La analogía compara la inteligencia y la ropa interior, señalando que ambas pertenecen única y exclusivamente a cada persona, evolucionan con el tiempo, existen diversos tipos para diferentes necesidades y gustos, y se ven afectadas por factores como la edad y el uso. También destaca que gracias al ingenio humano se han desarrollado maquinarias como las de coser que permiten la fabricación de ropa interior y la evolución de la inteligencia a lo largo de la historia.