Andrés Caicedo fue un escritor colombiano nacido en 1951 que murió a los 25 años. Escribió cuentos, obras de teatro y novelas desde una edad temprana. Fundó el Cineclub de Cali que se convirtió en un espacio cultural importante. Publicó su novela ¡Que viva la música! justo antes de suicidarse en 1977. A pesar de su corta vida, dejó un gran legado a la literatura colombiana. La obra Angelitos Empantanados se basa en una serie de monólogos que narran las historias
2. Andrés Caicedo Luis Andrés Caicedo Estela nace el 29 de septiembre de 1951 y muere el 4 de marzo de 1977 en Cali, ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida. Se trata de un escritor precoz que desde que descubrió su vocación por la literatura no quiso perder ni un minuto de su vida, hasta el punto de convertir la construcción de su obra en una obsesión. En 1964, cuando entró a cursar tercer grado, escribió su primer cuento, El Silencio, pero es al parecer hasta 1969, año en que gana el segundo premio del Concurso Latinoamericano de la Revista Imagen de Caracas con el cuento Los dientes de Caperucita -del que había escrito siete versiones-, que Caicedo logra consolidar una disciplina en la escritura. Desde ese momento, Caicedo continuó escribiendo cuentos cortos y piezas teatrales, y comenzó a escribir sus primeras novelas.
3. En la época de los festivales teatrales de los setenta se conocieron sus primeras obras teatrales Recibiendo al Nuevo Alumno y La Piel del otro héroe. Asistió a las reuniones un grupo de escritores de la ciudad llamado Los dialogantes que contaba con la participación de escritores y críticos como Carmiña Navia, Gustavo Álvarez Gardeazábal, y Eduardo Serrano entre otros y a partir de la cuál inicia un periodo de compulsividad en su consciente formación como escritor. A su vez, y sin detener su actividad literaria, trabaja con el Teatro Experimental de Cali como actor. Allí funda el Cineclub de Cali, que inicialmente funcionaría en la sala del TEC para posteriormente ser trasladado al desaparecido Teatro Alameda y luego al Teatro San Fernando, cineclub que poco a poco se convierte en “una actitud generacional” para los jóvenes de Cali, epicentro de una intensa actividad cultural en la ciudad y que junto con Ciudad Solar –especie de posada - espacio cultural- se convierten en centro de operaciones y disipaciones de Andrés y su grupo de amigos. También es desde el cineclub que planea y ejecuta su folleto Ojo al cine que hacia 1974 se convertiría en la revista especializada sobre cine más importante de Colombia. Es también entre el cineclub y Ciudad Solar que Caicedo iniciaría sus proyectos cinefílicos con sus “pocos buenos amigos” entre los que sobresalen Hernando Guerrero, Luis Ospina, Carlos Mayolo y Sandro Romero, con quienes intenta llevar al cine su guión Angelita y Miguelángel, de cuyas grabaciones todavía se conservan algunos fragmentos.
4. En 1973, Caicedo viajó a Estados Unidos, con cuatro guiones de largometrajes escritos por él y que pretendía vender al cineasta Roger Corman. Fue allí donde iniciaría la escritura de Que viva la música y la redacción de Pronto, memorias de una cinesífilis, diario que pretendía convertir en novela. En 1974 escribió el cuento corto Maternidad, que él mismo consideraba su obra maestra. En 1975 publicó con el patrocinio de su madre en las Ediciones Pirata de Calidad su relato El Atravesado que tuvo un éxito relativo a nivel local. También entregó ese mismo año la versión final de ¡Que viva la música! a Colcultura para ser publicada. En 1976 la casa editora Crisis, de Buenos Aires, compró los derechos de impresión de ¡Que viva la música! Caicedo intentaría por primera vez suicidarse ese año. Finalmente y cuando tenía tan sólo 25 años, el 4 de marzo de 1977, después de recibir el primer original de la novela ¡Que viva la música! Publicado por Colcultura, Andrés Caicedo muere de una sobredosis al ingerir intencionalmente 60 pastillas de Seconal, según él, porque "vivir más de veinticinco años era una insensatez". Caicedo consideraba que debía dejar el mundo antes de pasar los veinticinco años, pero habiendo dejado una prueba de su existencia como forma de trascende.A pesar de su temprana muerte, Caicedo dejó un gran legado a la literatura colombiana, el cual se puede ver reflejado en la obra de autores como Manuel Giraldo 'Magil', Octavio Escobar Giraldo, Rafael Chaparro Madiedo y más recientemente Efraím Medina y Ricardo Abdahllah. El grupo de teatro Matacandelas de Medellín ha presentado durante años la obra Angelitos Empantanados, basada en los cuentos homónimos del escritor.
5.
6. Tiene unas cuantas historias que nos cuentan lo que pasaba en aquella Cali de ricos y pobres, de Angelitos y pequeños demonios. Usando el modo de hablar de las calles.
7. Nos narra las preocupaciones y desfortunas de tres jóvenes vallecaucanos de los años 70.
8. La esencia de las situaciones vividas por los personajes de la obra logran que el lector de hoy, y sobre todo los jóvenes nos veamos reflejados en las páginas de este libro.