El Manierismo fue un estilo artístico que surgió en 1530 y prevaleció hasta finales del siglo XVI. Se caracterizó por un enfoque estilizado y exagerado en la pintura y escultura, así como por elementos arquitectónicos inesperados que desafiaron las normas del Renacimiento. Algunas características clave incluyen figuras alargadas, composiciones dramáticas y el uso de espirales y perspectivas intrigantes.