El vaso desechable sirve principalmente para contener líquidos de forma segura y higiénica. Se fabrica de polipropileno mediante moldeo y su diseño cilíndrico con agarre lo hace funcional para su uso único. Su popularidad surgió a inicios del siglo XX como alternativa más higiénica a los vasos comunales de metal, ayudando a prevenir la propagación de enfermedades.