son
solo
píldoras
abortivas,
estas
píldoras
son
comúnmente
llamadas
"píldoras
del
día
siguiente"
(RU-‐486).
Mediante
su
ingestión
en
época
muy
temprana
del
embarazo,
se
logra
una
carga
hormonal
que
anula
la
función
de
la
placenta
en
formación,
produciendo
la
muerte
del
bebe.
El
aborto
por
aspiración
En
el
aborto
por
aspiración,
primero
se
dilata
el
cuello
uterino
con
instrumental
para
esta
función,
esto
con
la
intención
de
que
se
pueda
introducir
un
tubo
que
va
conectado
a
una
potente
aspiradora.
La
fuerza
de
la
succión
arrastra
al
embrión
y
al
resto
del
contenido
uterino,
deshaciendo
en
pequeños
trozos
al
bebe
y
lo
que
en
su
camino
encuentre.
Una
vez
terminada
la
succión
se
realiza
un
legrado
con
el
fin
de
verificar
que
el
útero
ha
quedado
vacío
El
método
de
legrado
El
legrado
o
raspado,
también
se
le
llama
"curetaje",
es
un
método
que
usa
frecuentemente.
El
abortista
comienza
por
dilatar
el
cuello
del
útero.
Luego
se
introduce
en
el
útero
una
especie
de
cucharilla
de
bordes
cortantes
llamada
legra
o
"cureta",
que
destroza
la
placenta
y
al
bebe
al
ser
pasada
de
arriba
abajo
por
todo
el
útero
Este
método
se
practica
sobre
todo
en
los
tres
o
cuatro
primeros
meses
de
la
vida.
Si
el
embarazo
ha
superado
las
doce
semanas,
los
peligros
aumentan
por
lo
que
hay
que
triturar
muy
bien
el
cuerpo
del
feto
para
sacarlo
al
exterior.
A
veces
pueden
quedar
restos
en
el
interior
del
útero,
por
lo
cual
el
abortista
debe
identificar
cuidadosamente
todos
los
restos
extraídos
para
asegurarse
de
que
no
ha
quedado
nada
dentro
de
la
madre.
Estos
dos
métodos
se
utilizan
sólo
en
los
primeros
meses
del
embarazo
porque
el
bebe
crece
y
se
desarrolla
muy
rápidamente,
y
pasado
este
tiempo
su
trituración
y
su
expulsión
por
vía
vaginal
se
convierte
en
algo
muy
peligroso
para
la
madre.
La
histerectomía
El
método
de
la
histerectomía,
también
conocido
como
mini
cesárea,
es
practicado
cuando
han
transcurrido
todavía
pocas
semanas
de
embarazo,
y
consiste
en
practicar
una
incisión
en
el
útero
a
través
del
abdomen
materno
para
extraer
por
ella
al
bebe
y
a
la
placenta.
Este
método
se
suele
realizar
a
partir
de
la
decimoquinta
o
decimosexta
semana
del
embarazo.
Habitualmente
se
extraen
niños
vivos,
que
se
mueren
poco
después
por
ser
inviables.
3
4. El
aborto
por
inducción
de
contracciones
Consiste
en
la
provocación
de
la
expulsión
del
feto
y
la
placenta
mediante
la
administración
de
sustancias
(prostaglandinas,
oxitocina)
que
producen
contracciones
semejantes
a
las
de
un
parto,
provocando
a
su
vez
la
dilatación
del
cuello
uterino,
y
la
bolsa
en
que
está
él
bebe
se
desprende
de
las
paredes
del
útero.
El
niño
nace
muerto,
porque
se
asfixia
en
el
interior
de
su
madre.
El
método
de
la
inyección
intraamniótica
En
este
método
como
su
nombre
lo
indica,
se
inyecta
en
el
líquido
amniótico
una
solución
salina
hipertónica
o
una
solución
de
urea.
Estas
soluciones
irritantes
provocan
contracciones
parecidas
a
las
del
parto,
y
con
un
intervalo
de
uno
o
dos
días
tras
la
inyección,
el
bebe
y
la
placenta
son
expulsados
al
exterior.
La
solución
irritante
introducida
previamente
suele
envenenar
al
feto,
produciéndole
además
extensas
quemaduras.
Como
se
puede
observar
en
ninguno
de
los
casos
anteriormente
mencionados
existe
seguridad
para
la
madre
que
aborta.
En
los
abortos
por
aspiración
existe
el
riesgo
de
infecciones
e
incluso
de
perforación
del
útero,
y
que
a
la
hemorragia
se
una
la
lesión
de
órganos
abdominales
de
la
madre.
En
los
abortos
por
inducción
de
contracciones
las
complicaciones
más
graves
son
las
hemorragias
y
las
embolias,
y
en
las
histerectomías
se
corre
el
riesgo
de
desgarros
de
la
cicatriz
y
de
infecciones
sobreañadidas.
En
las
inyecciones
intraamnióticas
puede
producirse
el
paso
de
las
sustancias
tóxicas
al
sistema
circulatorio
de
la
madre.
Vale
la
pena
resaltar
que
la
gran
mayoría
de
los
médicos
en
todo
el
mundo,
se
niegan
terminantemente
a
practicar
abortos,
porque
saben
que
un
aborto
provocado
es
acabar
de
manera
por
demás
violenta
con
la
vida
de
un
ser
humano,
y
esto
es
contrario
a
la
práctica
ética
de
la
Medicina.
Los
católicos
ante
el
aborto
La
Iglesia
Católica
define
al
aborto
como
la
muerte
provocada
del
feto,
realizada
por
cualquier
método
y
en
cualquier
momento
del
embarazo
a
partir
de
la
concepción.
Así
se
declaró
el
23
de
mayo
de
1988
por
la
Comisión
para
la
Interpretación
Auténtica
del
Código
de
Derecho
Canónico.
Es
por
esta
declaración
que
nosotros
como
católicos
tenemos
obligaciones
acerca
de
la
cuestión
del
aborto.
Todo
hombre
y
toda
mujer,
si
no
quieren
negar
la
realidad
de
las
cosas
y
defienden
la
vida
y
la
dignidad
humana,
han
de
procurar
por
todos
los
medios
que
las
leyes
no
permitan
la
muerte
violenta
de
seres
inocentes
e
indefensos.
Pero
nosotros
los
católicos,
tendremos
que
promover
entre
la
sociedad
que
nada
es
más
importante
que
la
dignidad
de
la
persona
humana
al
ser
hijos
de
Dios
y
hermanos
de
Jesucristo,
que
quiso
ser
hombre
por
amor
a
todos
y
cada
uno
de
nosotros.
Conclusión
Es
fundamental
recordar
que
toda
persona
humana
existe
desde
el
momento
de
su
concepción,
y
por
lo
tanto
un
aborto
es
un
homicidio.
Debemos
reconocer
a
la
persona
humana
desde
su
concepción
para
así
aceptar
sus
derechos
naturales.
Todos
los
católicos
estamos
llamados
a
una
vida
plena,
a
la
santidad,
y
a
contribuir
con
la
extensión
del
Reino
de
Dios
en
la
tierra
llevando
el
Evangelio
hasta
el
último
rincón
del
mundo.
Si
todos
somos
responsables
de
una
sociedad
que
se
hace
llamar
civilizada
tenemos
el
deber
de
defender
la
vida
y
la
dignidad
humana,
es
por
esta,
y
por
muchas
más
razones
que
los
católicos
hemos
de
asumir
la
monumental
pero
no
imposible
tarea
de
abolir
el
aborto.
(El
Comité
Episcopal
para
la
Defensa
de
la
Vida,
1991).
El
lograr
que
nuestra
sociedad
respete
el
derecho
a
la
vida
es
responsabilidad
de
todos
en
nuestro
diario
vivir,
pues
es
con
nuestro
ejemplo
de
conducta,
palabras,
escritos,
opiniones,
voto,
que
influimos
en
lo
que
se
piensa,
y
en
cómo
se
vive
y
por
supuesto
también
en
lo
que
se
legisla.
4