1. ¿Somos conscientes de la contaminación lumínica?
Hoy en día es muy difícil imaginar que hay detrás de la nube de luz que nos cubre todas las noches
durante todos los días del año. Es triste, como nos estamos olvidando de algo en el que en el pasado
era algo imprescindible, antiguamente las contemplaban, las estudiaban, las usaban para orientarse,
para comenzar las cosechas, mientras que nosotros hoy en día las estamos ocultando. Hemos llegado
a un punto en el que para poder estudiar las estrellas y nuestro alrededor hemos tenido que salir del
planeta tierra, objetivamente en la órbita circular alrededor de la Tierra a 593 kilómetros sobre el nivel
del mar para poder estudiarlo adecuadamente. Estoy hablando del telescopio Hubble, un telescopio
llevado hasta allí casi obligatoriamente, en el que cada día nos transmite más información de que hay
allí afuera. Gracias a nuestra inteligencia, lo único que estamos logrando es hacer una cantidad de
consecuencias en el medio ambiente, y no solo en el medio ambiente si no a nosotros mismo. La
contaminación lumínica nos perjudica hasta el punto de no poder llegar a saber que ocurre en el
universo, que otros tipos de galaxia hay, a descubrir algún día a eso que llamamos materia y energía
oscura, a descubrir nuevos planetas en nuestro sistema solar, a descubrir exoplanetas en el que algún
futuro quien sabe, llegue la humanidad y podamos vivir allí para poder salvar la raza humana, a
descubrir estrellas, a descubrir el fin de nuestra galaxia, La Vía Lactea.
Debido a la gran Nube no podemos imaginar los grandes paisajes que llegaríamos a tener desde la
tierra, para ello hacemos retoques en las fotografías, como las fotografías de Gavin Heffernan y Harun
Mehmedinovic en su proyecto en Flickr.
Otra gran consecuencia es la modificación de los ecosistemas nocturnos. Estamos haciendo que seres
vivos tengan comportamientos diferentes a los que ellos habitualmente están acostumbrados. Como
el caso de las plantas que hacemos que tengan disminución de insectos y poca polinización de plantas
nocturnas, de las aves migratorias así provocando deslumbramiento y desorientación, la vida marina
afecta a la alimentación de especies marinas cercanas a la costa como a los crustáceos en el que estas
especies modifican su comportamiento y sus procesos de migración con la luz artificial. No solo a los
crustáceos si no también a animales superiores como las tortugas marinas o las aves marinas, que
también ven afectados sus procesos biológicos por las luces artificiales de la costa. La fauna nocturna
hasta la fauna crepuscular, altera el equilibrio entre depredadores y presas, bien por la imposibilidad
de cazar sin ser visto, o por la posibilidad de ser cazado al ser visible.
Parece muy irrealista, pero nos estamos haciendo los ciegos ante estas situaciones en el que en un
principio no son muy importantes, pero en el que en un futuro llegaremos a arrepentirnos de no
haberlo parado antes.