Este documento discute los retos que plantea la memoria y la trazabilidad en la era digital, incluyendo la fragmentación y pérdida de memoria cultural a medida que los sistemas se vuelven más poderosos y frágiles, y nuestra dependencia en ellos crece. También aborda conceptos como la fugacidad, futilidad y síndrome de Diógenes frente a la gran capacidad de los dispositivos, y cómo la política puede olvidar. Finalmente, examina cómo somos definidos cada vez más por los rastros digitales que dejamos.