Este documento describe las responsabilidades y privilegios de un anciano de iglesia, incluyendo proveer liderazgo espiritual, relacionarse con la gente, formar discípulos y ser un apoyo al pastor y líderes de la iglesia. También enfatiza la importancia de que un anciano multiplique discípulos, viva de acuerdo a lo que predica, y cultive una disciplina espiritual a través de la oración, estudio de la palabra de Dios y profecía.