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ALGUNAS CUESTIONES SOBRE EL DIBUJO INFANTIL.ppt
1. ALGUNAS CUESTIONES SOBRE
EL DIBUJO INFANTIL
• El dibujo es una representación gráfica de un
objeto real o de una idea abstracta
2. EVOLUCIÓN DEL DIBUJO
INFANTIL
• - La etapa del garabato - de los 3 a los 6
años de edad
- La etapa del esquema - de los 6 a los 9
años de edad
- La etapa intermedia - de los 9 a los 12
años de edad
- La etapa de la reproducción fiel - de los
12 a los 14 años de edad
- La etapa de la representación espacial -
a partir de los 14 años de edad.
3. PRINCIPALES FUNCIONES
PSICOPEDAGÓGICAS DEL DIBUJO
Psicomotricidad
El dibujo es una actividad espontánea y como tal hay que respetarla y considerarla
como la gran obra de los niños. Si el niño tiene ganas de dibujar, anímale siempre a
que lo haga. Lo ideal es que todos los niños pudiesen tener, desde la más temprana
edad, algún contacto con el lápiz y el papel. Empezarán con garabatos, y luego
estarán dibujando formas más reconocibles. Cuanto más dibujen los niños, mejor
dibujarán, y más beneficios se notará en su desarrollo. El dibujo facilita y hace
evolucionar el niño en:
1- Psicomotricidad fina
2- Escritura y la lectura
3- Confianza en sí mismo
4- Expresividad de emociones, sentimientos y sensaciones
5- Comunicación con los demás y consigo mismo
6- Creatividad
7- Formación de su personalidad
8- Madurez psicológica
4. CÓMO INTERPRETAR LOS DIBUJOS DE LOS NIÑOS
El dibujo puede convertirse en un canal de comunicación entre el niño y
su mundo exterior
• Pautas de interpretación del dibujo
infantil
• Existen algunas pistas que pueden
orientar a los padres y maestros acerca de
lo que dice el dibujo de su hijo y alumno.
Sin embargo, no hay que olvidar que son
pautas puramente orientativas.
5. • - Posición del dibujo. Todo lo que dibuja el niño en la
parte superior del papel está relacionado con la cabeza,
el intelecto, la imaginación, la curiosidad y el deseo de
descubrir cosas nuevas. La parte inferior del papel nos
informa sobre las necesidades físicas y materiales que
pueda tener el niño. El lado izquierdo indica
pensamientos que giran en torno al pasado, mientras el
lado derecho al futuro. Si el dibujo se sitúa en el centro
del papel representa el momento actual.
6. • - Dimensiones del dibujo. Los dibujos con
formas grandes muestran cierta seguridad,
mientras los de formas pequeñas suelen estar
hechos por niños que normalmente necesitan
de poco espacio para expresarse, pero también
pueden mostrar a un niño reflexivo o con falta
de confianza.
7. • - Trazos del dibujo. Los continuos, sin
interrupciones, suelen denotar un espíritu dócil,
mientras el borrado o cortado puede revelar a
un niño algo inseguro e impulsivo.
- La presión del manejo. Una buena presión
indica entusiasmo y voluntad. Cuanto más fuerte
sea, más agresividad existirá, mientras cuanto
más superficiales sean demuestra falta de
voluntad o fatiga física.
8. • - Los colores del dibujo. El rojo representa la
vida, el ardor, el activo; el amarillo, curiosidad y
alegría de vivir; el naranja, necesidad de
contacto social y público e impaciencia; el azul,
la paz y la tranquilidad; el verde, cierta
madurez, sensibilidad e intuición; el negro
representa el inconsciente; el marrón, la
seguridad y planificación. Es necesario añadir
que el dibujo de un solo color puede denotar
pereza o falta de motivación.
9. Limitar,
obligar u
opinar
Continua-
mente
sobre el
dibujo
de un
niño es
el error
más
grande
que
podemos
cometer
La especialista
canadiense Nicole
Bédard, en su libro
"Cómo Interpretar los
dibujos de los niños"
afirma que, a través del
dibujo, el subconsciente
del niño se transparenta
permitiendo a los demás
conocer y acceder a
importantes aspectos de
su vida y de sus
relaciones que, de otra
forma, permanecerían
totalmente
insospechados
10. TIPOS DE DIBUJOS
SEGÚN LA EDAD DEL
NIÑO
El dibujo evoluciona
paralelamente al
desarrollo del niño
• El dibujo no se enseña, sale de dentro del niño. Se puede estimular a
un bebé de un año y medio, como por ejemplo, dejándole que tenga
contacto con algún lápiz. Conviene utilizar los de cera que tienen la
punta redonda y son más gorditos . A esta edad, muchos niños ya
podrán sujetar un lápiz y hacer sus primeros garabatos.
La orientación sí es importante en esta etapa más que nada para que el
niño no salga pintando las paredes, suelo, puertas, etc., ni intente
llevarse el lápiz a la boca. Si puedes, cómprale una mesita adecuada a
su altura para que pueda dibujar más tranquilamente. Al principio, él
hará trazos desordenados, irregulares, y sin ningún tipo de control.
Los garabatos carecerán de sentido, pero funcionan como una gran
manifestación de placer y diversión para el niño.
11. • ETAPA DE AUTOEXPRESIÓN
• A los 18 meses el niño hará garabatos sin cesar, sin
sentido y desordenado, pero se divertirá mucho al
descubrir el mundo de los colores y los trazos.
Enseñará a todos lo que ha hecho y será importante
que su público le conteste positivamente. Su
coordinación motora en esta etapa todavía es muy
precaria. Esta etapa se denomina auto-expresión.
Sentirá curiosidad por las paredes, el suelo, las
revistas, e intentará rayarlos de todas formas
12. • Sus primeros contactos con el lápiz y el papel van
a ser exploratorios y muy condicionados por las
limitaciones obvias de su capacidad y maduración
visomotora.
Igual como ocurre con en otros aspectos del
aprendizaje, cada niño es un mundo y seguirá su
propio proceso y ciclo. Los hay más precoces y
otros más lentos en la adquisición de ciertas
habilidades. Ello no tienen que ser síntoma
inequívo, al menos en estas edades, de retraso o
menos capacidad futura. No obstante, siempre
será positivo potenciar, motivar y acompañar al
niño en cualquier proceso de aprendizaje y estar
atentos a a cualquier problema que pudiera surgir.
13. ETAPA DEL GARABATO
INTENCIONAL
• A los 2 años de edad, el garabato pasará a ser
más controlado y ya tendrá otro sentido para el
niño, que pasará a notar que existe una relación
entre los garabatos y el movimiento de su mano.
Querrá dibujar sin parar y usará más de un lápiz
de color para rellenar la hoja. Los trazos de su
dibujo ocuparán partes antes desocupadas del
papel. El niño, a esta edad, empezará a sentir
curiosidad y a querer probar otros tipos de
lápices y materiales. La experimentación
predominará sobre la expresión.
14. A partir del segundo año, el niño es capaz de ir dando forma a
los garabatos. Ya no se trata sólo de líneas inconexas sino
que se observan agrupamientos de trazos en formas con
contornos. Pueden ser los primeros intentos de representar
objetos del mundo real. Evidentemente el nivel de maduración
no permite todavía la definición de las formas. Suele también
empezar la experimentación con diferentes colores. EL
DETALLE AUMENTA
En esta etapa ya pueden distinguirse algunos rasgos del
temperamento del niño
15. El niño es capaz
de dibujar círculos
y combinarlo con
líneas para crear
nuevas formas.
Son dibujos que ya
tienen cierto
parecido con
objetos y figuras
humanas pero sin
llegar a nivel de
detalle suficiente
como para
identificarlas
plenamente.
16. • A partir de los dos años y medio
pueden aparecer las primeras
formas que identifican objetos o
personas. El dibujo puede tener
ya una intención clara de
comunicar situaciones,
personajes y emociones. La
forma se perfila y podemos
reconocer en ellos el primer
esbozo de la figura humana.
Son humanoides sólo con
piernas y cabeza. Otros objetos
de interés para el niño pueden
ser también objeto de
plasmación en el papel
(autobús, coche, casa, etc.).
• El niño, generalmente, es capaz
ya de dibujar una línea vertical
al año y medio; la horizontal y el
círculo a los dos años; la cruz a
los tres; el cuadrado a los
cuatro y el rombo a los siete
años.
17. ETAPA DEL DIBUJO SIMBÓLICO
Cercanos a los tres años, el niño ya será capaz de
controlar un poco más los movimientos de su mano,
incluso, de manejar el lápiz. Sus trazos, ya un poquito
más firmes, no saldrán de la hoja. El niño gozará de una
mejor coordinación y es ahí donde aparecerá el dibujo
simbólico. Cada garabato o dibujo que consiga hacer
tendrá un nombre y un sentido para él. En razón de eso,
el niño pasará a dibujar mucho más, ya que pasa a ver
su creación como algo real. Un cuadrado para él puede
representar una casa. Y un círculo, aunque mal hecho,
puede simbolizar una cabeza u otra cosa. A esta edad,
el niño describirá a los demás lo que ha dibujado, y
esperará que lo entiendan.
18. La figura huma se perfila
• El niño va depurando sus
dibujos. La figura humana
evoluciona de un simple
humanoide con piernas y
cabeza a una figura más
completa en las que ya se
han incorporado el cuerpo y
los brazos. La cabeza con
frecuencia aparece muy
grande al igual que los ojos.
En los niños más detallistas
puede que también se
incorpore el pelo como un
elemento más.
19. • A partir de los tres o
cuatro años, el dibujo
del niño se acercará
más a la realidad.
Sentirá especial interés
en dibujar a su papá o a
su mamá, o a su
amiguito, hermano,
primo, o alguna otra
figura humana. El uso
de cada color tendrá un
significado para él. Hay
niños que ya
demuestran preferencia
por algunos colores.
Esta es una etapa pre-
esquemática.
20. • SE CONSOLIDA LA FORMA
• Las diferentes estructuras cognitivas
han ido madurando y el dibujo es
una más de las facetas en el que el
niño ha progresado. Ahora la figura
humana es perfectamente
identificable y presenta la mayoría
de los elementos principales:
Cabeza, cuerpo y extremidades
superiores e inferiores. En la cara
pueden observarse los ojos y la
boca. La nariz y las orejas suelen
tardar un poco más. La presencia del
cabello es también habitual. Además
aparece otros aspectos importantes:
la diferenciación. Cuando se pintan
varias figuras humanas, el niño es
capaz de pintar en cada una de ellas
rasgos diferenciales (más grande,
más pequeño, con pelo, sin pelo,
alegre, con algún objeto en la mano,
etc.). Este detalle es importante
dado que es un síntoma de
creatividad y de capacidad de
observación del entorno.
21. A los cinco años, empezará a
dibujar más detalles en sus
personajes y a utilizar los
colores más adecuadamente.
Dibujará personas con ropa,
llevando algún objeto. A partir
de los seis años, sus dibujos
tendrán pormenores
importantes como una mano
con cinco dedos, orejas,
distintos pelos, personas
sentadas, etc. También se
encontrará preparado para
dibujar paisajes, flores en el
campo, frutas en los árboles,
chimeneas en las casas, ríos,
y todo aquello que se
proponga.
22. • De los cinco a seis años el
dibujo está consolidado. Cada
niño a su forma y con su propia
destreza. No obstante, el dibujo
va a mantener un elemento
común en todos los niños: Su
capacidad de ser una plataforma
comunicativa, un escaparate
donde se nos va a mostrar un
mosaico de sensaciones y
emociones, es decir, el mundo
interno del niño. No siempre
serán obvias sino que deberán
interpretarse cautelosamente en
la clave peculiar e intransferible
de cada niño.
Ahora, figuras humanas y
objetos interactúan dentro del
papel y el niño puede plasmarlas
no tan sólo como formas
individuales sino formando parte
de una escenificación, de una
situación concreta.
25. • 1- El modo en que coge los lápices.
Lo hace de forma tranquila o lo agarra fuertemente. Su trazo
será seguramente aún torpe pero si los agarra de forma
forzada puede ser un indicador de tensión. Es aconsejable que
le indiquemos tranquilamente como debe cogerlos, pero
dejándole cierta libertad en sus primeros encuentros con el
papel para que vaya experimentando
• 2- La mirada y la actitud.
¿Disfruta el niño con la actividad? ¿Solicita los lápices?
Debemos verificar si está pendiente de lo que hace fijando la
mirada en el papel o simplemente se limita a hacer
movimientos con el lápiz sin prestar atención. En éste último
caso deberíamos intentar corregirle y que atendiera
visualmente a lo que está haciendo. Si no está motivado para
pintar mejor dejarlo para otro momento. No forzarlo.
Una inclinación natural hacia el dibujo es buen indicador de la
capacidad de aprendizaje posterior.
26. • 3- El espacio que ocupa.
Ver el espacio que ocupa en el papel puede darnos
algunas pistas. En general ocupar todo el espacio se
asocia a confianza, seguridad, ganas de explorar el
entorno, etc. Cuando el espacio ocupado se reduce a
alguna zona en concreto o los garabatos son
pequeños se interpretaría en sentido contrario, es
decir, timidez, retraimiento, introversión.
4- El trazo.
Un trazo firme, seguro y estable al hacer el garabato
puede significar soltura de movimientos, ganas de
explorar, de experimentar, buena predisposición al
juego, a aprender, etc. Si el trazo se efectúa con
exceso de presión o velocidad puede ser un indicador
de impulsividad o falta de control.
27. • 5- Forma.
En general, los niños empiezan dibujando formas
rectilíneas para progresivamente incorporar las
formas onduladas. Una vez pasada la etapa de los
primeros garabatos, cuando se empieza a adquirir un
poco de destreza con el dibujo, las líneas rectas
largas trazadas de esquina a esquina del papel, en
especial las ascendentes, pueden ser indicadores de
cierta agresividad hacia el exterior o falta de control
de impulsos. Por el contrario, los trazos con
predominio de las formas onduladas o redondeadas
son propias de niños con mayor control sobre sí
mismos y quizás de mayor complicidad afectiva con
las figuras de apego.