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Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia El Carayá
Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal
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Área Natural Protegida
Reserva de Usos Múltiples
Estancia El Carayá
Sabattini, Julián Alberto.
Sabattini, Rafael Alberto.
Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia El Carayá.
Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal Ar-
gentino.
1° Edición. Rafaela, 214 páginas, 25 x 20 cm.
Todos los derechos reservados.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada
en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna
forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético,
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sos SRL, Rosario, Santa Fe, Argentina, en el mes de octubre de 2019.
ISBN 978-987-47393-0-8
Distribución gratuita
C O L A B O R A N
Alvarado, Mariela. Alumna de Ingeniería Agronómica. Cátedra de Ecología de los
Sistemas Agropecuarios. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional
de Entre Ríos. — e-mail: mariealvarado26@hotmail.com
Befani, Romina. Ingeniera Agrónoma. Doctora en Ingeniería Mención Cs. Agro-
pecuarias. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad
Nacional de Entre Ríos. — e-mail: romina.befani@fca.uner.edu.ar
Bollazzi, Martín. Licenciado en Cs. Biológicas. Doctor en Ciencias. Departamento
de Entomología. Facultad de Agronomía. Universidad de la República.
— e-mail:bollazzi@fagro.edu.uy
Bongiovanni, Susana Nélida. Ingeniera Agrónoma. Asesora Privada, Responsable
Técnica ANP E° “El Carayá”. — e-mail:bongio.susy@hotmail.com
Bortolini, Schaiani Vanessa. Licenciada en Cs. Biológicas. Máster en Ciencias.
Grupo de Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA.
Facultad de Ciencias. Universidad de la República.
Boschetti, Norma Graciela. Licenciada en Edafología. Doctora en Ciencias de la
Tierra. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Na-
cional de Entre Ríos. — e-mail: graciela.boschetti@fca.uner.edu.ar
Brazeiro, Alejandro. Licenciado en Cs. Biológicas. Doctor en Ecología. Grupo de
Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universi-
dad de la República. — e-mail: brazeiro@fcien.edu.uy
Brussa, Patricia. Licenciada en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y Ecología de
la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la República. — e-mail:
patriciabrussa@gmail.com
Cian, Juan Carlos. Ingeniero Agrónomo. Asesor Privado.
— e-mail: juancarloscian@hotmail.com
Cravino Mol, Alexandra. Licenciada en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y
Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la Repúbli-
ca. — e-mail: alecravino@gmail.com
Dopazo, Víctor Manuel. Técnico Agropecuario. Coordinador Estancia El Carayá.
Las Taperitas SA. — e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar
Haretche, Federico. Licenciado en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y Eco-
logía de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la República.
— e-mail: fharetche@gmail.com
Hernandez, Juan Pablo. Ingeniero Agrónomo. Cátedra de Edafología. Facultad de
Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos.
— e-mail: juanp.hernandez@fca.uner.edu.ar
Muzzachiodi, Norberto. Licenciado en Edafología. Especialista en Educación Am-
biental. Máster en Evaluación de Impacto Ambiental. Cátedra de Gestión Ambien-
tal, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Universidad Nacional del Litoral.
— e-mail:nmuzzachiodi@hotmail.com
Quintero, César Eugenio. Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ciencias de la Tierra.
Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional
de Entre Ríos. — e-mail: cesar.quintero@fca.uner.edu.ar
Sabattini, Iván Alberto. Ingeniero Agrónomo. Asesor Privado.
— e-mail:ivanagro@live.com.ar
Sabattini, Julián Alberto. Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ingeniería Mención Cs.
Agropecuarias. Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Cien-
cias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos.
— e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com
Sabattini, Rafael Alberto. Ingeniero Agrónomo. Cátedra Ecología de los Sistemas
Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre
Ríos. — e-mail: rafael.sabattini@fca.uner.edu.ar, rsabatti@outlook.com
Sandobal, Lautaro Lucas. Médico Veterinario. Las Taperitas S.A.
— e-mail:lsandobal@lastaperitas.com.ar
Urteaga Omar, Florencia. Ingeniera Agrónoma. Doctora en Ingeniería Mención
Cs. Agropecuarias. Cátedra de Estadística y Diseño Experimental. Facultad de Cien-
cias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos.
— e-mail: florencia.urteaga@fca.uner.edu.ar
Williner, Javier. Ingeniero Agrónomo. Las Taperitas S.A.
— e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar
Índice
Prólogo
CAPÍTULO I | Área Natural Protegida “El Carayá”: introducción.
1.1. Presentación de la empresa
1.2. Historia de la región y el campo
1.2.1 Los aborígenes
1.2.2 Los Conquistadores
1.2.3 Los Jesuitas
1.2.4 Organización Nacional y de la Provincia
1.2.5 Siglo XIX - XX Destino final de las propiedades
1.3. Fundamentación del ANP “El Carayá”
1.4. Antecedentes de importancia
08
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12
18
18
19
19
20
20
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26
CAPÍTULO II | Caracterización del medio natural y socioeconómico.
2.1. Descripción del entorno socioeconómico
2.1.1. Personal del establecimiento
2.2. Caracterización climática
2.3. Geomorfología, topografía y suelos
2.4. Hidrología
30
32
33
35
38
47
CAPÍTULO III | Caracterización de la vegetación, unidades ambientales
y asociaciones edáficas.
3.1. Descripción de la vegetación y su entorno
3.2. Unidades ambientales y asociaciones vegetales
3.3. Sucesión Ecológica: dinámica espacial de la arbustización
50
52
81
86
CAPÍTULO IV | Descripción de la fauna asociada y su nivel de
conservación. Corredores faunísticos.
4.1 Caracterización faunística de la región
4.1.1. Peces
4.1.2. Anfibios
4.1.3. Reptiles
4.1.4. Mamíferos
4.1.5. Avifauna
4.2. Corredores de vegetación y avistaje de fauna. Unidades de control
92
94
94
97
101
105
108
117
CAPÍTULO V | Hormigas cortadoras de hojas: impactos sobre
el bosque nativo.
5.1. Generalidades de las hormigas cortadoras de hojas
5.2. Las cortadoras del ANP “El Carayá”
5.2.1. Características morfológicas de Atta vollenweideri
5.2.2. Descripción de la estructura externa de los nidos
5.2.3. Distribución espacial de las colonias
5.3. Atta vollenweideri como ingeniera del ecosistema
5.3.1. Modificaciones sobre las condiciones edáficas
5.3.2. Modificaciones e impactos sobre la vegetación
130
132
136
137
141
146
149
150
154
CAPÍTULO VI | Manejo ganadero en el bosque nativo: implementa-
ción de técnicas y criterios de sustentabilidad.
6.1. Introducción
6.2. Receptividad y estimación de carga animal por potrero
6.3. Recuperación de áreas degradadas y esquemas de manejo
6.3.1. Recuperación áreas degradadas: manejo y control de arbustivas
6.3.2. Implementación y evaluación de los sistemas de pastoreo:
caso de estudio
6.4. Conclusiones generales del manejo de bosques protegidos
6.5. Criterios de sustentabilidad del bosque nativo
162
164
168
172
173
178
183
187
CAPÍTULO VII | Los Palmares de Butia yatay (Mart.) Becc en Améri-
ca del Sur: contribución a la evaluación de su estado de conservación.
7.1.Introducción
7.2. La palmera Butia yatay
7.3. Los palmares de Yatay como ecosistema
7.4. Distribución histórica y actual de los palmares de Yatay
7.5. Estado de conservación y principales amenazas
7.6. Principales iniciativas de conservación
7.7. Consideraciones finales
194
196
198
200
202
207
208
210
8 9
Ing. Rafael A. Sabattini
— Profesor Titular
Ecología de los Sistemas Agropecuarios
Facultad de Ciencias Agropecuarias
Universidad Nacional de Entre Ríos
la carga animal que soportarían del sistema productivo.
Otros estudios ligados a la realización de inventarios en 2004 fueron el punto de partida para abordar
la conservación de la fauna, especialmente en mamíferos, anfibios y aves, trabajos dirigidos por el Dr.
Hernán Povedano y la UNC (Universidad Nacional de Córdoba). Además, la ubicación de Estancia
“El Carayá” coincide con parte del Área Nº 8 del AICA (Áreas Importantes para la Conservación de
las Aves), según Di Giacomo (2007).
Entre los años 2012 y 2019 se realizó una serie de estudios pioneros sobre la base de la sustentabilidad
y producción del bosque nativo con la asistencia técnica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de
la UNER. Esta estrategia basada en la conservación de dichos bosques y, a la vez, en la recuperación
de las áreas degradadas, planteó la posibilidad de integrar la producción pecuaria y el cuidado de los
recursos naturales, a partir de cinco unidades de ambiente y vegetación conformadas por la dominan-
cia de tipos de bosques nativos y el suelo asociado.
Todos estos aspectos, lineamientos y la posibilidad de preservar las unidades de ambiente y vegetación
típicos del centro norte de Entre Ríos están detallados y descriptos para que el lector pueda apreciar
la importancia del bosque nativo en un Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples que forma
parte de la Ecorregión del Espinal. El libro muestra las posibilidades de producción y conservación
de los bosques nativos de “El Carayá” y la importancia de conocer la flora y fauna para el desarrollo de
un manejo eco-productivo basado en la sustentabilidad y mantenimiento de los recursos naturales,
tal como se detalla en el Proyecto de Manejo de Áreas Naturales Protegidas con Usos Múltiples del
año 2014 y ratificado a través de la Ley Provincial Nº10534 en 2017.
El compromiso de Las Taperitas S.A. con los valores ambientales y la preservación de los recursos
naturales fue el eje para la creación del ANP y, a la vez, el punto de partida para comunicar con esta
obra aspectos de educación ambiental a estudiantes de nivel medio y universitario con orientación
agropecuaria y en las ciencias biológicas. Además, se persigue el objetivo de concientizar a producto-
res y profesionales afines al sector agropecuario, para profundizar esquemas de manejos productivos
armónicos y compatibles con el ecosistema del bosque nativo, vital como valor ecosistémico y necesa-
rio para contrarrestar y atenuar los efectos del cambio climático global.
Esperamos que este libro despierte el interés por conocer los recursos naturales que utilizamos, en
nuestro caso el bosque nativo y la importancia de su conservación y su utilización como sistema agro-
pecuario productivo, en el marco de los ejes que regulan la sustentabilidad ecológica, productiva y
social.
El libro aborda, a través de siete capítulos, los aspectos más salientes vinculados al Área Natural Protegida
(ANP) Reserva de Usos Múltiples Estancia “El Carayá”, destacando la visión de conservación y el cuidado
del medio ambiente por parte de la empresa Las Taperitas S.A. En tal sentido, se realiza una descripción
del medio natural y socioeconómico, su vegetación, unidades ambientales y asociaciones edáficas, la fau-
na asociada, su nivel de conservación, con sus corredores faunísticos típicos. Por último, la obra destaca
cuatro aspectos básicos y relevantes representativos del territorio: las hormigas cortadoras de hojas y su
impacto sobre el bosque nativo, el manejo ganadero en el bosque nativo, la implementación de técnicas y
criterios de sustentabilidad y la conservación de la palmera yatay y su estado actual.
Es importante destacar que la Estancia “El Carayá” estuvo dedicada siempre a la actividad pecuaria, bá-
sicamente a la cría de bovinos de carne. Pero, desde la adquisición del campo por parte de Las Taperitas
S.A. en 1983, ha centrado su atención en la recuperación del bosque nativo y el manejo ganadero. Otras
acciones en 1990, en el área adyacente al Arroyo Puerto -límite Sur- de “El Carayá”, permitieron clausurar
al pastoreo una superficie de aproximadamente 250 ha paralelas al arroyo, con el objeto de proteger la
cuenca.
Con la finalidad de revertir esta situación, se plantearon numerosas estrategias de recuperación, y entre
los años 2002 y 2003, se incluyeron prácticas de manejo basadas en el conocimiento ecológico am-
biental y productivo del bosque nativo para detener los procesos de arbustización, bajo la asistencia
técnica de la Cátedra de Ecología de los Sistemas Agropecuarios de la Facultad de Ciencias Agropecua-
rias de la UNER (Universidad Nacional de Entre Ríos). Bajo los mismos principios rectores, en 2012 se
plantearon otros esquemas de manejo basados en el ordenamiento territorial de bosques nativos a nivel
predial, efectuándose la zonificación del campo y estableciendo los tipos de bosques nativos asociados a
las series de suelo. Estos estudios permitieron comprender cuáles eran los tipos de bosques presentes y
cuál era su estado, caracterizando a los potreros según su nivel de arbustización y permitiendo evaluar
Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal Argentino
Área Natural Protegida Reserva de
Usos Múltiples Estancia “El Carayá”
Prólogo
10 11
/1: Técnico Agropecuario, Encargado Estancia El Carayá, Las Taperitas S.A.
e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar
/2: Médico Veterinario, Apoderado Las Taperitas S.A.
e-mail: lsandobal@lastaperitas.com.ar
/3: Ingeniero Agrónomo, Las Taperitas S.A.
e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar
/4: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Responsable Técnico del ANP El Carayá.
e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com
Área Natural Protegida
“El Carayá”: introducción
Dopazo Víctor Manuel 1} / Sandobal Lautaro 2} / Williner Javier 3} / Sabattini Julián Alberto 4}
CAPÍTULO 1
/1: Técnico Agropecuario, Encargado Estancia El Carayá, Las Taperitas S.A.
e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar
/2: Médico Veterinario, Apoderado Las Taperitas S.A.
e-mail: lsandobal@lastaperitas.com.ar
/3: Ingeniero Agrónomo, Las Taperitas S.A.
e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar
/4: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Responsable Técnico del ANP El Carayá.
e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com
Área Natural Protegida
“El Carayá”: introducción
Dopazo Víctor Manuel 1} / Sandobal Lautaro 2} / Williner Javier 3} / Sabattini Julián Alberto 4}
12 13
Entrada al Área Natural Protegida Estancia “El Carayá”. Fotografía © Víctor Dopazo
Las Taperitas S.A. es una empresa familiar, de capitales ex-
clusivamente nacionales que, desde el año 1928, viene de-
sarrollando diferentes producciones agropecuarias en varia-
dos ambientes.
Su actividad tiene que ver con la producción agrícola, lechera, ga-
nadera, porcina y forestal en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos,
Corrientes y Neuquén. A lo largo de su historia, y en cada zona en la
que actúa, ha logrado insertarse en la comunidad, permitiendo un
desarrollo local genuino. La gran trayectoria en el rubro la posicio-
na como una importante empresa en el mercado agropecuario, en
armonía con los habitantes de cada zona y asumiendo un fuerte com-
promiso con el cuidado del medio ambiente.
El énfasis está puesto en la innovación, el compromiso con la gestión
agrícola, el bienestar animal y la preservación del ambiente. Para ello,
dispone de tecnología de vanguardia y un gran equipo humano.
En 1983, la empresa adquiere Estancia “El Carayá”, ubicada en Ruta
Provincial N° 20, Km 327, distrito Atencio, departamento Feliciano,
en la provincia de Entre Ríos, dedicándose inicialmente a la explota-
ción ganadera de cría con rodeos Hereford y Braford.
En ese momento, el campo presentaba síntomas de degradación por
los procesos de desmonte, quemas y entresaca acaecidos durante el
período 1950 a 1960 (ver Anexo, imágenes de fotografías aéreas de
1965). Sumado a ello, la falta de un manejo racional en la utilización
del campo generó un proceso de pérdida de especies forrajeras na-
tivas con la consiguiente disminución de la receptividad ganadera.
La empresa se concentra en la recuperación del bosque nativo y el
manejo ganadero.
Actualmente, en el establecimiento dominan los bosques nativos se-
mixerófitos correspondientes a la Selva de Montiel, con una topogra-
fía extraordinariamente variable, accidentada y virgen con múltiples
paisajes. Allí conviven mamíferos y acuáticos con diversas especies
arbóreas típicas, como ñandubay y algarrobo que albergan a cientos
de pájaros.
1.1
Presentación
de la empresa
14 15
En 1983 ya presentaba síntomas de degradación por los procesos de
desmonte, quemas y entresaca acaecidos durante el período 1950 a
1960 (ver Anexo, imágenes de fotografías aéreas de 1965). Sumado a
ello, la falta de un manejo racional en la utilización del campo generó
un proceso de pérdida de especies forrajeras nativas con la consiguiente
disminución de la receptividad ganadera.
Atentos a la evolución de los mercados y al avance de la genética, y
acompañando el corrimiento de la raza escocesa Angus Colorado ha-
cia el norte entrerriano, se comenzó a incorporar esta raza. En el ac-
tual mundo ganadero, es conocida por su característica de sobresaliente
fertilidad y aptitud materna, gran precocidad sexual y productiva, alta
capacidad de crecimiento y excelente rendimiento al gancho con carne
de insuperable calidad. Desde entonces se trabaja con mucho entusias-
mo con el fin de adaptarla al ambiente en pos de lograr lo mejor de esta
noble actividad sin perder la visión de que la ganadería a campo natural
se convierta en una actividad más vigorosa y rentable, desarrollada en
forma sustentable al favorecer la conservación del ambiente natural del
espinal. Hoy en día, el campo acoge a 5.000 vacas y terneros que viven
junto a la abundante vida silvestre del área. Más de 10.400 ha de pro-
ducción de ganado han sido destinadas como Área Natural Protegida
bajo la modalidad Reserva de Usos Múltiples. Esto permite a la propie-
dadactuarcomozonadeprotecciónparacontribuirconlaconservación
de los pastizales naturales, bosques nativos y su biodiversidad asociada.
Vista aérea del casco Estancia “El Carayá”.
Fotografía © Julián Sabattini
Rodeo de cría en los bosques del Espinal.
Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini
Entrada al Área Natural Protegida
Estancia “El Carayá”.
Fotografías:
© Julián Sabattini
16 17
Rodeo de cría en los bosques del Espinal.
Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini
Rodeo de cría en los bosques del Espinal.
Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini
18 19
1.2.2 Los Conquistadores
Juan de Garay llamó al territorio “La Otra Banda” cuando, luego de
fundar Santa Fe en 1573, ingresó a las tierras para explorarlas, y al
considerarlas una extensión de Santa Fe las entregó a sus acompa-
ñantes en reconocimiento por la labor realizada y a los efectos de que
iniciaran su poblamiento. De esa manera, ocupado el territorio y ase-
gurada la defensa y dependencia de Santa Fe, se comenzaría a poblar
estableciéndose estancias para la cría de ganado.
Don Juan de Garay llegó a la región alrededor del año 1573. Poco
después se trasladó a este nuevo territorio su yerno Hernando Arias
de Saavedra (Hernandarias). Este conquistador organizó expedicio-
nes al interior de la provincia y no tardó en librar combates con los
indígenas, a quienes venció y redujo. (3)
El actual departamento donde se encuentra Estancia “El Carayá”
debe su nombre a Feliciano Rodríguez, quien acompañó a Juan de
Garay en la fundación de Santa Fe y que, alrededor de 1606, obtuvo
tierras para establecer una reducción de mepenes en la zona.​
Hernandarias, como gobernador de Asunción y luego de Buenos Ai-
res, condujo varias expediciones a Entre Ríos, la primera de las cuales
fue en 1607. En esa expedición cruzó el río Paraná por el paso Cabayú
(de los Caballos) y atravesó la provincia desde la actual localidad de
Hernandarias hasta Salto Grande, desde donde cruzó el río Uruguay.
Realizó campamento en la zona de Rincón de Montiel -hoy Sauce de
Luna- donde encontró guaraníes que vaqueaban para los jesuitas del
colegio de la ciudad de Corrientes y que entendían el idioma español.
El sacerdote Policarpo Dufó creó en 1730 una misión en la zona de
Feliciano.
1.2.3 Los Jesuitas
A mediados del siglo XVIII, el principal terrateniente de lo que hoy es
Entre Ríos era la Compañía de Jesús. A mediados de 1768 los jesuitas
fueron expulsados del Imperio español y sus tierras en esta provincia
pasaron a ser administradas por la Junta de Temporalidades de Santa
Fe hasta su remate público. Alrededor de 1771 los pobladores de Fe-
liciano, a instancias de los misioneros, pidieron a las autoridades que
se les dotara de una capilla.
Entre 1776 y 1777 el teniente gobernador del departamento de Yapeyú
en la gobernación de las Misiones Guaraníes, Juan de San Martín,
padre del Gral. José de San Martín, mandó a ocupar las tierras vacías
hasta el arroyo Yeruá y fundó las estancias ganaderas comunitarias
(o tupambaé) de Concepción de Mandisoví (en julio de 1777, en las
cercanías de la actual ciudad de Federación) y Jesús del Yeruá (al sur
de Concordia) (4) en el norte de la actual provincia de Entre Ríos. (5)
1.2.
Historia de la
región y el campo
1.2.1 Los Aborígenes
El actual territorio entrerriano estaba habitado por poblacio-
nes aborígenes que desarrollaron culturas particulares y defi-
nidas: guaraníes, chanás, charrúas, caingang, entre otros, divididos,
a su vez, en subgrupos culturales. Los guayquirarós eran una fracción
de los caingang y desde tiempos muy remotos deambularon por Entre
Ríos. Por otro lado, los originarios precharrúas, también llamados cai-
naroes y chanás salvajes por los cronistas, venían desde Brasil. De este
modo, la Mesopotamia estaba muy transitada y en estado de agitación
constante.
A comienzos de la invasión europea, tenían por enemigos y vecinos a
los mocoretás -ribereños del Paraná- entre el norte del río Guayquira-
ró y el sur del Feliciano. En el mapa de distribución de los antiguos ha-
bitantes de Entre Ríos, Antonio Serrano localiza en el año 1650 a los
mepenes y caxas en la desembocadura del río Guayquiraró; a los to-
caguas y mocoretás, en el tramo final del Feliciano, mientras que en el
centro del departamento, a los yaros en 1726. En cambio, al sur posi-
ciona a los charrúas entre 1706 y 1749, hábiles cazadores y pescadores
nómades provenientes de la Banda Oriental, con una aguerrida forma
de combate. Éstos compitieron por la posesión de montes y arroyos
durante dos siglos, terminando con la desaparición de los rebeldes.
Los enfrentamientos por el dominio del territorio culminaron en es-
clavitud; en cualquier caso, con el consecuente mestizaje que fue for-
jando rostros e identidades. A medida que buscaban alimento y refu-
gio, fueron colonizando otros lugares como San José de Feliciano.
Así, se alcanza a consignar sintéticamente a los primeros cainaroes,
chanás salvajes y guayquirarós, descendientes de los caingang, hasta
los grupos charrúas y yaros, pasando por los mocoretás, mepenes y
caletones. Probablemente, dice Miguel Ángel Fernandez (1), los últi-
mos en llegar fueron los guaraníes, como trabajadores en las misiones
jesuíticas primero y escapando de los esclavistas portugueses en los
finales del siglo XVIII. (2)
20 21
Además, era inexorable con los pillos. De allí surge la historia de que,
en San Diego, tenía una jaula de postes de ñandubay con una “tigra”.
La misma fue contada por Don Ramón Gamarra (quien comentaba
haberla visto ya abandonada), donde los malvivientes o gauchos al-
zados eran arrojados a ella como castigo, lo cual permitiría afirmar
que la Estancia San Diego fue un reducto y prisión de rebeldes en el
marco de las disputas entre unitarios y federales.
Los tiempos de la modernización llegaron entre 1870 y 1890 donde se
fueron definiendo las “Estancias” y se dieron cambios en las organiza-
ciones del trabajo, apareciendo nuevas formas de producción acordes
a los movimientos comerciales internacionales. En 1879 la familia Sti-
venson funda “Santa María del Carallá”, tomando el nombre del Arroyo
Caralla derivando en el actual nombre “El Carayá”. Para 1893 contaba
con 10.300 ha, y entre los adelantos que se incorporaron, se encuentran
bañaderos para vacunos y lanares, 10 molinos, 8 tanques australianos
y bebederos de hierro galvanizado en 7 potreros. Además, tenían 5400
vacunos de los cuales 2400 eran de la raza Hereford y 3700 ovinos de
la raza Romney Marsh. Posteriormente, a partir de 1950, la familia Ac-
quarone unifica San Diego y Carayá en una sola unidad, llegando de este
modo a 1983 a manos de sus actuales propietarios.
Referencias
(1)
Fernández, Miguel Ángel. “San José de Feliciano, un pago con historia 1”. Buenos Aires: De los cuatro vientos, 2006.
(2)
regionlitoral.net/2012/07/feliciano-origenes.html
(3)
turismoentrerios.com/provincia/historia.htm
(4)
es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Iglesia_cat%C3%B3lica_en_Entre_R%C3%ADos_hasta_1810
(5)
es.wikipedia.org/wiki/San_Jos%C3%A9_de_Feliciano
(6)
turismoentrerios.com/provincia/historia.htm
(7)
elhistoriador.com.ar/los-caudillos/
(8)
presidentesargentinos.com/487/justo-jose-de-urquiza-caudillo-y-gobernador-entrerriano-empresario-y-estanciero-primer-presidente-constitucional/
(9)
Lisardo Sierra (El Litoral - 1/3/1926)
1.2.4 Organización Nacional y de la Provincia
El rápido progreso económico, basado principalmente en el ganado
existente, permitió que hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX,
se embarcaran grandes cantidades de cuero, se pusieran en marcha
fábricas para el procesamiento de carne y cebo y se utilizaran las reser-
vas de madera de ñandubay para la producción de postes y las piedras
calizas de buena calidad con que se contaba para la construcción. (6)
Entre Ríos se plegó inmediatamente a la causa de la Revolución de
Mayo y las ciudades de la costa del Paraná abastecieron a la expedición
de Belgrano al Paraguay. (7)
El auge del caudillismo fue un fenómeno social de la América Latina
posterior a la Independencia. Durante el período 1820 - 1835, frente a
la crisis del Estado y a la ausencia durante muchos años de un gobierno
central fuerte, los caudillos se transformaron, en muchos casos, en el
único poder real en sus zonas de influencia. Los caudillos surgen como
una forma de autoridad más cercana a los problemas de la gente. Los
ejércitos gauchos no eran hordas predatorias como las de Atila, sino
que estaban estrechamente vinculados a la institución que les había
dado origen y que se fortalecía cada vez más: la estancia. (8) Hay pocos
personajes como el entrerriano Justo José de Urquiza en la historia
argentina, de carácter egocéntrico, magnánimo y multifacético. Fue
empresario, estanciero, militar, gobernador y primer presidente cons-
titucional, padre de ni más ni menos que 23 hijos reconocidos y un
visionario para su época, revolucionario en sus ideas y acciones. Fue
odiado y amado, hizo evolucionar a su provincia desde lo económico
y social, impulsor de la escuela primaria gratuita construyó innume-
rables establecimientos en su provincia, trajo caudales de inmigrantes
y creó de una forma muy peculiar colonias, constituyéndose durante
más de una década en el hombre más poderoso, desde lo político y
económico, de toda la Argentina. (8)
1.2.5 Siglo XIX - XX Destino final de las propiedades
Pasando por diferentes propietarios, Don Carlos Anderson fue cono-
cido por la fundación de la Estancia San Diego en 1860. Anderson es
considerado el último caudillo entrerriano, quien fue testigo presen-
cial de la muerte del Gral. Urquiza. Carlos Anderson, cuando osten-
taba el grado militar de teniente, se encontraba al lado de uno de sus
hermanos que estaba enfermo en su cama cuando el 11 de abril de
1870 caía asesinado en el Palacio de San José, el Gral. J.J. de Urquiza.
Ambos hermanos integraban la Guardia de ese Palacio. Nada pudie-
ron hacer para salvarle la vida a Urquiza, según manifestó varios años
después, porque fueron aprehendidos por una parte de los asesinos
que penetraron furtivamente en el Palacio. Luego, Carlos Anderson
se pasa a las filas del ejército de López Jordán, combatiendo junto a
este general. (9)
En 1880 el movimiento revolucionario que estalló en Buenos Aires
tenía por bandera al Dr. Carlos Tejedor quien estaba postulado a pre-
sidente de la República. Carlos Anderson junto al Coronel Gaurum-
ba, restablecieron la calma a los habitantes de Concordia entrando
con miles de lanceros de este caudillo de Federación.
Carlos Anderson era muy cercano a Presidente del país, Gral. Julio A.
Roca, habiendo recibido numerosas invitaciones al despacho presi-
dencial. Entre los años 1882 y 1884, fue expedicionario al Chaco. Ter-
minada esta campaña, regresó a su Estancia “San Diego”, alejándose
de los amasijos políticos. A sus estancias llegaban muchas personas
con escaso control y se marchaban de la misma manera, llevando los
caballos que necesitasen. Por eso, muchos se sorprendían al ver caba-
llos de propiedad del Coronel Anderson en Brasil, Paraguay, Bolivia
y Uruguay. Su comportamiento respondía a una honradez ejemplar.
22 23
1
Ambientes y paisajes del ANP
El Carayá.
Fotografía ©Susana Bongiovanni
2
Ambientes y paisajes del ANP
El Carayá.
Fotografía ©Susana Bongiovanni
Mapas catastrales del departamento Feliciano del año 1928. Carta topográfica aprobada por decreto el 3 de agosto de 1926 confeccionada
por el Departamento de Obras Públicas. Fuente: Archivo General de Entre Ríos.
— Fuente: Archivo General de Entre Ríos
24 25
plazo de dos años, hasta que se apruebe la Ley correspondiente. Años
más tarde la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos sancionó con
fuerza de Ley N° 10.534, con fecha 4 de diciembre de 2017, el ANP
“El Carayá”, ratificando el Decreto y declarando oficialmente su pro-
mulgación.
El objetivo principal de la creación del ANP “El Carayá” es la conser-
vación, recuperación y manejo productivo de los ecosistemas de los
bosques nativos y bosques selvas ubicados en la cuenca del Arroyo
Feliciano y sus tributarios, dada la riqueza ambiental que representa
por su biodiversidad, su valor ecosistémico y conectividad biológica.
El ANP “El Carayá” prevé, además, la recuperación de 4.611 ha de
áreas degradadas (Categoría II, según Ley 26.331), para tender al
Ambientes y paisajes del ANP El Carayá.
Fotografías ©Susana Bongiovanni
paisaje natural de los ambientes más representativos y aumentar
la capacidad productiva de los campos naturales con un planteo de
manejo ganadero sustentable y compatible con los recursos natu-
rales.
Por otra parte, es importante mencionar que el ANP “El Carayá”,
presenta en el límite sur un área clausurada de aproximadamente
250 ha como Área Natural Protegida sin actividad pecuaria, sobre
la costa del Arroyo Puerto. Desde hace más de 30 años que contiene
arenales, barrancas, selva en galería y montes selvas, y cuya exten-
sión es de 25,79 km de largo por un ancho promedio de 100 m. El
objeto de esta clausura al pastoreo se realizó con el fin de impedir el
movimiento de hacienda hacia la aguada, evitando la erosión y con-
servando las barrancas y, por ende, la estabilidad del suelo.
1.3
Fundamentación
del ANP
El Carayá
Siendo habituales las visitas por parte de organismos oficia-
les como el Conicet (Povedano, Hernán), Recursos Natura-
les de la Provincia de Entre Ríos (Velazco, Antonio – Gon-
zalez, Conrado), Fauna de la Nación (Ibáñez, Hernán) y la
Universidad Nacional de Entre Ríos a través de la Cátedra Ecología
de los Sistemas Agropecuarios FCA (Sabattini, Rafael y Sabattini,
Julián) siempre asociadas a prácticas de manejo y conservación del
monte nativo, y siendo para Las Taperitas S.A. de mucha importan-
cia conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recur-
sos naturales y una conducta responsable, se propuso la importante
misión de preservar el bosque nativo del Espinal y su fauna para las
futuras generaciones. En 2012, los Sres. Víctor Dopazo, Rafael Sa-
battini y Julián Sabattini presentaron la propuesta de creación del
ANP al Gerente de Producción Ganadera de Las Taperitas S.A., Dr.
MV Lautaro Lucas Sandobal. La misma fue llevada al Directorio de
la empresa, siendo oportunamente aprobada. En tal sentido, comen-
zó la elaboración del proyecto con el objetivo de generar un plan de
manejo tendiente a organizar las actividades productivas actuales y
futuras para optimizar el desarrollo de cada una de ellas sin interfe-
rir con los fines de conservación.
A finales del año 2013, se solicitó la inscripción de un Área Natural
Protegida bajo la modalidad de Reserva de Usos Múltiples, con una
superficie de 10.402 ha correspondiente a la Estancia “El Carayá”. La
misma está ubicada en el Distrito Atencio, departamento Feliciano,
provincia de Entre Ríos (Figura 1.1, 1.2). Según el art. 26 de la Ley
8.967, que establece la creación de un sistema provincial de áreas
naturales protegidas, se entiende por “Reserva de Usos Múltiples a
aquellas áreas con cierto grado de transformación en su condición
natural, en las que se privilegia la convivencia armónica entre las ac-
tividades productivas del hombre y el mantenimiento de los ambien-
tes naturales con sus recursos silvestres. Son zonas apropiadas para
la producción ganadera, forestal y de fauna de valor comercial”.
Posteriormente, en 2015, se declaró por Decreto N°2249/15 MP la
incorporación formal al Sistema Provincial de Áreas Naturales Pro-
tegidas de Entre Ríos. En éste, se estableció la reducción del 40%
de la liquidación del impuesto inmobiliario provisoriamente, por el
26 27
Figura 1.1.
Localización geográfica del ANP ‘El Carayá’: distrito Atencio,
departamento Feliciano y provincia de Entre Ríos.
1.4
Antecedentes
de importancia
En los años 2002 a 2003, se buscaron diversas alternativas
para frenar los procesos de enmalezamiento, entre ellas, se
iniciaron prácticas de pastoreo rotativo sobre una prueba
piloto de 474 ha divididas en 6 potreros, bajo la asistencia
técnica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER (Saba-
ttini et al., 2003).
Posteriormente, en 2012, se plantearon esquemas de manejo basa-
dos en el ordenamiento territorial de bosques nativos a nivel predial,
efectuándose la zonificación del campo y estableciéndose ambientes
de bosques nativos relacionados con las series de suelo. El conoci-
miento de los tipos de montes y sus estados de conservación, permi-
tieron establecer potreros con la caracterización del nivel de enmale-
zamiento y, por ende, la evaluación de la receptividad y carga animal
que soporta el sistema productivo.
Estos lineamientos y la posibilidad de conservar las unidades de am-
biente y vegetación típicos del centro norte de Entre Ríos, más preci-
samente del Espinal ubicado al sur del departamento Feliciano sobre
la cuenca del Arroyo Feliciano, motivaron al desarrollo del presente
plan de manejo del Área Natural Protegida Reserva de Usos Múlti-
ples “El Carayá” sobre una superficie de 10.402 ha.
Es así que el campo, a partir de dos Convenios de Asistencia Técnica
(2012-2016) celebrados con la Facultad de Ciencias Agropecuarias
de la UNER, inició una serie de estudios pioneros sobre la limpieza
química aérea de áreas degradadas para la recuperación de montes
nativos, las unidades de ambiente y vegetación y el impacto de las
hormigas cortadoras de hojas sobre los componentes del ecosiste-
ma, entre otros aspectos. Esta estrategia de la empresa basada en la
conservación de los bosques nativos y de la recuperación de las áreas
degradadas planteó, además, la posibilidad de integrar la produc-
ción pecuaria con la preservación de los recursos naturales, basado
en unidades de ambiente y vegetación (ver Capítulo III), conformado
por la dominancia de tipos de montes y suelo.
28 29
Figura 1.3. Distribución de los potreros,
instalaciones y mensuras cortafuego del
ANP ‘El Carayá’.
vista de la avifauna, se observó que la ubicación del ANP coincidiría
con parte del Área N°8 del AICA, declarada para la conservación del
patrimonio ornitológico (Di Giacomo, 2007).
Por último, se realizó un proyecto de represamiento en el sector de
chacras (aprobado por la Secretaría de Ambiente Sustentable en
2012) con el objetivo de almacenar agua de lluvia para el riego de
arroceras, fundamentalmente.
Figura 1.2. Sector del ANP Reserva de
Usos Múltiples dentro de la Estancia
‘El Carayá’
Trabajos realizados en el área destacan la vulnerabilidad de la Cuen-
ca del Arroyo Feliciano y, en el caso particular del proyecto ANP “El
Carayá”, por la cercanía del Arroyo Puerto (Díaz et al., 2009).
Otro elemento de consideración en la decisión de plantear un plan
de manejo del ANP, fue la extensa superficie de bosques nativos que
permitiría mantener una riqueza florística y su fauna asociada, im-
portante para las diversas unidades ambientales.
A su vez, en 2004, se inició una serie de estudios ligados a la con-
servación de la fauna, mamíferos, anfibios y aves dirigidos por el Dr.
Hernán Povedano y por la UNC. Recientemente, desde el punto de
30 31
CAPÍTULO 2
/1: Profesor Titular Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias
Agropecuarias. Asesor Privado, Responsable Técnico del ANP El Carayá.
e-mail: rsabatti@fca.uner.edu.ar, rsabatti@outlook.com
/2: Ingeniera Agrónoma, Asesora Privada, Responsable Técnica del ANP El Carayá.
e-mail: bongio.susy@hotmail.com
Caracterización del medio
natural y socioeconómico
Sabattini Rafael Alberto 1} / Bongiovanni Susana Nélida 2}
32 33
El ANP El Carayá se encuentra dentro de la “Cuenca del
Arroyo Feliciano” que comprende territorio de la zona agro-
económica homogénea de “Feliciano” – ZAHs Feliciano-
(Engler et al. 2008) basado en la zonificación ecológica y las
fracciones censales del INDEC. La principal vía de comunicación de
la estructura productiva es la Ruta Provincial Nº 1 que comunica la
ciudad de San José de Feliciano con La Paz. En tanto que la Ruta
Provincial N° 28 (de ripio) comunica la zona hacia el norte con Co-
rrientes y al sur con el departamento Federal. Por su parte, la Ruta
Provincial Nº 2 (de ripio) vincula a Feliciano con Federal (Engler et
al. 2008). En esta zona se encuentra instalada una Agencia de Exten-
sión Rural del INTA y un proyecto Minifundio.
Según Engler et al. (2008) las principales producciones agropecua-
rias del ZAHs Feliciano, son la ganadería bovina -representando
la zona de cría más tradicional de la provincia- y ovina, aunque en
los últimos años se observa un importante avance de la agricultu-
ra. Villanova y Díaz (2013) estiman que hay aproximadamente entre
400.000 y 450.000 cabezas bovinas, de las cuales el 78% correspon-
de a ganado bovino y el 22% a ovino, siendo las zonas donde se en-
cuentra la mayor cantidad de ganado ovino de la provincia.
Según el Proyecto SIBER (Sistema Integral de la Bolsa de Entre
Ríos), en la zona se sembraron cultivos agrícolas anuales por 35.000
ha, de las cuales el 52% correspondió a soja con un rendimiento de 25
qq/ha, el 22% arroz con un rendimiento de 79 qq/ha y el resto de los
cultivos participa con valores menores al 10%: maíz 8%, girasol 7%,
trigo 6%, sorgo 5% y lino 1% (Villanova y Díaz, 2013).
Respecto a los canales de comercialización, los productores ganade-
ros lo realizan por medios habituales en toda el área ganadera de la
pampa húmeda. Se vende en forma directa en estancia o en remates
y ferias zonales (Villanova y Díaz, 2013).
La zona se caracteriza por la concentración de unidades productivas
en los estratos menores a 100 ha, los que reúnen el 53% de EAPs
(explotaciones agropecuarias) y ocupan el 5% de la superficie. Cabe
destacar que las EAPs del estrato de 500 ha o más, que representan el
2.1
Descripción del
entorno socioeconómico
18% del total, ocupan el 81% de la superficie de esta zona y poseen
una superficie media de 734 ha y 3.142 ha en los estratos de 500 a
1.199 o más de 1.200 ha respectivamente (Engler et al. 2008).
El régimen de tenencia que predomina es el de propiedad ocupando
el 83% de la superficie censada de la zona. Al considerar las distintas
formas de tenencia por EAPs, el 72% de las mismas están en forma
exclusiva bajo el régimen de propiedad, ocupando el 77% de la super-
ficie, mientras que solo el 8% de las EAPs presentan superficie propia
y arrendada, ocupando el 10% del área censada en la zona (Engler y
otros, 2008). Los sistemas de producción de la zona se caracterizan
por contar con EAPs con orientación predominantemente ganadera
en el 97% de los casos y de la superficie censada. Los sistemas predo-
minantes son el ganadero de bovinos de carne y ovinos. Ambos tota-
lizan el 87% de las EAPs y el 71% de la superficie censada de la zona.
Según Engler et al. (2008), las formas de organización social del tra-
bajo mayoritariamente están basadas en una organización social de
tipo familiar con orientación ganadera, tanto las EAPs con mano de
obra familiar como las no familiares corresponden a esta orientación
productiva en un 97 y 96% respectivamente.
2.1.1 Personal del establecimiento
El factor social en el ANP El Carayá refleja una situación preponde-
rante en el manejo y control del Área Natural Protegida. La Estancia
“El Carayá” cuenta con una dotación de 19 personas que, en su gran
mayoría, viven en el campo (Figura 2.1), garantizando el cuidado del
ambiente y ejerciendo su rol de custodia ante el ingreso de personas
no autorizadas y que ocasionan daños sobre la flora y la fauna del
lugar. Por otra parte, el personal de campo realiza periódicamente ca-
pacitaciones y entrenamientos específicos sobre el cuidado del medio
ambiente, siguiendo la política de capacitación y mejora continua de
los recursos humanos de la empresa.
34 35
Figura 2.1. Organigrama del ANP El Carayá en 2019.
DE A PIÉ ADMINISTRACIÓN PASTURAS CARAYÁ YATEBURÍ SAN DIEGO TRACTORISTAS
Coordinador
Víctor Dopazo
Especializado
Damián
Hidalgo
Administrativa
Miriam
Stivanello
Capataz
Esteban
Aguirre
Tractorista
Heriberto
Almada
Capataz
Horacio
Juárez
Peón General
Alcides
Juárez
Peón General
Luis Miguel
Juárez
Peón General
José María
Quintana
Capataz
Pascual
Bargas
Capataz
Ramón
Alegre
Peón General
Luis
Valdez
Peón General
Leonardo
González
Peón General
William
Ojeda
Peón General
Ramón
Juárez
Peón General
César
Juárez
Peón General
Oscar
Ojeda
Encargado Tractorista
Gabriel Aguilar
La provincia de Entre Ríos se encuentra ubicada dentro de
los climas de Dominio Atlántico caracterizado por la exis-
tencia de gradientes térmicos con marcadas diferencias
hídricas. Está dividida en dos regiones climáticas: una pe-
queña franja al norte de la provincia que corresponde al clima Sub-
tropical Húmedo de Llanura, y otra que cubre el resto de su territorio
y corresponde al clima Templado Húmedo de Llanura (Rojas y Sa-
luso, 1987). Según la clasificación climática de Daus y García Gache
(1955), la parte norte de Entre Ríos corresponde al clima subtropical
sin estación seca, que se caracteriza por su escasa oscilación anual de
temperatura y abundancia de precipitaciones que no faltan en nin-
gún mes.
El ANP El Carayá se encuentra en una posición intermedia por su
condición geográfica, pero corresponde a la región Subtropical Hú-
medo de Llanura (Figura 2.2). Es una planicie que se encuentra con-
dicionada por los vientos húmedos del anticiclón del Atlántico Sur
y temporalmente por el Pampero provocando lluvias y descensos de
temperatura en su frente de avance, o bien por la Sudestada, que in-
2.2
Caracterización
climática
troduce aire frío saturado de humedad, que da lugar a períodos pro-
longados de lluvias y temperaturas muy estables. Por la suavidad y
ausencia de situaciones extremas, tiene una muy buena aptitud para
el cultivo de secano de cereales y forrajeras y la cría de ganado.
La temperatura media anual de la provincia, por su posición geográ-
fica intermedia entre el ecuador y el polo, aumenta latitudinalmente
de Sur a Norte de 17 a 20,5º C, siendo enero el mes más cálido con
temperaturas promedio de 25 a 27° C, y julio el mes más riguroso con
una temperatura media de 12 a 14º C, respectivamente (Figura 2.2).
En la zona de Feliciano (LS 30º 37’ – LO 58º 49’), la temperatura
media anual es de 18,9º C, mientras que la temperatura máxima
promedio es de 24,8º C. En las épocas invernales el promedio de
la temperatura mínima es de 12º C, lo que indica la poca amplitud
térmica anual (aproximadamente de 12° a 14° C), característica que
corrobora el clima subtropical (Plan Mapa de Suelos, 1986). La fe-
cha promedio de la primera helada para el norte de la provincia es el
11 de julio y de la última helada el 11 de agosto, aunque se han
36 37
Figura 2.2. Caracterización climática de Entre Ríos (Templado Húmedo y Subtropical Húmedo); Isotermas; Isohietas (Pp) y Evapotraspiración anual (ETP). Tomado
de Rojas y Saluso (1987). Figura 2.3. Evolución de las precipitaciones históricas anuales de la Estancia “El Ca-
rayá” (1982-2018). En línea verde se muestra el promedio anual del período (1.401
mm).
Figura 2.4. Distribución de las precipitaciones mínimas, medias y máximas
promedio de la Estancia “El Carayá” durante el período 1982 a 2018.
registrado algunas extremas en mayo y septiembre.
La precipitación media anual disminuye en forma gradual de NE a
SO y oscila entre 1.000 y 1.300 mm en años normales, sin las influen-
cias de los fenómenos de La Niña o El Niño, concentradas entre octu-
bre y marzo (Figura 2.2). Además de la regularidad de las precipita-
ciones, la gran cantidad de ríos y arroyos que atraviesan la provincia,
brindan su cuota de humedad al suelo y al aire.
Teniendo en cuenta la cercanía del área de estudio y la faltante de in-
formación de la precipitación histórica, se considera más cercano con
la localidad de Federal, donde se registraron precipitaciones medias
de 1.130 mm anuales durante el período 1934-1970 con un prome-
dio de 72 días anuales con precipitación según el INTA (Plan Mapa
de Suelos, 1986). En el mismo período se registraron precipitaciones
máximas absolutas de 1915,8 mm anuales y 776,3 mm anuales de pre-
cipitaciones mínimas absolutas.
En la Estancia “El Carayá” en el período 1988 a 2018, se registró un
aumento del 7,6% en las precipitaciones promedio anuales (1.401
mm), comparadas con los años 1950 a 1981 (1.301 mm). Además, se
observa que, en los últimos 25 años, solo 11 de ellos registraron pre-
cipitaciones anuales mayores a la media, mientras que las restantes
están por debajo (Figura 2.3). Es importante destacar que en 2004 se
registró el año con menores precipitaciones (762 mm anuales) mien-
tras que en 2002 se registró la precipitación máxima anual del perío-
do (2.409 mm anuales).
La distribución mensual concentra la mayor pluviometría en Prima-
vera-Verano, durante los meses de octubre hasta fines de abril, mien-
tras que en épocas invernales existe un marcado descenso de las preci-
pitaciones. En la Figura 2.4 se observa que la variación mensual de las
precipitaciones mínimas y máximas promedio son mayores durante
los meses de enero, febrero, marzo, octubre, noviembre y diciembre;
mientras que en los restantes se describe una tendencia constante y
de menor variación.
1982
1984
1986
1988
1990
1992
1994
1996
1998
2000
2002
2004
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
38 39
Relieves planos con vegetación boscosa. Fotografía © Julián Sabattini. Lomadas planas con pendientes largas y suaves. Fotografía © Julián Sabattini.
En términos geológicos, la región contiene materiales an-
tiguos de areniscas y toscas del período cretácico que se
hundieron de este a oeste. Posteriormente, se depositaron
arenas y arcilitas verdes del ingreso marino correspondiente
al mar epicontinental, llamado Paranense por algunos autores. Los
materiales fueron depositados en tres etapas: la inferior arenosa de
carácter litoral o entrerrianense, una intermedia de arcillas grisáceas,
y una final de arenas cuarzosas denominadas “arenas Puelchenses” o
también llamada “Formación Ituzaingó” (Iriondo, 1980). Durante el
Pleistoceno medio se depositaron los sedimentos de origen lacustre
o palustre de la Formación Hernandarias, que tienen su importancia
por ser el material parental que generó los suelos vertisoles, alfisoles
y algunos molisoles característicos de la región del ANP El Carayá.
Esta unidad geológica, se encuentra dividida a su vez, en tres subu-
nidades en función del depósito: una basal arcillosa, una intermedia
con arcillas y abundantes cristales de yeso y una superior de arcillas
limosas con carbonato de calcio. Esta región tiene su importancia ya
que da origen a suelos ubicados sobre las adyacencias y pendientes
de la cuchilla de Montiel. Sin embargo, en el Holoceno se deposi-
2.3
Geomorfología,
topografía y suelos
taron sedimentos muy finos de origen eólico que generan paisajes
muy característicos de la zona. Estos presentan altos contenidos de
limo pertenecientes a la Formación San Guillermo (Iriondo, 1980),
constituyendo un epipedón de características mólicas propias de los
vertisoles del área de estudio y dan origen a los suelos denominados
“Bañados de Altura”.
En este sentido, se construyó un paisaje similar al actual, de colinas
erosionadas suavemente onduladas conocidas como “peniplanicie”.
Es por ello que en la región coexiste un balance entre pedogénesis
-formación de suelos sobre sedimentos-, y morfogénesis -construc-
ción de nuevas formas de relieve-, que por lógica se producen en la
naturaleza a expensas del suelo antiguo al que destruye. Es importan-
te mencionar que la estructura original sufrió sucesivos deslocamien-
tos a lo largo de las dos últimas eras geológicas provocando fallas,
como por ejemplo el curso del arroyo Feliciano o río Gualeguay. La
peniplanicie característica de la región cubre prácticamente todo el
territorio del norte entrerriano. Es una formación estructural muy
antigua, caracterizada por pendientes largas entre 500 y 1.000 me-
tros entre 0,5 a 2,5% de intensidad, constituyendo un paisaje homo-
géneo con dominio de suelos vertisoles -principalmente Peludertes
argiudólicos y árgicos- y suelos asociados del orden alfisol -como los
Ocracualfes vérticos- en las áreas más planas y del orden molisol en
los pies de lomas y sectores cóncavos.
Teniendo en cuenta lo mencionado, el ANP El Carayá se encuentra
representada por el relieve de las “Altillanuras de la Cuchilla de Mon-
tiel”, caracterizada por áreas planas a muy suavemente onduladas cu-
biertas por grandes extensiones de monte xerófilo del Montiel. Consi-
derando los modelos digitales de elevación disponibles, presenta una
variabilidad topográfica entre los 48 y 75 m.s.n.m., tomados como
valor mínimo y máximo topográfico (Figura 2.5). Los valores más
bajos corresponden a las áreas adyacentes al Arroyo Puerto y a sus
tributarios, mientras que los valores topográficos más altos se ubican
en la zona centro este del establecimiento.
40 41
Figura 2.5. Modelo digital de terreno del ANP El Carayá. Tomado del Shuttle Radar Topography Mission (SRTM, NASA).
Pendientes suaves en el bosque del Espinal. Fotografía © Julián Sabattini. Vista aérea del relieve del ANP El Carayá © Julián Sabattini.
En la caracterización edáfica se consideró la Carta de Suelo del De-
partamento Feliciano (INTA Plan Mapa de Suelos, 1986), la descrip-
ción de suelos realizado por la Cátedra de Ecología de los Sistemas
Agropecuarios FCA-UNER (Sabattini et al. 2013), y la revisión e
interpretación in situ de las unidades presentes. En base a lo men-
cionado, los suelos del ANP El Carayá responden mayoritariamente
a suelos del Orden Alfisol. A los mismos se los suele llamar suelos “la-
vados” debido a sus horizontes superficiales someros (15 cm o menos)
muy lixiviados de colores claros y de estructura masiva. El endopedón
suele ser arcilloso con más del 35% de saturación de bases con fuer-
te estructuración prismática o columnar que constituye un horizon-
te argílico fuertemente desarrollado más conocido como “Bt” (Plan
Mapa de Suelos, 1986). Sin embargo, se encuentran otros suelos que
responden al Orden Molisol ubicados en áreas planas que no tienen
red de drenaje definida o bien muy incipiente. Generalmente tienen
un epipedón mólico profundo y oscuro de textura franco-limosa, pero
con un endopedón argílico con abundantes caras de fricción y grietas
cuando se secan. Según lo mencionado, el ANP El Carayá está com-
puesto por cinco unidades cartográficas de suelo (Figura 2.6):
· Serie Garat (Argiuacuoles vérticos).
· Asociación A° Quebracho-Garat (60% Serie A° Quebracho - 40%
Serie Garat).
· Asociación A° Quebracho-Grecco (60% Serie A° Quebracho -
40% Serie Grecco).
· Serie Grecco (Ocracualfes vérticos).
· Complejo Arroyo Feliciano (suelo perteneciente al Subgrupo Ha-
placuentes).
42 43
La Serie Garat se localiza en el área Noreste de la Estancia “El Cara-
yá”, donde se encuentran las mejores condiciones de suelo, corres-
pondiente a los lotes: Fortín, 10, 11 Norte, 11 Tajamar, 11 Sur, 9a, 9b, 9
Sur Oeste, sector Norte, 9 Norte y sector Sur (Figura 1.3). Son suelos
clasificados como Argiuacuoles vérticos, con epipedón mólico (hori-
zonte con más de 1% de materia orgánica, friable y buena fertilidad
natural), saturados con agua durante algún período del año y con un
horizonte subsuperficial que reúne las condiciones para ser definido
como argílico, según el sistema de clasificación Soil Taxonomy (Soil
Survey Staff, 1992). Es una serie típica de los bañados de altura. Ocu-
pan áreas planas ubicadas a una altura entre 65 y 80 metros sobre el
nivel del mar, donde las pendientes son nulas a muy suaves que dan
lugar a la formación de una red de avenamiento lagunar. El horizonte
superior tiene un espesor comprendido entre 15 y 18 cm de profundi-
dad, de textura franco arcillo limosa y con una densidad aparente de
1,35 g/cm3 (Tabla 2.1).
Esta serie presenta una aptitud de uso muy restringida para cualquier
sistema de utilización que incluya cultivos, a excepción del arroz. Las
condiciones de drenaje y la disponibilidad de agua subterránea son
condiciones que favorecen a la producción arrocera. Estos suelos están
entre los más aptos para las pasturas naturales, sin embargo existe el
peligro de que el pastoreo intensivo origine una degradación de su es-
tructura por el pisoteo (Plan Mapa de Suelos de la Provincia de Entre
Ríos, 1984). En síntesis, desde el punto de vista de fertilidad química,
son suelos que tienen marcadas deficiencias de P, pero son adecua-
dos en el resto de las variables químicas. Sin embargo presentan serios
problemas de fertilidad física producidos por el exceso de agua, tanto
en superficie como en el perfil. El contenido de Carbono está relacio-
nado con el grado de enmalezamiento que presenta el monte nativo.
Suelos con alto contenido de arcilla. Fotografías © Julián Sabattini.
Figura 2.6. Distribución de las series de suelos Estancia “El Carayá”. Tomado de Sabattini y otros (2013).
44 45
Clase de Suelo pH C %
CIC
Cmol(c)
kg-1
Ca
Inter Cmol
(c) kg-1
PSI %
C.E.
dS m-1
Dosis
Equiv. P
Kg ha-1
P mg
kg-1Nt %
Asociación Serie Aº
Quebracho y Garat
Serie Grecco
Asociación Serie Aº
Quebracho y Grecco
Serie Garat
Complejo Arroyo
Feliciano
6.33
6.42
6.38
6.71
5.2
1.99
1.64
1.93
2.63
1.79
0.171
0.152
0.173
0.234
0.170
4.8
3.8
3.9
4.9
4.2
15.0
14.8
15.7
14.9
17.3
29.4
32.2
28.8
30.1
38.4
14.1
24.0
19.3
15.5
25.4
1.9
2.4
1.9
2.4
3.4
0.504
0.594
0.581
0.610
0.300
C: carbono orgánico total; Nt: nitrógeno total; P: fósforo extraíble; Dosis Equiv. P: dosis equivalente de fósforo en kg de superfosfato
triple de calcio por ha para elevar el P extraíble en una unidad; CIC: capacidad intercambio catiónica; Ca Inter.: Ca intercambiable;
PSI: porcentaje sodio intercambiable; C.E.: conductividad eléctrica. Los datos corresponden a los valores medios obtenidos.
La Asociación A° Quebracho-Garat se encuentra representada en
los lotes 9 Ruta, 9 Norte, sector Norte, 8 Norte y 8 Sur, 4 Este,
India Muerta, 20, 21, 4 Quebracho Este, 4 Quebracho Oeste, Pi-
quete 4 Quebracho, 16, 4 Sur Este y Sur Oeste y 6 Yaterubí, sector
Noreste (Figura 1.3). Corresponden a la Asociación constituida por
la Serie Arroyo Quebracho (Ocracualfe vértico) y la Serie Garat (Ar-
giuacuoles vérticos), con dominancia de las características de Arroyo
Quebracho. En esta unidad cartográfica se evaluaron contenidos de
P ligeramente altos y bien provistos de materia orgánica, que se ve
reflejado en la vegetación fundamentalmente por un mayor grado de
enmalezamiento con arbustivas.
En el resto del área se encuentra la Asociación A° Quebracho-Grec-
co, dominando la serie Arroyo Quebracho (Ocracualfe vértico) con
algunos sectores diferenciados que corresponden a la Serie Grecco
(Ocracualfe vértico). Se encuentra en los lotes: 15 Sur, 51, 50, sector
Oeste del lote 52, sector Sureste del lote 12, 5 Norte, lote 5 San Diego,
9 medio Oeste, 9 Norte Oeste, sector SE, 18, 9 Costa y 9 Medio Este
(Figura 1.3). Los Ocracualfe son suelos sin epipedón mólico y con ho-
rizonte subsuperficial argílico. Se localiza en un paisaje subnormal,
con pendientes largas y muy suaves, con gradientes menores al 1 %.
Por su relieve casi plano y su permeabilidad extremadamente lenta, el
agua de lluvia queda estancada por períodos prolongados, lo que ex-
plica la abundante presencia de moteados y concreciones ferromag-
nesíferas en todo, o casi todo, el perfil (Plan Mapa de Suelos de la Pro-
vincia de Entre Ríos, 1984). La Serie Arroyo Quebracho domina en
cuanto a la superficie que ocupa en el establecimiento, caracterizados
fundamentalmente por ser suelos con materiales densos y arcillosos.
Es un Ocracualfe vértico que se encuentra en las áreas de pendientes
suaves, con un espesor del horizonte A de 15 cm máximo, muy lixivia
do, que se encharca por largos períodos. Esta serie está asociada con
la Serie Garat y la Serie Grecco. Poseen un epipedón de color claro,
moderadamente lixiviado y degradado, de textura franco-arcillo-li-
mosa y un horizonte argílico muy oscuro con concreciones calcáreas a
partir de los 40 cm y cristales de yeso a los 70 cm de profundidad. Su
capacidad de drenaje es mala, de napa profunda y con escurrimiento
superficial lento.
La Serie Grecco es también un suelo clasificado como Ocracualfe vér-
tico (Soil Survey Staff, 1992), que se ubica en pequeñas planicies bien
definidas, relativamente más altas dentro del paisaje subnormal de
pendientes largas y suaves donde se encuentra la Serie Arroyo Que-
bracho (Figura 6). Normalmente se caracteriza por la dominancia de
palma caranday. Según lo informado en la Carta de Suelos, puede
esperarse que en profundidad se presenten horizontes alcalinos, con
más del 10% de saturación de sodio del complejo de cambio. Esta
característica podría afectar el normal desarrollo de las plantas, lo
que significa que este aspecto debe tenerse en cuenta al momento de
establecer el uso al que se destine a estas áreas. Presenta un horizonte
superior muy lixiviado con espesores que varían entre los 10 a 25 cm,
de textura franco limoso y estructura en bloques. Los moteados de
hierro-manganeso son comunes evidenciando problemas de hidro-
morfismo. Presenta un horizonte B textural arcillo-limoso, denso y
poco permeable y penetrable por las raíces, con estructura prismática
y cristales de sulfato de calcio (yeso).
Zona baja (inundable) con alta retención de agua superficial luego de precipi-
taciones. Fotografía © Rafael Sabattini.
Retención de agua en superficie en bosques nativos del ANP El Carayá.
Fotografía © Julián Sabattini.
Tabla 2.1. Características físico-quí-
micas correspondientes a las clases de
suelo relevadas en la Estancia “El Cara-
yá” (Sabattini et al., 2015)
46 47
Por último, cercano al arroyo El Puerto, se presentan suelos poco
evolucionados, formados por capas aluviales pertenecientes al Sub-
grupo Haplacuentes del Complejo Arroyo Feliciano. Estos suelos se
caracterizan por presentar una disposición en capas de texturas va-
riables, siendo común que los superficiales sean más limosos y que en
los profundos, el contenido de arcilla aumente. Son imperfectamente
bien drenados y se inundan con cada crecida del arroyo, aunque sólo
por corto tiempo. Presentan mala estructuración en superficie siendo
intensa la lixiviación en este sector del perfil (INTA Plan Mapa de
Suelos, 1986).
Considerando el análisis de Sabattini et al. (2015) en la Figura 2.7
se sintetiza el perfil topográfico del ANP El Carayá relacionando las
unidades cartográficas de suelo descriptas precedentemente y su ve-
getación asociada (ver descripción en Capítulo III).
Figura 2.7. Esquema del perfil topográfico, suelos y estratos vegetales Estancia “El Carayá”. Tomado de Sabattini et al (2015).
El ANP El Carayá se encuentra en la cuenca A° Feliciano
perteneciente a la Cuenca del Plata. La misma presenta un
área de 8.199,4 km2, y según Díaz et al. (2009) está afectada
por una intensa agriculturización y cambio repentino en el uso del
suelo, pasando de una ganadería extensiva bajo monte natural, a un
uso arrocero y sojero.
El campo está limitado al Sur por el A° Puerto que desemboca en el
A° Feliciano, ubicado a 8,5 km al Oeste. El A° Feliciano nace en la Lo-
mada del Mocoretá al Este de San José de Feliciano, y fluye del Oeste
al Sudoeste atravesando Entre Ríos hasta desembocar en un brazo
del río Paraná denominado riacho Alcaraz, cerca de Puerto Algarro-
bo (Figura 2.8). En su curso de 198 km recibe el agua de numerosos
arroyos, entre los que se encuentran: Víboras, Atencio, Quebrachos,
Puerto, Estacas Este, Banderas, De Las Achiras, Del Yeso, Estacas,
Chimango, Don Gonzalo, Las Palmitas, Grande y Alcaraz. La mayo-
ría de los arroyos nace en las faldas de la cuchilla de Montiel.
Estudios realizados por Díaz et al. (2009) y Romero et al. (2010) so-
bre la cuenca A° Feliciano, analizaron la vulnerabilidad de ésta a la
contaminación de los acuíferos destinados a suministrar agua para
consumo humano, abastecimiento para riego y abrevado de anima-
les. En tal sentido, el ANP El Carayá presenta en zonas de media
loma a lomas planas una vulnerabilidad baja a moderada, mientras
que adyacente al A° Puerto, es alta. Esto indica la importancia de pre-
servar estas áreas utilizadas como protectores de cuencas naturales.
2.4
Hidrología
48 49
Referencias
DAUS FA, GARCÍA GACHE R. 1955. Geografía física de la Argentina. Buenos Aires, Estrada. (Original no consultado, citado en CHIOZZA, E.M. y GONZALEZ van DO-
MSELAAR, Z. Clima. Cap. 1, pág. 94 en APARICIO, F. de la Argentina suma de geografía. Tomo II, Buenos Aires, Peuser, 1958).
DIAZ EL, ROMERO EC, BOSCHETTI NG, DUARTE OC. 2009. Vulnerabilidad del agua subterránea en la cuenca del Arroyo Feliciano. Entre Ríos, Argentina. Boletín
Geológico y Minero ISSN:0366-0176, 120(4):533-542.
ENGLER P, RODRIGUEZ M, CANCIO R, HANDLOSER M, VERA L. 2008. Zonas AgroEconómicas Homogéneas Entre Ríos: Descripción ambiental, socioeconómica y
productiva. Estudios socioeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de producción y recursos naturales. ISSN 1851-6955. EEA Paraná N°6. 150 pp.
IRIONDO MH. 1980. El Cuaternario de Entre Ríos. Revista Asociación Ciencias Naturales del Litoral 11:125-141
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Gobierno de Entre Ríos. 3º edición. 109 pp. ISSN 0325-9099
Plan Mapa de Suelos Provincia de Entre Ríos. 1986. Carta de Suelos de la República Argentina. Departamento Feliciano, Provincia de Entre Ríos. Serie Relevamiento de
recursos naturales Nº3. Convenio INTA Gobierno de Entre Ríos. 96 pp.
ROJAS A, SALUSO JH. 1987. Informe Climático de la Provincia de Entre Ríos. INTA EEA Paraná, Publicación Técnica Nº 14. Entre Ríos, Argentina. 20 pp.
ROMERO EC, DIAZ EL, BOSCHETTI NG, DUARTE OC. 2010. Aplicación de un SIG para estimar la vulnerabilidad del agua subterránea a los pesticidas en la Cuenca
del Arroyo Feliciano. Entre Ríos. Argentina. Revista Científica Agropecuaria 14(1):15-25.
SABATTINI JA, BOSCHETTI NG, SABATTINI RA, QUINTERO C, BEFANI R, HERNANDEZ JP. 2015. Unidades de vegetación de un bosque nativo según condiciones
edáficas (Entre Ríos, Argentina). Revista científica de investigación y difusión científica agropecuaria, 19(2):79-96.
SABATTINI RA, BOSCHETTI NG, QUINTERO CE, HERNANDEZ JP, BEFANI R, SABATTINI I, CIAN JC, SABATTINI JA, KRUGER A, ARBELLO P. 2013. Zonificación:
Diagnóstico estado de los montes nativos y tipos de suelo. Informe Técnico Final. Estancia El Carayá. Convenio Asistencia Técnica Las Taperitas SA y FCA-UNER. 40 pp.
Soil Survey Staff. 1992. Keys to Soil Taxonomy. United States Department of Agriculture Soil Conservation Service. Sixth Edition. 306 pp.
VILLANOVA G, DIAZ R. 2013. Capítulo 18: Caracterización socioeconómica de la región denominada “Cuenca del Arroyo Feliciano” 371-400. En: Bases conceptuales
y metodológicas para el ordenamiento territorial en el medio rural. Compiladores: Giayetto O, Plevich J, Lallana VH, Pilatti M. 1° Edición – Editorial Libroclic. Río Cuarto,
Córdoba. ISBN: 978-987-29233-0-3. 672 pp.
Figura 2.8. Red hidrográfica del ANP El Carayá.
50 51
CAPÍTULO 3
/1: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias
(UNER). Asesor Privado, Responsable Técnico del ANP “El Carayá”.
e-mail: rafael.sabattini@fca.uner.edu.ar
/2: Cátedra de Edafología, Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER).
e-mail: gboschet@fca.uner.edu.ar
/3: Ingeniero Agrónomo, Colaborador Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios
(FCA-UNER).
e-mail: juancarloscian@hotmail.com
/4: Cátedra de Estadística y Diseño Experimental, Facultad de Ciencias Agropecuarias
(UNER).
e-mail: afuomar@yahoo.com.ar
Caracterización de la vegetación, unidades
ambientales y asociaciones edáficas
Sabattini Rafael Alberto 1} / Sabattini Julián Alberto 1} / Boschetti Norma Graciela 2} /
Quintero César 2} / Cian Juan Carlos 3} / Befani Romina 3} / Hernandez Juan Pablo 3} /
Urteaga Omar Florencia 4} / Sabattini Iván Alberto 3}
52 53
Según Cabrera (1976), el área de estudio corresponde a la
provincia fitogeográfica del Espinal, que se caracteriza por
bosques xerófilos -también denominados montes nativos
por lugareños- del distrito Ñandubay dominados por Pro-
sopis nigra Griseb. “algarrobo negro”, P. affinis Spreng. “ñandubay”
y Vachellia caven Molina “espinillo o aromo”; todas especies de la
comunidad clímax. La misma presenta un solo estrato arbóreo que
raramente supera los 10 metros de altura, acompañada de un estrato
arbustivo y herbáceo. En este sentido, el ñandubay es un árbol de
altura no mayor a 10 metros con tronco de 40 cm de diámetro y flo-
res amarillentas. La madera es utilizada para postes de alambrados,
carbón o directamente como leña. Por otra parte, el algarrobo negro
presenta fustes de hasta 1 metro de diámetro con una copa muy an-
cha y su madera tiene usos variados, desde aplicaciones en carpinte-
ría hasta fabricación de carbón. Sus frutos son excelentes forrajeras
para ganado e incluso se utilizan para la alimentación humana. Otros
elementos del estrato arbóreo abundantes en la comunidad son el
espinillo o aromo, pero también acompañan Geoffroea decorticans
Burkart “chañar”, Schinus molle L. “molle”, Scutia buxifolia Reissek
“coronillo”, Sideroxylon obtusifolium Roem. & Schult. “guaranina”,
Zanthoxylum fagara (L.) Sarg. “tembetarí”, Aspidosperma quebra-
cho-blanco Schltr. “quebracho blanco”, entre otros. Además, puede
hallarse Trithrinax campestris Drude & Griseb. “palma caranday” en
forma aislada o en colonias más o menos extensas. Además, presenta
una altura escasa de entre 2 y 4 metros, las hojas son utilizadas para
la fabricación de canastas, abanicos y otros objetos, y sus fibras se
usan en el yute para la fabricación de bolsas. El estrato arbustivo está
dominado por especies del género Baccharis spp., Eupatorium spp.,
y Aloysa spp., e integrado por Senna corymbosa H.S.Irwin & Bar-
neby, Tabernaemontana catharinensis A. DC., Eugenia uniflora L.,
Buddleja stachydioides Cham. & Schltdl., entre otras. Las cactáceas
están representadas por Cereus repandus (L.) Mill. “cardón” y varias
especies de Opuntia spp. y Harrisia spp. Por otro lado, el estrato her-
báceo de la comunidad clímax, es rico en gramíneas del género Stipa,
Setaria, Bothriochloa, Arístida, Paspalum, Briza, entre otras.
3.1
Descripción de la
vegetación y su entorno
Bosques nativos típicos del Espinal entrerriano con dominancia de algarrobo negro, acompañado de ñandubay, espinillo y, eventualmente, palma caranday.
54 55
Por otra parte, en el distrito Ñandubay se presentan ejemplares de
palmera yatay Butia yatay -Mart. Becc.- típicas de la comunidad
seral. Son frecuentes en el nordeste de la República Argentina, es-
pecialmente en Corrientes y Entre Ríos. Generalmente se encuen-
tran en suelos arenosos más o menos ácidos, a veces con subsuelos
rocosos a poca profundidad, como también con altos contenidos de
limo. En los palmares más puros la esencia arbórea es exclusiva de
palmera yatay, de alturas superiores a 10 metros, donde los troncos
se pudren fácilmente por ende no tiene uso. Bajo las palmeras pue-
den aparecer árboles de Schinus longifolia (Lindl.) Speg., Sapium
haematospermun Müll.Arg. “curupí”, entre otras. Otras especies
frecuentes son Baccharis coridifolia DC “mio-mio” y Sida rhombi-
folia L. “escoba dura”. El estrato herbáceo se encuentra dominado
por gramíneas de Andropogon, Paspalum, Briza, Panicum, Stipa,
Sporobolus, Setaria, Deyeuxia, Chloris, entre otras. Sin embargo,
el tapiz herbáceo se encuentra conformado por numerosas ciperá-
ceas del género Cyperus spp., conjunto con leguminosas herbáceas
que crecen del género Crotalaria spp, Adesmia spp., Mimosa spp.,
y Desmodium spp. Entre las hojas de palmeras pueden crecer di-
versas epífitas como “el clavel del aire” (Tillandsia recurvata o T.
bandensis).
Epífitas del ANP “El Carayá”. Fotografías © Susana Bongiovanni.
Vista aérea de los bosques nativos del ANP “El Carayá”. Fotografías © Julián Sabattini
56 57
Bosques nativos con palmares de Butia Yatay. Fotografía © Rafael Sabattini. Solitario quebracho blanco en el espinal entrerriano. Fotografía © Rafael
Sabattini.
Bosques nativos bajos y abiertos dominados por ñandubayes característicos de la ecorregión Espinal. Fotografías © Susana Bongiovanni.
58 59
Los bosques nativos de la región son heterogéneos por la fisono-
mía y estructura del estrato arbóreo, y por el desarrollo del estrato
arbustivo, a causa de la diversidad en los suelos y la profusa hidro-
gráfica que surca la región. En general, el estado actual de estos
ecosistemas se caracteriza por la ubicación dentro de la sucesión
vegetal, siendo los bosques secundarios los dominantes en exten-
sión en el área de estudio con un 20 a 25% de cobertura vegetal, que
corresponden a etapas intermedias en las que mejora la diversidad,
pero aún no se estabiliza (Sabattini et al. 1999). En este sentido, y
teniendo en cuenta la heterogeneidad fisionómica, estructural y flo-
rística del ANP “El Carayá”, es importante mencionar que presenta
rasgos fitogeográficos de la provincia Paranaense sobre la margen
del Arroyo Puerto y todos los tributarios menores. Es por ello que se
forma una región ecotonal donde se comparte la vegetación de cada
uno de los estratos de ambas provincias (Espinal y Paranaense).
La provincia Paranaense cubre todo el territorio de Misiones y el ex-
tremo nordeste de Corrientes, extendiéndose las selvas marginales
hacia el sur, formando angostas galerías a lo largo de los ríos Paraná
y Uruguay, ingresando sus rasgos por arroyos y tributarios. La vege-
tación dominante es la Selva, dado que está estrechamente relacio-
nada con la Provincia Atlántica del sur del Brasil y también con la
Provincia de las Yungas, pero en la región de Entre Ríos se expresa
como el distrito de las Selvas Mixtas, propuesto por Cabrera (1976).
En particular, se expresan la comunidad seral típica del distrito co-
nocido como “Selvas Marginales”, que incluye muchos árboles de la
Selva clímax, como Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong
“timbó”, Handroanthus impetiginosus Standl. “lapacho rosado”,
Peltophorum dubium Taub. “ibirapitá”, etc., pero hay varias espe-
cies que son exclusivas o adquieren mayor importancia de esta co-
munidad. Entre ellas pueden mencionarse “laurel blanco” (Ocotea
acutifolia Mez), “laurel del río” (Nectandra falcifolia Nees), “ceibo”
(Erythrina crista-galli L.), “inga” (Inga uruguensis Hook. & Arn.),
“sauce criollo” (Salix humboldtiana Willd.), “curpies o lecherones”
(Sapium haematospermum Müll.Arg.), entre otras.
Ambientes ecotonales entre las ecorregiones Espinal y Paranaense del ANP “El Carayá”. Fotografías © Rafael y Julián Sabattini.
60 61
Durante el año 2012 se realizó un relevamiento de la vegetación,
para conocer el estado de conservación del bosque nativo. Para ello
se recolectó información por medio de 85 puntos de muestreo geo-
rreferenciados con GPS durante los meses de abril a julio y con el
apoyo de imágenes satelitales. En cada punto de muestreo se ca-
racterizó el bosque nativo según Sabattini et al. (2010) en el cual se
registran las especies arbóreas (nativas y exóticas) y arbustivas más
conspicuas. Además, se determinó su posición en la sucesión vege-
tal, el tipo de bosque nativo y su degradación según Sabattini et al.
(1999, 2013) y Sabattini et al. (2015), evaluándose el sobrepastoreo,
entresaca, suelo desnudo, fuego y desmonte. El nivel de arbustiza-
ción se cuantificó a través de una escala de cobertura vegetal: Clase
+ (menos del 5 % de cobertura de arbustivas), Clase 1 (5-15% de
cobertura de arbustivas), Clase 2 (16-25% de cobertura de arbus-
tivas), Clase 3 (26-50% de cobertura de arbustivas) y Clase 4 (más
del 50% de cobertura de arbustivas). En cada punto de muestreo se
registró si se encontraba en pastoreo o descanso, teniendo en cuen-
ta la visualización de la hacienda en el mismo o bien la presencia de
estiércol y rastros de pisadas de poco tiempo.
Según la Ley Provincial 10.284 que informa sobre el estado de con-
servación de los bosques nativos de Entre Ríos realizado en el año
2009, el ANP “El Carayá” (Figura 3.1) presenta bosques nativos en
la Categoría I (Clase Roja) 6.713 ha de alto valor de conservación,
3.942 ha de la Categoría II – Categoría Amarilla de mediano valor
de conservación que amerita recuperación y Categoría III – Cla-
se Verde con 137 ha de bajo valor de conservación. Sin embargo, a
través del relevamiento realizado se obtuvo la zonificación a nivel
predial utilizando los mismos criterios de clasificación (Figura 3.2).
Las categorías de conservación representan 6.047 ha y 4.952 ha
para la I y II, respectivamente (Sabattini et al., 2013).
Figura 3.1. Estado de conservación de los montes nativos en ANP “El Carayá”
según Ley 10.284 del estudio de zonificación de nivel departamental (escala
1:250.000). Tomado del III Informe de Zonificación Feliciano, 2009.
Respecto a la categorización de bosques nativos según la Ley Na-
cional 26.331, Ley Provincial 10.284 y su decreto reglamentario, se
entiende por Categoría I aquellas zonas en las que el bosque nativo
se mantiene a perpetuidad, dado que, por su alto valor, no podrá
transformarse. Además, es necesario destacar la importancia des-
de el punto de vista productivo de los bosques nativos de Entre Ríos
ya que son el sustento de la producción ganadera, por la calidad
y diversidad de especies forrajeras nativas. Estos sistemas fueron
moldeados desde la colonización española a la fecha por el gana-
do doméstico (vacuno, ovino, equino, caprino), de modo tal que el
bosque nativo que hoy observamos depende del ganado para su es-
tabilidad. Por lo expuesto, el uso racional ganadero (manejo de la
carga animal) no es incompatible con el mantenimiento del estra-
to arbóreo sino que, por el contrario, la falta de pastoreo conduce
a la degradación de los ecosistemas por el enmalezamiento de las
arbustivas, situación que es observable en gran parte de los mon-
tes nativos del departamento y en todo el territorio provincial, en
campos abandonados y clausurados al pastoreo. Por otro lado, en
la Categoría II se incluyen bosques vírgenes y sucesionales con alto
nivel de alteración (degradado: cobertura de arbustivas superior al
50%) que exigen realizar planes de manejo para su recuperación
y sustentabilidad. Sin embargo, la Categoría III corresponde a los
renovales con alto y bajo nivel de alteración, por lo cual será facti-
ble su transformación parcial o totalmente, a través del desmonte
(Sabattini et al., 2009).
Figura 3.2. Estado de conservación de los montes nativos en la Estancia “El
Carayá”. Tomado del Estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013).
62 63
Según la posición en la sucesión vegetal, los bosques nativos están
representados por un 53% de bosques vírgenes en etapa clímax, un
16% como sucesionales, mientras aquellos al inicio de la sucesión,
comúnmente denominados renovales, representaron el 1% (Sabat-
tini et al., 2013). Es importante destacar la presencia de un estado
intermedio que presenta un grado avanzado en la sucesión, pero
aún no se consolida como virgen (26% de los muestreos). Estos úl-
timos corresponden a situaciones de alteración, en donde el des-
monte y la entresaca de varios años atrás fueron los condicionantes
(Figura 3.3). En términos ecológicos, un bosque virgen se define
como aquel que se encuentra en la etapa final de la sucesión vegetal
(clímax) caracterizado por presentar estabilidad y equilibrio entre
los aspectos florísticos, estructurales y fisonómicos. Sin embargo,
un bosque sucesional es aquel que se encuentra en las etapas in-
termedias de la sucesión vegetal, y aún no presenta la estabilidad
propia del bosque nativo clímax. Por último, el bosque inicial ‘re-
noval’ es aquel bosque juvenil que comúnmente está dominado por
una sola especie, y se lo observa luego del abandono de actividades
agrícolas sobre áreas desmontadas. Si no se recurre a prácticas de
limpieza (extracción de leñosas en forma manual y/o tratamientos
químicos), los renovales con el tiempo pueden tender hacia montes
bajos cerrados. Presentan un aspecto característico de homogenei-
dad y baja productividad, debido a que la diversidad del pastizal es
baja y de poca accesibilidad, siendo afectado por factores meteoro-
lógicos: radiación excesiva en verano y fríos intensos en invierno
(Sabattini et al., 1999).
Los resultados obtenidos en esa investigación indicarían que el
ANP “El Carayá” presenta un nivel de conservación muy elevado,
considerando la posición de los bosques nativos en la sucesión ve-
getal y en consecuencia los niveles tróficos asociados (productores
secundarios, terciarios y descomponedores). El ecosistema boscoso
va evolucionando hacia una madurez tal donde el equilibrio de sus
componentes permite la optimización y el aprovechamiento de los
recursos materia y energía. Como consecuencia de esto, los nive-
les tróficos van aumentando y ganando en complejidad, mejorando
así las redes tróficas. Asimismo, estas comunidades maduras pre-
sentan mayor grado de amortiguación y tolerancia a los cambios
producidos por los fenómenos naturales, mientras que una comuni-
dad joven -como son los renovales-, es más susceptible a cambios y,
además, puede ser fácilmente alterada en su composición florística,
fisonómica y estructura.
Figura 3.3. Estados sucesionales de los bosques nativos del ANP “El Carayá”.
Tomado del estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013).
4%1%
53%
26%
16%
Virgen
Sucesional - Virgen
Sucesional
Sucesional - Renoval
Renoval
Desde el punto de vista estructural, el estudio realizado en 2012
indica que dominan los bosques nativos bajos (67%), de los cuales
el 36% fueron abiertos mientras que los cerrados representaban el
31% (Figura 3.4). Los bosques bajos se caracterizan por presentar el
estrato arbóreo, una altura inferior a los 6 m, superado únicamente
por individuos aislados de A. quebracho blanco y cobertura inferior
al 50%, de baja densidad e individuos en su mayoría maduros. Se
originan por limitaciones edáficas para el crecimiento de las es-
pecies (encharcamiento, compactación, salinidad, alcalinidad) o
por la extracción selectiva de especies de valor maderero. Normal-
mente presentan un pastizal de aceptable calidad forrajera y bue-
na accesibilidad, disminuida por enmalezamiento por arbustivas y
herbáceas (Sabattini et al., 1999).
Sin embargo, el 32% de los bosques del ANP “El Carayá” responden
a la definición de altos, debido a que presentan un estrato arbóreo
dominante mayor a 6 m de altura, que cubre menos del 50% de la
superficie del suelo. Generalmente está representado por especies
del género Prosopis (ñandubay y algarrobo), elementos que pueden
faltar parcialmente debido a la tala selectiva y en otros casos suelen
ser reemplazados por leñosas espontáneas. Puede presentar con-
junto de árboles de menor altura dominada por V. caven o Acacia
atramentaria. El estrato herbáceo se presenta continuo, con do-
minancia de pastizales cespitosos, conformada por especies de los
géneros Piptochaetium, Paspalum y Stipa.
Los estudios realizados indican que el 50% de los bosques se cate-
gorizan como cerrados (Figura 3.4). Estos presentan una cobertura
de especies arbustivas mayor al 50%, pero además, pueden estar
acompañadas por abundantes individuos de especies arbóreas na-
tivas o exóticas en estado juvenil (Sabattini et al., 2013). Un arbusto
es una planta leñosa que, a diferencia de los árboles, se ramifica
desde la base y puede tener varios metros de altura. A nivel mun-
dial, la invasión de plantas leñosas y semi-leñosas ha sido motivo de
preocupación por mucho tiempo por parte de los productores ga-
naderos debido al previsible impacto negativo sobre la producción
secundaria (Scholes y Archer 1997), por lo que se han implementa-
do técnicas para su control (Anadóna et al. 2014). En la actualidad,
más del 70% del territorio argentino se encuentra invadido por
estas especies, caracterizadas por tener un gran poder de adapta-
ción al medio ambiente y un efecto selectivo sobre los animales en
pastoreo. Estas malezas compiten con las especies del estrato her-
báceo por luz, agua y nutrientes, provocando una rápida invasión
dentro de un potrero e impidiendo el manejo del rodeo (Böker et al.
1989). En particular, el proceso de arbustización de los bosques del
Espinal Argentino se verifica mediante la invasión del complejo de
chilcas (Baccharis spp. L. y Eupatorium spp. L.), Aloysia gratissi-
ma (Gillies & Hook.) Tronc., Eryngium horridum Malme, Melica
macra Nees, entre otras especies (Sione et al. 2006). Sabattini et
al (2009 a,b,c,d) han registrado que el 66,35% de los bosques na-
tivos del departamento Villaguay presentan alto grado de enma-
lezamiento, al igual que un 50,28% en el departamento Federal,
un 56% en el departamento La Paz y un 18,7% en el departamento
Feliciano, siendo las especies arbustivas más importantes: Baccha-
ris punctulata L., A. gratissima, B. coridifolia DC., E. bunifolium
R.M.King & H.Rob., Trithrinax campestris Drude & Griseb., B.
notosergilla L., Senecio grisebachii Baker, y Opuntia ficus indicus
(L.) Mill. Además, se destaca la presencia de otras especies de ma-
lezas que compiten con el crecimiento del pastizal natural como el
E. horridum y M. macra.
64 65
Figura 3.4. Distribución de los tipos de bosques nativos del ANP “El Carayá”.
Tomado del estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013).
4%
1%
31%
36%
19%
13%
Alto y Abierto
Alto y Cerrado
Bajo y Abierto
Bajo y Cerrado
Bosque Selva
Sabana
En menor medida se registraron bosques denominados “Selvas”,
ubicados sobre el Arroyo Puerto (Figura 3.4), con características
de la provincia Paranaense descripta anteriormente. En términos
ecológicos este ecosistema presenta una altura del estrato arbóreo
superior a 6 m, con alta abundancia y riqueza de especies. En el
ANP “El Carayá” se observaron componentes de la selva marginal
y de leñosas exóticas en función de su grado de deterioro. Por otra
parte, el tapiz herbáceo es discontinuo, con zonas de matorrales
muy densos y suelo cubierto por una capa de hojarasca de espesor
variable. El ANP cuenta con una superficie aproximada de 1.500 ha
de esos ecosistemas, que además presentan una importancia des-
tacada sobre la conservación de los suelos adyacentes a los arroyos,
evitando el inicio de los procesos erosivos. Además, por su longitud
de casi 21 km en sentido Este-Oeste, permite garantizar corredores
biológicos de alto valor con el resto del territorio en el cual se vincu-
lan e interrelacionan las poblaciones y el flujo de especies. En estos
sectores se contribuye, desde el ANP “El Carayá”, a proporcionar
conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat, de modo tal de
asegurar el mantenimiento de la biodiversidad, los procesos ecoló-
gicos y evolutivos de las especies.
Desde el punto de vista florístico, Sabattini et al. (2013) realiza-
ron un inventario de las especies de árboles más representativas
que ocupan el ANP “El Carayá”. La riqueza total registrada fue de
19 especies de árboles nativos, agrupadas en 3 clases según su fre-
cuencia (Figura 3.5): Grupo I: alta frecuencia (80%) AC, PN y PAF;
Grupo II: frecuencia intermedia (30-50%) MC, quebracho blanco
(AQB) y chañar (GD); y el Grupo III: Inferior al 20% (13 especies).
Figura 3.5. Frecuencia de las especies estrato arbóreo ANP “El Carayá” (Sabattini et al., 2013 y Sabattini et al., 2015). Referencias: Prosopis nigra PN, Prosopis alba
PA, Prosopis affinis PAF, Acacia caven (actual Vachellia caven) AC, Acacia atramentaria AA, Aspidosperma quebracho-blanco AQB, Schinus longifolius SL, Sapium
haematospermun SA, Celtis tala CT, Geoffroea decorticans GD, Parkinsonia aculeata PAK, Scutia buxifolia SB, Myrcianthes cisplatensis (actual Eugenia cisplatensis)
MC, Erythrina crista-galli EG, Sebastiana klotzchiana SK (actual Sebastiania commersoniana), Rapanea laetevirens (actual Myrsine laetevirens) RL, Bumelia obtusi-
folia BO (actual, Sideroxylon obtusifolium), Butia yatay (Mart.) Becc. BY, Copernicia alba CA.
90
80
70
60
50
40
frecuenciaabsoluta
PN
AC
PAF
MC
GD
AOB
BO
CT
BY
SB
PAK
AA
SA
SK
PA
CA
SL
RL
EG
30
20
10
0
PAF GROUP I
GROUP II
GROUP III
Average linkage. Distance: Euclidea
Cophenetic Correlation = 0,933
PN
AC
MC
GD
AQB
SB
BY
CT
BO
SL
RL
EG
SA
SK
PA
CA
PAK
AA
0,00 0,21 0,61 0,92 1,23 1,34 1,54 2,15 2,48
66 67
Los resultados indican la dominancia de algarrobo negro (PN), el
espinillo (AC), el ñandubay (PAF) y el guayabo (MC) con una fre-
cuencia entre 50 y 80%. Estas especies son características del Es-
pinal y presentan un alto valor maderero. Algarrobo negro es una
especie que tolera una gran variedad de climas y puede sobrevi-
vir a terrenos inundados durante mucho tiempo. Por otro lado, el
ñandubay es una madera noble, resistente a la intemperie utiliza-
da para postes. Su capacidad colonizadora es agresiva, dado que el
pastoreo expande sus semillas porque sus frutos son consumidos.
Algarrobo negro. Fotografías © Julián Sabattini.Ñandubay (Prosopis affinis) Fotografías © Julián Sabattini.
Por otro lado, el espinillo presenta un amplio rango de distribución
con diferente hábitat, generando muchas subespecies y variedades.
Es muy común en Entre Ríos, donde crece en zonas que estuvieron
anegadas y desaparece al volver la fuerte humedad, como también
en las lomadas que presentan una mayor capacidad de drenaje.
Esta última y el guayabo colorado (Eugenia cisplatensis) se en-
cuentran categorizados como ‘preocupación menor’ de conserva-
ción (Cuadro 3.1).
68 69
Guayabo colorado: corteza lisa que se desprende en placas de color marrón-ro-
jizo (arriba), y hojas simples opuestas (abajo). Fotografías © Rafael Sabattini.
El algarrobo blanco es una especie considerada en amenaza según
el estado de conservación (Cuadro 3.1). Es una especie arbórea de
Sudamérica que habita en la ecorregión de Gran Chaco, parte de la
Mesopotamia argentina y el Chaco Paraguayo. Es un árbol medio,
de 9 a 12 metros en altura y 1 metro en diámetro, aunque raramente
se encuentren árboles tan crecidos a causa de la deforestación. El
tronco es corto y la copa es globulosa, hasta de 10 m de diáme-
tro. Este árbol es apreciado por su sombra, dado que sus ramas son
delgadas y se extienden frecuentemente hasta el suelo. La made-
ra dura y estable tiene múltiples utilidades, entre las que se puede
mencionar la fabricación de parqué para hacer piso o muebles pe-
sados y rústicos. Es una especie que en la provincia de Entre Ríos
se la encuentra sobre la margen del río Paraná y tributarios mayo-
res, en escasa abundancia. Sin embargo, en el ANP “El Carayá” se
determinaron ejemplares de gran tamaño sobre la margen del A°
Puerto como también de sus tributarios. Es importante mencionar
que P. alba y otras especies de algarrobo del Género Prosopis, como
algarrobo negro son muy confundidas o no correctamente distin-
guidas en la literatura botánica, en parte debido a la facilidad de la
hibridación interespecies.
Por otro lado, el ANP “El Carayá” cuenta con dos especies vulne-
rables de extinción: Schinus longifolius y Sebastiania commerso-
niana “blanquillo” (Cuadro 3.1). La primera especie es endémica
de Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay. Es un árbol que,
excepcionalmente, tiene porte arbustivo, siempre verde, con una
altura entre 2 a 5 metros ramificado desde la base. Las hojas son
características en los bosques entrerrianos por su color verde oscu-
ro en el haz y nervaduras notables. Por otro lado, el blanquillo habi-
ta fundamentalmente en zonas inundables y se encuentra dispersa
Especies arbóreas
Estado de
Conservación*
Prosopis nigra
Prosopis alba
Prosopis affinis
Vachellia caven
Acacia atramentaria
Aspidosperma quebracho-blanco
Schinus longifolius
Sapium haematospermum
Celtis tala
Geoffroea decorticans
Parkinsonia aculeata
Scutia buxifolia
Eugenia cisplatensis
Erythrina crista-galli
Sebastiania commersoniana
Myrsine laetevirens
Sideroxylon obtusifolium
Butia yatay
Copernicia alba
S/D
Casi amenazada
S/D
Preocupación menor
S/D
S/D
Vulnerable
S/D
S/D
Preocupación menor
S/D
S/D
Preocupación menor
S/D
Vulnerable
S/D
S/D
En peligro de extinción
S/D
Cuadro 3.1. Estado de conservación de las especies arbóreas nativas más repre-
sentativas del ANP “El Carayá”. *Información tomada de www.iucnredlist.org
en Sudamérica subtropical, hasta el delta del Paraná y el Río de la
Plata donde es endémica. Presenta una altura entre 8 a 15 metros
con follaje semipersistente de color verdoso claro con tonos rojizos
en otoño e invierno. Puede llegar a ser del 60-80% de la flora de la
selva en galería.
Butia yatay es una especie de palmera de la familia Arecaceae, sien-
do la más alta del género hasta 12 m de altura. Muestra hojas pina-
das, con 140 hojuelas, de color verde ligeramente azulado, de hasta
2 m de largo con un pecíolo de 60 cm, subleñoso y dotado de espina.
Es nativa del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el nordeste argen-
tino. Presenta una longevidad elevada y formaba grandes palmares
en su región de origen, muchos de los cuales han desaparecido por
la deforestación de tierras para el cultivo. La mayor extensión que
se conserva es el Parque Nacional El Palmar, ubicado en la provin-
cia argentina de Entre Ríos ocupando más de 8.500 ha. Se planta
hoy como ornamental y se ha introducido a ese efecto en otras re-
giones subtropicales del mundo. El estado de conservación de las
palmas nativas, la falta de conocimiento acerca de su biología, las
relaciones ecológicas involucradas en sus dinámicas poblacionales
y las modificaciones antrópicas de los hábitats que ocupan, sugie-
ren la necesidad de realizar estudios con el objetivo de formular
recomendaciones para la gestión de sus áreas de distribución. En
este sentido el ANP “El Carayá” se encuentra comprometida sobre
su conservación en las áreas donde se distribuye.
70 71
Palmares de Butia yatay en el ANP “El Carayá”. Fotografías © Julián y Rafael Sabattini.
Quebracho blanco. Fotografía © Julián Sabattini.
72 73
Quebracho blanco. Fotografías © Julián Sabattini. Chañar (Geoffroea decorticans) Fotografías © Julián Sabattini.
El estrato arbustivo está caracterizado por 21 especies de arbusti-
vas o herbáceas comportamiento arbustivo (Figura 3.6). Al ana-
lizar las especies arbustivas, Aloysia gratissima (Gill. Et Hook)
Tronc. ‘romerillo’ (AG) es la especie de mayor distribución (Grupo
I: 72% de frecuencia), seguidas de Eupatorium laevigatum (EL),
Eryngium horridum ‘falso caraguatá’ (EH), Baccharis coridifolia
‘mio mio’ (BC), Trithrinax campestris ‘palma caranday’ (TC) y Bac-
charis punctulata ‘chilca blanca’ (BP). Estas especies representan
el Grupo II de arbustivas más representativas entre el 48 y 58%
de frecuencia. El Grupo III está representado por 6 especies con
frecuencias entre el 15 y 28% y el Grupo IV por 9 especies con fre-
cuencias inferiores al 11% (Figura 3.6).
El romerillo es un arbusto presente en los bosques nativos, de 1 a 3
metros de altura con follaje persistente. En Argentina esta especie
se encuentra en las provincias del NOA, NEA y el área pampeana.
Presenta flores blancas o teñidas de violeta que caen en racimo, de
fuerte aroma a vainilla. Alcanza una altura máxima de 3 m, de as-
pecto desordenado y con ramas agudas espinosas. El follaje es ralo
y persistente, con hojas simples ubicadas en forma opuesta. Su alta
abundancia y cobertura interfiere con la producción de biomasa
herbácea de alto valor forrajero, disminuyendo la receptividad del
agroecosistema. Por otro lado, la chilca blanca es un arbusto peren-
ne que presenta una altura entre 0,5 y 2,5 metros. Exhibe ramas
desnudas en la base y bien foliosas en el extremo, con hojas alter-
nas y lanceoladas. Su floración es de noviembre a febrero, con una
respuesta de germinación inmediata; más del 90% de las semillas
germinan en tan solo 1 mes. Las semillas poseen papus que facilita
la dispersión por el viento y transporte de animales. Por otra par-
te, presenta raíces pivotantes profundas, con capacidad de extraer
agua de los estratos inferiores del suelo, característica que permite
74 75
Figura 3.6. Frecuencia de las especies estrato arbustivo del ANP “El Carayá”
(Sabattini et al., 2013 y Sabattini et al., 2015). Referencias: Aloysia gratísima
AG, Baccharis salicifolia BS, Baccharis dracunculifolia BD, Baccharis punctulata
BP, Eupatorium bunifolium BB, Celtis pallida CP, Trithrinax campestris TC, Bacc-
charis notosergila BN, Baccharis trimera BT, Eupatorium laevigatum EL, Pluchea
sagittalis PS, Baccharis coridifolia BC, Cestrum parquii CP, Acacia praecox AP,
Melica macra MM, Eryngium horridum EH, Ciperáceas Cip, Opuntia sp. Penca,
Schyzachyrium sp. S. sp.
Penca
Cip
SG
MM
S.sp
BN
PS
PP
BT
BS
BD
CP
EB
AP
TC
BP
EL
EH
BC
AG
GROUP III
GROUP IV
GROUP II
GROUP I
Average linkage. Distance: Euclidea
Cophenetic Correlation = 0,895
0,00 0,51 1,02 1,32 2,04
hacer frente a la sequía por almacenar grandes cantidades de car-
bohidratos. Los rebrotes son vigorosos a la salida del invierno, o
bien cuando su parte aérea es dañada por algún factor climático,
biológico o antrópico. Las características botánicas de esta espe-
cie, sumadas al manejo inadecuado de los campos, principalmente
por sobrepastoreos y falta de descanso de los lotes, reducen el área
efectiva de pastoreo y dificultan el manejo de los animales, obligan-
do de esta manera a disminuir la carga animal. Esta especie se ha
difundido ocupando una gran proporción de los bosques nativos de
Entre Ríos, quienes han perdido funcionalidad y están totalmente
degradados, en ocasiones como bordes de chacras sin utilización
alguna para el pastoreo. Según Sabattini et al. (2012), si bien los
arbustos B. punctulata y M. macra son especies nativas del Espinal
(Cabrera, 1976), han sido referidas como invasoras en bosques na-
tivos y pastizales naturales degradados de Entre Ríos (Casermeiro
y Sphan, 1999; Marchesini, 2003) y en otras regionales argentinas
con algún tipo de deterioro con erosión hídrica (Gaspari y Bruno,
2003). Esta arbustiva se adapta a distintos climas y suelos, inva-
diendo campos naturales y campos en descanso que estuvieron por
años dedicados a la agricultura. La alta cobertura de chilca en los
bosques nativos se debió al inadecuado manejo de los campos, que
han contribuido en gran medida a la instalación y dispersión de la
misma (Marchesin, 2003).
Chilca blanca (Baccharis punctulata). Fotografías © Julián Sabattini.
76 77
Romerillo (Aloysia gratissima). Fotografías © Julián Sabattini.
Espartillo amargo (Melica macra). Fotografías © Julián Sabattini. Bosques nativos con palma caranday en el ANP “El Carayá”. Fotografías ©
Julián Sabattini.
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ANP Reserva de usos múltiples Estancia El Carayá

  • 1. See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/337632259 Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia El Carayá Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal Argentina Book · November 2019 CITATIONS 0 READS 237 2 authors: Some of the authors of this publication are also working on these related projects: PID NOVEL 2197 - CHARACTERIZATION OF SOILS MODIFIED BY LEAFCUTTING ANTS IN ENTRE RIOS (ARGENTINA) View project Cambio Climático Delta del Río Paraná View project Julian Sabattini National University of Entre Rios 43 PUBLICATIONS   44 CITATIONS    SEE PROFILE Rafael Alberto Sabattini National University of Entre Rios 105 PUBLICATIONS   216 CITATIONS    SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Julian Sabattini on 29 November 2019. The user has requested enhancement of the downloaded file.
  • 2.
  • 3. Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia El Carayá Sabattini, Julián Alberto. Sabattini, Rafael Alberto. Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia El Carayá. Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal Ar- gentino. 1° Edición. Rafaela, 214 páginas, 25 x 20 cm. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin permiso previo por escrito de los autores. IMPRESO EN ARGENTINA Esta edición de 1000 ejemplares se terminó de imprimir en Borsellino Impre- sos SRL, Rosario, Santa Fe, Argentina, en el mes de octubre de 2019. ISBN 978-987-47393-0-8 Distribución gratuita
  • 4. C O L A B O R A N Alvarado, Mariela. Alumna de Ingeniería Agronómica. Cátedra de Ecología de los Sistemas Agropecuarios. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: mariealvarado26@hotmail.com Befani, Romina. Ingeniera Agrónoma. Doctora en Ingeniería Mención Cs. Agro- pecuarias. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: romina.befani@fca.uner.edu.ar Bollazzi, Martín. Licenciado en Cs. Biológicas. Doctor en Ciencias. Departamento de Entomología. Facultad de Agronomía. Universidad de la República. — e-mail:bollazzi@fagro.edu.uy Bongiovanni, Susana Nélida. Ingeniera Agrónoma. Asesora Privada, Responsable Técnica ANP E° “El Carayá”. — e-mail:bongio.susy@hotmail.com Bortolini, Schaiani Vanessa. Licenciada en Cs. Biológicas. Máster en Ciencias. Grupo de Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la República. Boschetti, Norma Graciela. Licenciada en Edafología. Doctora en Ciencias de la Tierra. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Na- cional de Entre Ríos. — e-mail: graciela.boschetti@fca.uner.edu.ar Brazeiro, Alejandro. Licenciado en Cs. Biológicas. Doctor en Ecología. Grupo de Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universi- dad de la República. — e-mail: brazeiro@fcien.edu.uy Brussa, Patricia. Licenciada en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la República. — e-mail: patriciabrussa@gmail.com Cian, Juan Carlos. Ingeniero Agrónomo. Asesor Privado. — e-mail: juancarloscian@hotmail.com Cravino Mol, Alexandra. Licenciada en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y Ecología de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la Repúbli- ca. — e-mail: alecravino@gmail.com Dopazo, Víctor Manuel. Técnico Agropecuario. Coordinador Estancia El Carayá. Las Taperitas SA. — e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar Haretche, Federico. Licenciado en Cs. Biológicas. Grupo de Biodiversidad y Eco- logía de la Conservación, IECA. Facultad de Ciencias. Universidad de la República. — e-mail: fharetche@gmail.com Hernandez, Juan Pablo. Ingeniero Agrónomo. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: juanp.hernandez@fca.uner.edu.ar Muzzachiodi, Norberto. Licenciado en Edafología. Especialista en Educación Am- biental. Máster en Evaluación de Impacto Ambiental. Cátedra de Gestión Ambien- tal, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Universidad Nacional del Litoral. — e-mail:nmuzzachiodi@hotmail.com Quintero, César Eugenio. Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ciencias de la Tierra. Cátedra de Edafología. Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: cesar.quintero@fca.uner.edu.ar Sabattini, Iván Alberto. Ingeniero Agrónomo. Asesor Privado. — e-mail:ivanagro@live.com.ar Sabattini, Julián Alberto. Ingeniero Agrónomo. Doctor en Ingeniería Mención Cs. Agropecuarias. Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Cien- cias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com Sabattini, Rafael Alberto. Ingeniero Agrónomo. Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: rafael.sabattini@fca.uner.edu.ar, rsabatti@outlook.com Sandobal, Lautaro Lucas. Médico Veterinario. Las Taperitas S.A. — e-mail:lsandobal@lastaperitas.com.ar Urteaga Omar, Florencia. Ingeniera Agrónoma. Doctora en Ingeniería Mención Cs. Agropecuarias. Cátedra de Estadística y Diseño Experimental. Facultad de Cien- cias Agropecuarias. Universidad Nacional de Entre Ríos. — e-mail: florencia.urteaga@fca.uner.edu.ar Williner, Javier. Ingeniero Agrónomo. Las Taperitas S.A. — e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar
  • 5. Índice Prólogo CAPÍTULO I | Área Natural Protegida “El Carayá”: introducción. 1.1. Presentación de la empresa 1.2. Historia de la región y el campo 1.2.1 Los aborígenes 1.2.2 Los Conquistadores 1.2.3 Los Jesuitas 1.2.4 Organización Nacional y de la Provincia 1.2.5 Siglo XIX - XX Destino final de las propiedades 1.3. Fundamentación del ANP “El Carayá” 1.4. Antecedentes de importancia 08 10 12 18 18 19 19 20 20 24 26 CAPÍTULO II | Caracterización del medio natural y socioeconómico. 2.1. Descripción del entorno socioeconómico 2.1.1. Personal del establecimiento 2.2. Caracterización climática 2.3. Geomorfología, topografía y suelos 2.4. Hidrología 30 32 33 35 38 47 CAPÍTULO III | Caracterización de la vegetación, unidades ambientales y asociaciones edáficas. 3.1. Descripción de la vegetación y su entorno 3.2. Unidades ambientales y asociaciones vegetales 3.3. Sucesión Ecológica: dinámica espacial de la arbustización 50 52 81 86 CAPÍTULO IV | Descripción de la fauna asociada y su nivel de conservación. Corredores faunísticos. 4.1 Caracterización faunística de la región 4.1.1. Peces 4.1.2. Anfibios 4.1.3. Reptiles 4.1.4. Mamíferos 4.1.5. Avifauna 4.2. Corredores de vegetación y avistaje de fauna. Unidades de control 92 94 94 97 101 105 108 117 CAPÍTULO V | Hormigas cortadoras de hojas: impactos sobre el bosque nativo. 5.1. Generalidades de las hormigas cortadoras de hojas 5.2. Las cortadoras del ANP “El Carayá” 5.2.1. Características morfológicas de Atta vollenweideri 5.2.2. Descripción de la estructura externa de los nidos 5.2.3. Distribución espacial de las colonias 5.3. Atta vollenweideri como ingeniera del ecosistema 5.3.1. Modificaciones sobre las condiciones edáficas 5.3.2. Modificaciones e impactos sobre la vegetación 130 132 136 137 141 146 149 150 154 CAPÍTULO VI | Manejo ganadero en el bosque nativo: implementa- ción de técnicas y criterios de sustentabilidad. 6.1. Introducción 6.2. Receptividad y estimación de carga animal por potrero 6.3. Recuperación de áreas degradadas y esquemas de manejo 6.3.1. Recuperación áreas degradadas: manejo y control de arbustivas 6.3.2. Implementación y evaluación de los sistemas de pastoreo: caso de estudio 6.4. Conclusiones generales del manejo de bosques protegidos 6.5. Criterios de sustentabilidad del bosque nativo 162 164 168 172 173 178 183 187 CAPÍTULO VII | Los Palmares de Butia yatay (Mart.) Becc en Améri- ca del Sur: contribución a la evaluación de su estado de conservación. 7.1.Introducción 7.2. La palmera Butia yatay 7.3. Los palmares de Yatay como ecosistema 7.4. Distribución histórica y actual de los palmares de Yatay 7.5. Estado de conservación y principales amenazas 7.6. Principales iniciativas de conservación 7.7. Consideraciones finales 194 196 198 200 202 207 208 210
  • 6. 8 9 Ing. Rafael A. Sabattini — Profesor Titular Ecología de los Sistemas Agropecuarios Facultad de Ciencias Agropecuarias Universidad Nacional de Entre Ríos la carga animal que soportarían del sistema productivo. Otros estudios ligados a la realización de inventarios en 2004 fueron el punto de partida para abordar la conservación de la fauna, especialmente en mamíferos, anfibios y aves, trabajos dirigidos por el Dr. Hernán Povedano y la UNC (Universidad Nacional de Córdoba). Además, la ubicación de Estancia “El Carayá” coincide con parte del Área Nº 8 del AICA (Áreas Importantes para la Conservación de las Aves), según Di Giacomo (2007). Entre los años 2012 y 2019 se realizó una serie de estudios pioneros sobre la base de la sustentabilidad y producción del bosque nativo con la asistencia técnica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER. Esta estrategia basada en la conservación de dichos bosques y, a la vez, en la recuperación de las áreas degradadas, planteó la posibilidad de integrar la producción pecuaria y el cuidado de los recursos naturales, a partir de cinco unidades de ambiente y vegetación conformadas por la dominan- cia de tipos de bosques nativos y el suelo asociado. Todos estos aspectos, lineamientos y la posibilidad de preservar las unidades de ambiente y vegetación típicos del centro norte de Entre Ríos están detallados y descriptos para que el lector pueda apreciar la importancia del bosque nativo en un Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples que forma parte de la Ecorregión del Espinal. El libro muestra las posibilidades de producción y conservación de los bosques nativos de “El Carayá” y la importancia de conocer la flora y fauna para el desarrollo de un manejo eco-productivo basado en la sustentabilidad y mantenimiento de los recursos naturales, tal como se detalla en el Proyecto de Manejo de Áreas Naturales Protegidas con Usos Múltiples del año 2014 y ratificado a través de la Ley Provincial Nº10534 en 2017. El compromiso de Las Taperitas S.A. con los valores ambientales y la preservación de los recursos naturales fue el eje para la creación del ANP y, a la vez, el punto de partida para comunicar con esta obra aspectos de educación ambiental a estudiantes de nivel medio y universitario con orientación agropecuaria y en las ciencias biológicas. Además, se persigue el objetivo de concientizar a producto- res y profesionales afines al sector agropecuario, para profundizar esquemas de manejos productivos armónicos y compatibles con el ecosistema del bosque nativo, vital como valor ecosistémico y necesa- rio para contrarrestar y atenuar los efectos del cambio climático global. Esperamos que este libro despierte el interés por conocer los recursos naturales que utilizamos, en nuestro caso el bosque nativo y la importancia de su conservación y su utilización como sistema agro- pecuario productivo, en el marco de los ejes que regulan la sustentabilidad ecológica, productiva y social. El libro aborda, a través de siete capítulos, los aspectos más salientes vinculados al Área Natural Protegida (ANP) Reserva de Usos Múltiples Estancia “El Carayá”, destacando la visión de conservación y el cuidado del medio ambiente por parte de la empresa Las Taperitas S.A. En tal sentido, se realiza una descripción del medio natural y socioeconómico, su vegetación, unidades ambientales y asociaciones edáficas, la fau- na asociada, su nivel de conservación, con sus corredores faunísticos típicos. Por último, la obra destaca cuatro aspectos básicos y relevantes representativos del territorio: las hormigas cortadoras de hojas y su impacto sobre el bosque nativo, el manejo ganadero en el bosque nativo, la implementación de técnicas y criterios de sustentabilidad y la conservación de la palmera yatay y su estado actual. Es importante destacar que la Estancia “El Carayá” estuvo dedicada siempre a la actividad pecuaria, bá- sicamente a la cría de bovinos de carne. Pero, desde la adquisición del campo por parte de Las Taperitas S.A. en 1983, ha centrado su atención en la recuperación del bosque nativo y el manejo ganadero. Otras acciones en 1990, en el área adyacente al Arroyo Puerto -límite Sur- de “El Carayá”, permitieron clausurar al pastoreo una superficie de aproximadamente 250 ha paralelas al arroyo, con el objeto de proteger la cuenca. Con la finalidad de revertir esta situación, se plantearon numerosas estrategias de recuperación, y entre los años 2002 y 2003, se incluyeron prácticas de manejo basadas en el conocimiento ecológico am- biental y productivo del bosque nativo para detener los procesos de arbustización, bajo la asistencia técnica de la Cátedra de Ecología de los Sistemas Agropecuarios de la Facultad de Ciencias Agropecua- rias de la UNER (Universidad Nacional de Entre Ríos). Bajo los mismos principios rectores, en 2012 se plantearon otros esquemas de manejo basados en el ordenamiento territorial de bosques nativos a nivel predial, efectuándose la zonificación del campo y estableciendo los tipos de bosques nativos asociados a las series de suelo. Estos estudios permitieron comprender cuáles eran los tipos de bosques presentes y cuál era su estado, caracterizando a los potreros según su nivel de arbustización y permitiendo evaluar Producción, conservación y recuperación de ecosistemas en el Espinal Argentino Área Natural Protegida Reserva de Usos Múltiples Estancia “El Carayá” Prólogo
  • 7. 10 11 /1: Técnico Agropecuario, Encargado Estancia El Carayá, Las Taperitas S.A. e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar /2: Médico Veterinario, Apoderado Las Taperitas S.A. e-mail: lsandobal@lastaperitas.com.ar /3: Ingeniero Agrónomo, Las Taperitas S.A. e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar /4: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Responsable Técnico del ANP El Carayá. e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com Área Natural Protegida “El Carayá”: introducción Dopazo Víctor Manuel 1} / Sandobal Lautaro 2} / Williner Javier 3} / Sabattini Julián Alberto 4} CAPÍTULO 1 /1: Técnico Agropecuario, Encargado Estancia El Carayá, Las Taperitas S.A. e-mail: vdopazo@lastaperitas.com.ar /2: Médico Veterinario, Apoderado Las Taperitas S.A. e-mail: lsandobal@lastaperitas.com.ar /3: Ingeniero Agrónomo, Las Taperitas S.A. e-mail: jawilliner1@lastaperitas.com.ar /4: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Responsable Técnico del ANP El Carayá. e-mail: julian.sabattini@fca.uner.edu.ar, juliansabattini@hotmail.com Área Natural Protegida “El Carayá”: introducción Dopazo Víctor Manuel 1} / Sandobal Lautaro 2} / Williner Javier 3} / Sabattini Julián Alberto 4}
  • 8. 12 13 Entrada al Área Natural Protegida Estancia “El Carayá”. Fotografía © Víctor Dopazo Las Taperitas S.A. es una empresa familiar, de capitales ex- clusivamente nacionales que, desde el año 1928, viene de- sarrollando diferentes producciones agropecuarias en varia- dos ambientes. Su actividad tiene que ver con la producción agrícola, lechera, ga- nadera, porcina y forestal en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Neuquén. A lo largo de su historia, y en cada zona en la que actúa, ha logrado insertarse en la comunidad, permitiendo un desarrollo local genuino. La gran trayectoria en el rubro la posicio- na como una importante empresa en el mercado agropecuario, en armonía con los habitantes de cada zona y asumiendo un fuerte com- promiso con el cuidado del medio ambiente. El énfasis está puesto en la innovación, el compromiso con la gestión agrícola, el bienestar animal y la preservación del ambiente. Para ello, dispone de tecnología de vanguardia y un gran equipo humano. En 1983, la empresa adquiere Estancia “El Carayá”, ubicada en Ruta Provincial N° 20, Km 327, distrito Atencio, departamento Feliciano, en la provincia de Entre Ríos, dedicándose inicialmente a la explota- ción ganadera de cría con rodeos Hereford y Braford. En ese momento, el campo presentaba síntomas de degradación por los procesos de desmonte, quemas y entresaca acaecidos durante el período 1950 a 1960 (ver Anexo, imágenes de fotografías aéreas de 1965). Sumado a ello, la falta de un manejo racional en la utilización del campo generó un proceso de pérdida de especies forrajeras na- tivas con la consiguiente disminución de la receptividad ganadera. La empresa se concentra en la recuperación del bosque nativo y el manejo ganadero. Actualmente, en el establecimiento dominan los bosques nativos se- mixerófitos correspondientes a la Selva de Montiel, con una topogra- fía extraordinariamente variable, accidentada y virgen con múltiples paisajes. Allí conviven mamíferos y acuáticos con diversas especies arbóreas típicas, como ñandubay y algarrobo que albergan a cientos de pájaros. 1.1 Presentación de la empresa
  • 9. 14 15 En 1983 ya presentaba síntomas de degradación por los procesos de desmonte, quemas y entresaca acaecidos durante el período 1950 a 1960 (ver Anexo, imágenes de fotografías aéreas de 1965). Sumado a ello, la falta de un manejo racional en la utilización del campo generó un proceso de pérdida de especies forrajeras nativas con la consiguiente disminución de la receptividad ganadera. Atentos a la evolución de los mercados y al avance de la genética, y acompañando el corrimiento de la raza escocesa Angus Colorado ha- cia el norte entrerriano, se comenzó a incorporar esta raza. En el ac- tual mundo ganadero, es conocida por su característica de sobresaliente fertilidad y aptitud materna, gran precocidad sexual y productiva, alta capacidad de crecimiento y excelente rendimiento al gancho con carne de insuperable calidad. Desde entonces se trabaja con mucho entusias- mo con el fin de adaptarla al ambiente en pos de lograr lo mejor de esta noble actividad sin perder la visión de que la ganadería a campo natural se convierta en una actividad más vigorosa y rentable, desarrollada en forma sustentable al favorecer la conservación del ambiente natural del espinal. Hoy en día, el campo acoge a 5.000 vacas y terneros que viven junto a la abundante vida silvestre del área. Más de 10.400 ha de pro- ducción de ganado han sido destinadas como Área Natural Protegida bajo la modalidad Reserva de Usos Múltiples. Esto permite a la propie- dadactuarcomozonadeprotecciónparacontribuirconlaconservación de los pastizales naturales, bosques nativos y su biodiversidad asociada. Vista aérea del casco Estancia “El Carayá”. Fotografía © Julián Sabattini Rodeo de cría en los bosques del Espinal. Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini Entrada al Área Natural Protegida Estancia “El Carayá”. Fotografías: © Julián Sabattini
  • 10. 16 17 Rodeo de cría en los bosques del Espinal. Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini Rodeo de cría en los bosques del Espinal. Fotografías © Víctor Dopazo y Julián Sabattini
  • 11. 18 19 1.2.2 Los Conquistadores Juan de Garay llamó al territorio “La Otra Banda” cuando, luego de fundar Santa Fe en 1573, ingresó a las tierras para explorarlas, y al considerarlas una extensión de Santa Fe las entregó a sus acompa- ñantes en reconocimiento por la labor realizada y a los efectos de que iniciaran su poblamiento. De esa manera, ocupado el territorio y ase- gurada la defensa y dependencia de Santa Fe, se comenzaría a poblar estableciéndose estancias para la cría de ganado. Don Juan de Garay llegó a la región alrededor del año 1573. Poco después se trasladó a este nuevo territorio su yerno Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias). Este conquistador organizó expedicio- nes al interior de la provincia y no tardó en librar combates con los indígenas, a quienes venció y redujo. (3) El actual departamento donde se encuentra Estancia “El Carayá” debe su nombre a Feliciano Rodríguez, quien acompañó a Juan de Garay en la fundación de Santa Fe y que, alrededor de 1606, obtuvo tierras para establecer una reducción de mepenes en la zona.​ Hernandarias, como gobernador de Asunción y luego de Buenos Ai- res, condujo varias expediciones a Entre Ríos, la primera de las cuales fue en 1607. En esa expedición cruzó el río Paraná por el paso Cabayú (de los Caballos) y atravesó la provincia desde la actual localidad de Hernandarias hasta Salto Grande, desde donde cruzó el río Uruguay. Realizó campamento en la zona de Rincón de Montiel -hoy Sauce de Luna- donde encontró guaraníes que vaqueaban para los jesuitas del colegio de la ciudad de Corrientes y que entendían el idioma español. El sacerdote Policarpo Dufó creó en 1730 una misión en la zona de Feliciano. 1.2.3 Los Jesuitas A mediados del siglo XVIII, el principal terrateniente de lo que hoy es Entre Ríos era la Compañía de Jesús. A mediados de 1768 los jesuitas fueron expulsados del Imperio español y sus tierras en esta provincia pasaron a ser administradas por la Junta de Temporalidades de Santa Fe hasta su remate público. Alrededor de 1771 los pobladores de Fe- liciano, a instancias de los misioneros, pidieron a las autoridades que se les dotara de una capilla. Entre 1776 y 1777 el teniente gobernador del departamento de Yapeyú en la gobernación de las Misiones Guaraníes, Juan de San Martín, padre del Gral. José de San Martín, mandó a ocupar las tierras vacías hasta el arroyo Yeruá y fundó las estancias ganaderas comunitarias (o tupambaé) de Concepción de Mandisoví (en julio de 1777, en las cercanías de la actual ciudad de Federación) y Jesús del Yeruá (al sur de Concordia) (4) en el norte de la actual provincia de Entre Ríos. (5) 1.2. Historia de la región y el campo 1.2.1 Los Aborígenes El actual territorio entrerriano estaba habitado por poblacio- nes aborígenes que desarrollaron culturas particulares y defi- nidas: guaraníes, chanás, charrúas, caingang, entre otros, divididos, a su vez, en subgrupos culturales. Los guayquirarós eran una fracción de los caingang y desde tiempos muy remotos deambularon por Entre Ríos. Por otro lado, los originarios precharrúas, también llamados cai- naroes y chanás salvajes por los cronistas, venían desde Brasil. De este modo, la Mesopotamia estaba muy transitada y en estado de agitación constante. A comienzos de la invasión europea, tenían por enemigos y vecinos a los mocoretás -ribereños del Paraná- entre el norte del río Guayquira- ró y el sur del Feliciano. En el mapa de distribución de los antiguos ha- bitantes de Entre Ríos, Antonio Serrano localiza en el año 1650 a los mepenes y caxas en la desembocadura del río Guayquiraró; a los to- caguas y mocoretás, en el tramo final del Feliciano, mientras que en el centro del departamento, a los yaros en 1726. En cambio, al sur posi- ciona a los charrúas entre 1706 y 1749, hábiles cazadores y pescadores nómades provenientes de la Banda Oriental, con una aguerrida forma de combate. Éstos compitieron por la posesión de montes y arroyos durante dos siglos, terminando con la desaparición de los rebeldes. Los enfrentamientos por el dominio del territorio culminaron en es- clavitud; en cualquier caso, con el consecuente mestizaje que fue for- jando rostros e identidades. A medida que buscaban alimento y refu- gio, fueron colonizando otros lugares como San José de Feliciano. Así, se alcanza a consignar sintéticamente a los primeros cainaroes, chanás salvajes y guayquirarós, descendientes de los caingang, hasta los grupos charrúas y yaros, pasando por los mocoretás, mepenes y caletones. Probablemente, dice Miguel Ángel Fernandez (1), los últi- mos en llegar fueron los guaraníes, como trabajadores en las misiones jesuíticas primero y escapando de los esclavistas portugueses en los finales del siglo XVIII. (2)
  • 12. 20 21 Además, era inexorable con los pillos. De allí surge la historia de que, en San Diego, tenía una jaula de postes de ñandubay con una “tigra”. La misma fue contada por Don Ramón Gamarra (quien comentaba haberla visto ya abandonada), donde los malvivientes o gauchos al- zados eran arrojados a ella como castigo, lo cual permitiría afirmar que la Estancia San Diego fue un reducto y prisión de rebeldes en el marco de las disputas entre unitarios y federales. Los tiempos de la modernización llegaron entre 1870 y 1890 donde se fueron definiendo las “Estancias” y se dieron cambios en las organiza- ciones del trabajo, apareciendo nuevas formas de producción acordes a los movimientos comerciales internacionales. En 1879 la familia Sti- venson funda “Santa María del Carallá”, tomando el nombre del Arroyo Caralla derivando en el actual nombre “El Carayá”. Para 1893 contaba con 10.300 ha, y entre los adelantos que se incorporaron, se encuentran bañaderos para vacunos y lanares, 10 molinos, 8 tanques australianos y bebederos de hierro galvanizado en 7 potreros. Además, tenían 5400 vacunos de los cuales 2400 eran de la raza Hereford y 3700 ovinos de la raza Romney Marsh. Posteriormente, a partir de 1950, la familia Ac- quarone unifica San Diego y Carayá en una sola unidad, llegando de este modo a 1983 a manos de sus actuales propietarios. Referencias (1) Fernández, Miguel Ángel. “San José de Feliciano, un pago con historia 1”. Buenos Aires: De los cuatro vientos, 2006. (2) regionlitoral.net/2012/07/feliciano-origenes.html (3) turismoentrerios.com/provincia/historia.htm (4) es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Iglesia_cat%C3%B3lica_en_Entre_R%C3%ADos_hasta_1810 (5) es.wikipedia.org/wiki/San_Jos%C3%A9_de_Feliciano (6) turismoentrerios.com/provincia/historia.htm (7) elhistoriador.com.ar/los-caudillos/ (8) presidentesargentinos.com/487/justo-jose-de-urquiza-caudillo-y-gobernador-entrerriano-empresario-y-estanciero-primer-presidente-constitucional/ (9) Lisardo Sierra (El Litoral - 1/3/1926) 1.2.4 Organización Nacional y de la Provincia El rápido progreso económico, basado principalmente en el ganado existente, permitió que hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, se embarcaran grandes cantidades de cuero, se pusieran en marcha fábricas para el procesamiento de carne y cebo y se utilizaran las reser- vas de madera de ñandubay para la producción de postes y las piedras calizas de buena calidad con que se contaba para la construcción. (6) Entre Ríos se plegó inmediatamente a la causa de la Revolución de Mayo y las ciudades de la costa del Paraná abastecieron a la expedición de Belgrano al Paraguay. (7) El auge del caudillismo fue un fenómeno social de la América Latina posterior a la Independencia. Durante el período 1820 - 1835, frente a la crisis del Estado y a la ausencia durante muchos años de un gobierno central fuerte, los caudillos se transformaron, en muchos casos, en el único poder real en sus zonas de influencia. Los caudillos surgen como una forma de autoridad más cercana a los problemas de la gente. Los ejércitos gauchos no eran hordas predatorias como las de Atila, sino que estaban estrechamente vinculados a la institución que les había dado origen y que se fortalecía cada vez más: la estancia. (8) Hay pocos personajes como el entrerriano Justo José de Urquiza en la historia argentina, de carácter egocéntrico, magnánimo y multifacético. Fue empresario, estanciero, militar, gobernador y primer presidente cons- titucional, padre de ni más ni menos que 23 hijos reconocidos y un visionario para su época, revolucionario en sus ideas y acciones. Fue odiado y amado, hizo evolucionar a su provincia desde lo económico y social, impulsor de la escuela primaria gratuita construyó innume- rables establecimientos en su provincia, trajo caudales de inmigrantes y creó de una forma muy peculiar colonias, constituyéndose durante más de una década en el hombre más poderoso, desde lo político y económico, de toda la Argentina. (8) 1.2.5 Siglo XIX - XX Destino final de las propiedades Pasando por diferentes propietarios, Don Carlos Anderson fue cono- cido por la fundación de la Estancia San Diego en 1860. Anderson es considerado el último caudillo entrerriano, quien fue testigo presen- cial de la muerte del Gral. Urquiza. Carlos Anderson, cuando osten- taba el grado militar de teniente, se encontraba al lado de uno de sus hermanos que estaba enfermo en su cama cuando el 11 de abril de 1870 caía asesinado en el Palacio de San José, el Gral. J.J. de Urquiza. Ambos hermanos integraban la Guardia de ese Palacio. Nada pudie- ron hacer para salvarle la vida a Urquiza, según manifestó varios años después, porque fueron aprehendidos por una parte de los asesinos que penetraron furtivamente en el Palacio. Luego, Carlos Anderson se pasa a las filas del ejército de López Jordán, combatiendo junto a este general. (9) En 1880 el movimiento revolucionario que estalló en Buenos Aires tenía por bandera al Dr. Carlos Tejedor quien estaba postulado a pre- sidente de la República. Carlos Anderson junto al Coronel Gaurum- ba, restablecieron la calma a los habitantes de Concordia entrando con miles de lanceros de este caudillo de Federación. Carlos Anderson era muy cercano a Presidente del país, Gral. Julio A. Roca, habiendo recibido numerosas invitaciones al despacho presi- dencial. Entre los años 1882 y 1884, fue expedicionario al Chaco. Ter- minada esta campaña, regresó a su Estancia “San Diego”, alejándose de los amasijos políticos. A sus estancias llegaban muchas personas con escaso control y se marchaban de la misma manera, llevando los caballos que necesitasen. Por eso, muchos se sorprendían al ver caba- llos de propiedad del Coronel Anderson en Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Su comportamiento respondía a una honradez ejemplar.
  • 13. 22 23 1 Ambientes y paisajes del ANP El Carayá. Fotografía ©Susana Bongiovanni 2 Ambientes y paisajes del ANP El Carayá. Fotografía ©Susana Bongiovanni Mapas catastrales del departamento Feliciano del año 1928. Carta topográfica aprobada por decreto el 3 de agosto de 1926 confeccionada por el Departamento de Obras Públicas. Fuente: Archivo General de Entre Ríos. — Fuente: Archivo General de Entre Ríos
  • 14. 24 25 plazo de dos años, hasta que se apruebe la Ley correspondiente. Años más tarde la Legislatura de la Provincia de Entre Ríos sancionó con fuerza de Ley N° 10.534, con fecha 4 de diciembre de 2017, el ANP “El Carayá”, ratificando el Decreto y declarando oficialmente su pro- mulgación. El objetivo principal de la creación del ANP “El Carayá” es la conser- vación, recuperación y manejo productivo de los ecosistemas de los bosques nativos y bosques selvas ubicados en la cuenca del Arroyo Feliciano y sus tributarios, dada la riqueza ambiental que representa por su biodiversidad, su valor ecosistémico y conectividad biológica. El ANP “El Carayá” prevé, además, la recuperación de 4.611 ha de áreas degradadas (Categoría II, según Ley 26.331), para tender al Ambientes y paisajes del ANP El Carayá. Fotografías ©Susana Bongiovanni paisaje natural de los ambientes más representativos y aumentar la capacidad productiva de los campos naturales con un planteo de manejo ganadero sustentable y compatible con los recursos natu- rales. Por otra parte, es importante mencionar que el ANP “El Carayá”, presenta en el límite sur un área clausurada de aproximadamente 250 ha como Área Natural Protegida sin actividad pecuaria, sobre la costa del Arroyo Puerto. Desde hace más de 30 años que contiene arenales, barrancas, selva en galería y montes selvas, y cuya exten- sión es de 25,79 km de largo por un ancho promedio de 100 m. El objeto de esta clausura al pastoreo se realizó con el fin de impedir el movimiento de hacienda hacia la aguada, evitando la erosión y con- servando las barrancas y, por ende, la estabilidad del suelo. 1.3 Fundamentación del ANP El Carayá Siendo habituales las visitas por parte de organismos oficia- les como el Conicet (Povedano, Hernán), Recursos Natura- les de la Provincia de Entre Ríos (Velazco, Antonio – Gon- zalez, Conrado), Fauna de la Nación (Ibáñez, Hernán) y la Universidad Nacional de Entre Ríos a través de la Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios FCA (Sabattini, Rafael y Sabattini, Julián) siempre asociadas a prácticas de manejo y conservación del monte nativo, y siendo para Las Taperitas S.A. de mucha importan- cia conservar la naturaleza, promover el uso sustentable de los recur- sos naturales y una conducta responsable, se propuso la importante misión de preservar el bosque nativo del Espinal y su fauna para las futuras generaciones. En 2012, los Sres. Víctor Dopazo, Rafael Sa- battini y Julián Sabattini presentaron la propuesta de creación del ANP al Gerente de Producción Ganadera de Las Taperitas S.A., Dr. MV Lautaro Lucas Sandobal. La misma fue llevada al Directorio de la empresa, siendo oportunamente aprobada. En tal sentido, comen- zó la elaboración del proyecto con el objetivo de generar un plan de manejo tendiente a organizar las actividades productivas actuales y futuras para optimizar el desarrollo de cada una de ellas sin interfe- rir con los fines de conservación. A finales del año 2013, se solicitó la inscripción de un Área Natural Protegida bajo la modalidad de Reserva de Usos Múltiples, con una superficie de 10.402 ha correspondiente a la Estancia “El Carayá”. La misma está ubicada en el Distrito Atencio, departamento Feliciano, provincia de Entre Ríos (Figura 1.1, 1.2). Según el art. 26 de la Ley 8.967, que establece la creación de un sistema provincial de áreas naturales protegidas, se entiende por “Reserva de Usos Múltiples a aquellas áreas con cierto grado de transformación en su condición natural, en las que se privilegia la convivencia armónica entre las ac- tividades productivas del hombre y el mantenimiento de los ambien- tes naturales con sus recursos silvestres. Son zonas apropiadas para la producción ganadera, forestal y de fauna de valor comercial”. Posteriormente, en 2015, se declaró por Decreto N°2249/15 MP la incorporación formal al Sistema Provincial de Áreas Naturales Pro- tegidas de Entre Ríos. En éste, se estableció la reducción del 40% de la liquidación del impuesto inmobiliario provisoriamente, por el
  • 15. 26 27 Figura 1.1. Localización geográfica del ANP ‘El Carayá’: distrito Atencio, departamento Feliciano y provincia de Entre Ríos. 1.4 Antecedentes de importancia En los años 2002 a 2003, se buscaron diversas alternativas para frenar los procesos de enmalezamiento, entre ellas, se iniciaron prácticas de pastoreo rotativo sobre una prueba piloto de 474 ha divididas en 6 potreros, bajo la asistencia técnica de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER (Saba- ttini et al., 2003). Posteriormente, en 2012, se plantearon esquemas de manejo basa- dos en el ordenamiento territorial de bosques nativos a nivel predial, efectuándose la zonificación del campo y estableciéndose ambientes de bosques nativos relacionados con las series de suelo. El conoci- miento de los tipos de montes y sus estados de conservación, permi- tieron establecer potreros con la caracterización del nivel de enmale- zamiento y, por ende, la evaluación de la receptividad y carga animal que soporta el sistema productivo. Estos lineamientos y la posibilidad de conservar las unidades de am- biente y vegetación típicos del centro norte de Entre Ríos, más preci- samente del Espinal ubicado al sur del departamento Feliciano sobre la cuenca del Arroyo Feliciano, motivaron al desarrollo del presente plan de manejo del Área Natural Protegida Reserva de Usos Múlti- ples “El Carayá” sobre una superficie de 10.402 ha. Es así que el campo, a partir de dos Convenios de Asistencia Técnica (2012-2016) celebrados con la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER, inició una serie de estudios pioneros sobre la limpieza química aérea de áreas degradadas para la recuperación de montes nativos, las unidades de ambiente y vegetación y el impacto de las hormigas cortadoras de hojas sobre los componentes del ecosiste- ma, entre otros aspectos. Esta estrategia de la empresa basada en la conservación de los bosques nativos y de la recuperación de las áreas degradadas planteó, además, la posibilidad de integrar la produc- ción pecuaria con la preservación de los recursos naturales, basado en unidades de ambiente y vegetación (ver Capítulo III), conformado por la dominancia de tipos de montes y suelo.
  • 16. 28 29 Figura 1.3. Distribución de los potreros, instalaciones y mensuras cortafuego del ANP ‘El Carayá’. vista de la avifauna, se observó que la ubicación del ANP coincidiría con parte del Área N°8 del AICA, declarada para la conservación del patrimonio ornitológico (Di Giacomo, 2007). Por último, se realizó un proyecto de represamiento en el sector de chacras (aprobado por la Secretaría de Ambiente Sustentable en 2012) con el objetivo de almacenar agua de lluvia para el riego de arroceras, fundamentalmente. Figura 1.2. Sector del ANP Reserva de Usos Múltiples dentro de la Estancia ‘El Carayá’ Trabajos realizados en el área destacan la vulnerabilidad de la Cuen- ca del Arroyo Feliciano y, en el caso particular del proyecto ANP “El Carayá”, por la cercanía del Arroyo Puerto (Díaz et al., 2009). Otro elemento de consideración en la decisión de plantear un plan de manejo del ANP, fue la extensa superficie de bosques nativos que permitiría mantener una riqueza florística y su fauna asociada, im- portante para las diversas unidades ambientales. A su vez, en 2004, se inició una serie de estudios ligados a la con- servación de la fauna, mamíferos, anfibios y aves dirigidos por el Dr. Hernán Povedano y por la UNC. Recientemente, desde el punto de
  • 17. 30 31 CAPÍTULO 2 /1: Profesor Titular Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Asesor Privado, Responsable Técnico del ANP El Carayá. e-mail: rsabatti@fca.uner.edu.ar, rsabatti@outlook.com /2: Ingeniera Agrónoma, Asesora Privada, Responsable Técnica del ANP El Carayá. e-mail: bongio.susy@hotmail.com Caracterización del medio natural y socioeconómico Sabattini Rafael Alberto 1} / Bongiovanni Susana Nélida 2}
  • 18. 32 33 El ANP El Carayá se encuentra dentro de la “Cuenca del Arroyo Feliciano” que comprende territorio de la zona agro- económica homogénea de “Feliciano” – ZAHs Feliciano- (Engler et al. 2008) basado en la zonificación ecológica y las fracciones censales del INDEC. La principal vía de comunicación de la estructura productiva es la Ruta Provincial Nº 1 que comunica la ciudad de San José de Feliciano con La Paz. En tanto que la Ruta Provincial N° 28 (de ripio) comunica la zona hacia el norte con Co- rrientes y al sur con el departamento Federal. Por su parte, la Ruta Provincial Nº 2 (de ripio) vincula a Feliciano con Federal (Engler et al. 2008). En esta zona se encuentra instalada una Agencia de Exten- sión Rural del INTA y un proyecto Minifundio. Según Engler et al. (2008) las principales producciones agropecua- rias del ZAHs Feliciano, son la ganadería bovina -representando la zona de cría más tradicional de la provincia- y ovina, aunque en los últimos años se observa un importante avance de la agricultu- ra. Villanova y Díaz (2013) estiman que hay aproximadamente entre 400.000 y 450.000 cabezas bovinas, de las cuales el 78% correspon- de a ganado bovino y el 22% a ovino, siendo las zonas donde se en- cuentra la mayor cantidad de ganado ovino de la provincia. Según el Proyecto SIBER (Sistema Integral de la Bolsa de Entre Ríos), en la zona se sembraron cultivos agrícolas anuales por 35.000 ha, de las cuales el 52% correspondió a soja con un rendimiento de 25 qq/ha, el 22% arroz con un rendimiento de 79 qq/ha y el resto de los cultivos participa con valores menores al 10%: maíz 8%, girasol 7%, trigo 6%, sorgo 5% y lino 1% (Villanova y Díaz, 2013). Respecto a los canales de comercialización, los productores ganade- ros lo realizan por medios habituales en toda el área ganadera de la pampa húmeda. Se vende en forma directa en estancia o en remates y ferias zonales (Villanova y Díaz, 2013). La zona se caracteriza por la concentración de unidades productivas en los estratos menores a 100 ha, los que reúnen el 53% de EAPs (explotaciones agropecuarias) y ocupan el 5% de la superficie. Cabe destacar que las EAPs del estrato de 500 ha o más, que representan el 2.1 Descripción del entorno socioeconómico 18% del total, ocupan el 81% de la superficie de esta zona y poseen una superficie media de 734 ha y 3.142 ha en los estratos de 500 a 1.199 o más de 1.200 ha respectivamente (Engler et al. 2008). El régimen de tenencia que predomina es el de propiedad ocupando el 83% de la superficie censada de la zona. Al considerar las distintas formas de tenencia por EAPs, el 72% de las mismas están en forma exclusiva bajo el régimen de propiedad, ocupando el 77% de la super- ficie, mientras que solo el 8% de las EAPs presentan superficie propia y arrendada, ocupando el 10% del área censada en la zona (Engler y otros, 2008). Los sistemas de producción de la zona se caracterizan por contar con EAPs con orientación predominantemente ganadera en el 97% de los casos y de la superficie censada. Los sistemas predo- minantes son el ganadero de bovinos de carne y ovinos. Ambos tota- lizan el 87% de las EAPs y el 71% de la superficie censada de la zona. Según Engler et al. (2008), las formas de organización social del tra- bajo mayoritariamente están basadas en una organización social de tipo familiar con orientación ganadera, tanto las EAPs con mano de obra familiar como las no familiares corresponden a esta orientación productiva en un 97 y 96% respectivamente. 2.1.1 Personal del establecimiento El factor social en el ANP El Carayá refleja una situación preponde- rante en el manejo y control del Área Natural Protegida. La Estancia “El Carayá” cuenta con una dotación de 19 personas que, en su gran mayoría, viven en el campo (Figura 2.1), garantizando el cuidado del ambiente y ejerciendo su rol de custodia ante el ingreso de personas no autorizadas y que ocasionan daños sobre la flora y la fauna del lugar. Por otra parte, el personal de campo realiza periódicamente ca- pacitaciones y entrenamientos específicos sobre el cuidado del medio ambiente, siguiendo la política de capacitación y mejora continua de los recursos humanos de la empresa.
  • 19. 34 35 Figura 2.1. Organigrama del ANP El Carayá en 2019. DE A PIÉ ADMINISTRACIÓN PASTURAS CARAYÁ YATEBURÍ SAN DIEGO TRACTORISTAS Coordinador Víctor Dopazo Especializado Damián Hidalgo Administrativa Miriam Stivanello Capataz Esteban Aguirre Tractorista Heriberto Almada Capataz Horacio Juárez Peón General Alcides Juárez Peón General Luis Miguel Juárez Peón General José María Quintana Capataz Pascual Bargas Capataz Ramón Alegre Peón General Luis Valdez Peón General Leonardo González Peón General William Ojeda Peón General Ramón Juárez Peón General César Juárez Peón General Oscar Ojeda Encargado Tractorista Gabriel Aguilar La provincia de Entre Ríos se encuentra ubicada dentro de los climas de Dominio Atlántico caracterizado por la exis- tencia de gradientes térmicos con marcadas diferencias hídricas. Está dividida en dos regiones climáticas: una pe- queña franja al norte de la provincia que corresponde al clima Sub- tropical Húmedo de Llanura, y otra que cubre el resto de su territorio y corresponde al clima Templado Húmedo de Llanura (Rojas y Sa- luso, 1987). Según la clasificación climática de Daus y García Gache (1955), la parte norte de Entre Ríos corresponde al clima subtropical sin estación seca, que se caracteriza por su escasa oscilación anual de temperatura y abundancia de precipitaciones que no faltan en nin- gún mes. El ANP El Carayá se encuentra en una posición intermedia por su condición geográfica, pero corresponde a la región Subtropical Hú- medo de Llanura (Figura 2.2). Es una planicie que se encuentra con- dicionada por los vientos húmedos del anticiclón del Atlántico Sur y temporalmente por el Pampero provocando lluvias y descensos de temperatura en su frente de avance, o bien por la Sudestada, que in- 2.2 Caracterización climática troduce aire frío saturado de humedad, que da lugar a períodos pro- longados de lluvias y temperaturas muy estables. Por la suavidad y ausencia de situaciones extremas, tiene una muy buena aptitud para el cultivo de secano de cereales y forrajeras y la cría de ganado. La temperatura media anual de la provincia, por su posición geográ- fica intermedia entre el ecuador y el polo, aumenta latitudinalmente de Sur a Norte de 17 a 20,5º C, siendo enero el mes más cálido con temperaturas promedio de 25 a 27° C, y julio el mes más riguroso con una temperatura media de 12 a 14º C, respectivamente (Figura 2.2). En la zona de Feliciano (LS 30º 37’ – LO 58º 49’), la temperatura media anual es de 18,9º C, mientras que la temperatura máxima promedio es de 24,8º C. En las épocas invernales el promedio de la temperatura mínima es de 12º C, lo que indica la poca amplitud térmica anual (aproximadamente de 12° a 14° C), característica que corrobora el clima subtropical (Plan Mapa de Suelos, 1986). La fe- cha promedio de la primera helada para el norte de la provincia es el 11 de julio y de la última helada el 11 de agosto, aunque se han
  • 20. 36 37 Figura 2.2. Caracterización climática de Entre Ríos (Templado Húmedo y Subtropical Húmedo); Isotermas; Isohietas (Pp) y Evapotraspiración anual (ETP). Tomado de Rojas y Saluso (1987). Figura 2.3. Evolución de las precipitaciones históricas anuales de la Estancia “El Ca- rayá” (1982-2018). En línea verde se muestra el promedio anual del período (1.401 mm). Figura 2.4. Distribución de las precipitaciones mínimas, medias y máximas promedio de la Estancia “El Carayá” durante el período 1982 a 2018. registrado algunas extremas en mayo y septiembre. La precipitación media anual disminuye en forma gradual de NE a SO y oscila entre 1.000 y 1.300 mm en años normales, sin las influen- cias de los fenómenos de La Niña o El Niño, concentradas entre octu- bre y marzo (Figura 2.2). Además de la regularidad de las precipita- ciones, la gran cantidad de ríos y arroyos que atraviesan la provincia, brindan su cuota de humedad al suelo y al aire. Teniendo en cuenta la cercanía del área de estudio y la faltante de in- formación de la precipitación histórica, se considera más cercano con la localidad de Federal, donde se registraron precipitaciones medias de 1.130 mm anuales durante el período 1934-1970 con un prome- dio de 72 días anuales con precipitación según el INTA (Plan Mapa de Suelos, 1986). En el mismo período se registraron precipitaciones máximas absolutas de 1915,8 mm anuales y 776,3 mm anuales de pre- cipitaciones mínimas absolutas. En la Estancia “El Carayá” en el período 1988 a 2018, se registró un aumento del 7,6% en las precipitaciones promedio anuales (1.401 mm), comparadas con los años 1950 a 1981 (1.301 mm). Además, se observa que, en los últimos 25 años, solo 11 de ellos registraron pre- cipitaciones anuales mayores a la media, mientras que las restantes están por debajo (Figura 2.3). Es importante destacar que en 2004 se registró el año con menores precipitaciones (762 mm anuales) mien- tras que en 2002 se registró la precipitación máxima anual del perío- do (2.409 mm anuales). La distribución mensual concentra la mayor pluviometría en Prima- vera-Verano, durante los meses de octubre hasta fines de abril, mien- tras que en épocas invernales existe un marcado descenso de las preci- pitaciones. En la Figura 2.4 se observa que la variación mensual de las precipitaciones mínimas y máximas promedio son mayores durante los meses de enero, febrero, marzo, octubre, noviembre y diciembre; mientras que en los restantes se describe una tendencia constante y de menor variación. 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018
  • 21. 38 39 Relieves planos con vegetación boscosa. Fotografía © Julián Sabattini. Lomadas planas con pendientes largas y suaves. Fotografía © Julián Sabattini. En términos geológicos, la región contiene materiales an- tiguos de areniscas y toscas del período cretácico que se hundieron de este a oeste. Posteriormente, se depositaron arenas y arcilitas verdes del ingreso marino correspondiente al mar epicontinental, llamado Paranense por algunos autores. Los materiales fueron depositados en tres etapas: la inferior arenosa de carácter litoral o entrerrianense, una intermedia de arcillas grisáceas, y una final de arenas cuarzosas denominadas “arenas Puelchenses” o también llamada “Formación Ituzaingó” (Iriondo, 1980). Durante el Pleistoceno medio se depositaron los sedimentos de origen lacustre o palustre de la Formación Hernandarias, que tienen su importancia por ser el material parental que generó los suelos vertisoles, alfisoles y algunos molisoles característicos de la región del ANP El Carayá. Esta unidad geológica, se encuentra dividida a su vez, en tres subu- nidades en función del depósito: una basal arcillosa, una intermedia con arcillas y abundantes cristales de yeso y una superior de arcillas limosas con carbonato de calcio. Esta región tiene su importancia ya que da origen a suelos ubicados sobre las adyacencias y pendientes de la cuchilla de Montiel. Sin embargo, en el Holoceno se deposi- 2.3 Geomorfología, topografía y suelos taron sedimentos muy finos de origen eólico que generan paisajes muy característicos de la zona. Estos presentan altos contenidos de limo pertenecientes a la Formación San Guillermo (Iriondo, 1980), constituyendo un epipedón de características mólicas propias de los vertisoles del área de estudio y dan origen a los suelos denominados “Bañados de Altura”. En este sentido, se construyó un paisaje similar al actual, de colinas erosionadas suavemente onduladas conocidas como “peniplanicie”. Es por ello que en la región coexiste un balance entre pedogénesis -formación de suelos sobre sedimentos-, y morfogénesis -construc- ción de nuevas formas de relieve-, que por lógica se producen en la naturaleza a expensas del suelo antiguo al que destruye. Es importan- te mencionar que la estructura original sufrió sucesivos deslocamien- tos a lo largo de las dos últimas eras geológicas provocando fallas, como por ejemplo el curso del arroyo Feliciano o río Gualeguay. La peniplanicie característica de la región cubre prácticamente todo el territorio del norte entrerriano. Es una formación estructural muy antigua, caracterizada por pendientes largas entre 500 y 1.000 me- tros entre 0,5 a 2,5% de intensidad, constituyendo un paisaje homo- géneo con dominio de suelos vertisoles -principalmente Peludertes argiudólicos y árgicos- y suelos asociados del orden alfisol -como los Ocracualfes vérticos- en las áreas más planas y del orden molisol en los pies de lomas y sectores cóncavos. Teniendo en cuenta lo mencionado, el ANP El Carayá se encuentra representada por el relieve de las “Altillanuras de la Cuchilla de Mon- tiel”, caracterizada por áreas planas a muy suavemente onduladas cu- biertas por grandes extensiones de monte xerófilo del Montiel. Consi- derando los modelos digitales de elevación disponibles, presenta una variabilidad topográfica entre los 48 y 75 m.s.n.m., tomados como valor mínimo y máximo topográfico (Figura 2.5). Los valores más bajos corresponden a las áreas adyacentes al Arroyo Puerto y a sus tributarios, mientras que los valores topográficos más altos se ubican en la zona centro este del establecimiento.
  • 22. 40 41 Figura 2.5. Modelo digital de terreno del ANP El Carayá. Tomado del Shuttle Radar Topography Mission (SRTM, NASA). Pendientes suaves en el bosque del Espinal. Fotografía © Julián Sabattini. Vista aérea del relieve del ANP El Carayá © Julián Sabattini. En la caracterización edáfica se consideró la Carta de Suelo del De- partamento Feliciano (INTA Plan Mapa de Suelos, 1986), la descrip- ción de suelos realizado por la Cátedra de Ecología de los Sistemas Agropecuarios FCA-UNER (Sabattini et al. 2013), y la revisión e interpretación in situ de las unidades presentes. En base a lo men- cionado, los suelos del ANP El Carayá responden mayoritariamente a suelos del Orden Alfisol. A los mismos se los suele llamar suelos “la- vados” debido a sus horizontes superficiales someros (15 cm o menos) muy lixiviados de colores claros y de estructura masiva. El endopedón suele ser arcilloso con más del 35% de saturación de bases con fuer- te estructuración prismática o columnar que constituye un horizon- te argílico fuertemente desarrollado más conocido como “Bt” (Plan Mapa de Suelos, 1986). Sin embargo, se encuentran otros suelos que responden al Orden Molisol ubicados en áreas planas que no tienen red de drenaje definida o bien muy incipiente. Generalmente tienen un epipedón mólico profundo y oscuro de textura franco-limosa, pero con un endopedón argílico con abundantes caras de fricción y grietas cuando se secan. Según lo mencionado, el ANP El Carayá está com- puesto por cinco unidades cartográficas de suelo (Figura 2.6): · Serie Garat (Argiuacuoles vérticos). · Asociación A° Quebracho-Garat (60% Serie A° Quebracho - 40% Serie Garat). · Asociación A° Quebracho-Grecco (60% Serie A° Quebracho - 40% Serie Grecco). · Serie Grecco (Ocracualfes vérticos). · Complejo Arroyo Feliciano (suelo perteneciente al Subgrupo Ha- placuentes).
  • 23. 42 43 La Serie Garat se localiza en el área Noreste de la Estancia “El Cara- yá”, donde se encuentran las mejores condiciones de suelo, corres- pondiente a los lotes: Fortín, 10, 11 Norte, 11 Tajamar, 11 Sur, 9a, 9b, 9 Sur Oeste, sector Norte, 9 Norte y sector Sur (Figura 1.3). Son suelos clasificados como Argiuacuoles vérticos, con epipedón mólico (hori- zonte con más de 1% de materia orgánica, friable y buena fertilidad natural), saturados con agua durante algún período del año y con un horizonte subsuperficial que reúne las condiciones para ser definido como argílico, según el sistema de clasificación Soil Taxonomy (Soil Survey Staff, 1992). Es una serie típica de los bañados de altura. Ocu- pan áreas planas ubicadas a una altura entre 65 y 80 metros sobre el nivel del mar, donde las pendientes son nulas a muy suaves que dan lugar a la formación de una red de avenamiento lagunar. El horizonte superior tiene un espesor comprendido entre 15 y 18 cm de profundi- dad, de textura franco arcillo limosa y con una densidad aparente de 1,35 g/cm3 (Tabla 2.1). Esta serie presenta una aptitud de uso muy restringida para cualquier sistema de utilización que incluya cultivos, a excepción del arroz. Las condiciones de drenaje y la disponibilidad de agua subterránea son condiciones que favorecen a la producción arrocera. Estos suelos están entre los más aptos para las pasturas naturales, sin embargo existe el peligro de que el pastoreo intensivo origine una degradación de su es- tructura por el pisoteo (Plan Mapa de Suelos de la Provincia de Entre Ríos, 1984). En síntesis, desde el punto de vista de fertilidad química, son suelos que tienen marcadas deficiencias de P, pero son adecua- dos en el resto de las variables químicas. Sin embargo presentan serios problemas de fertilidad física producidos por el exceso de agua, tanto en superficie como en el perfil. El contenido de Carbono está relacio- nado con el grado de enmalezamiento que presenta el monte nativo. Suelos con alto contenido de arcilla. Fotografías © Julián Sabattini. Figura 2.6. Distribución de las series de suelos Estancia “El Carayá”. Tomado de Sabattini y otros (2013).
  • 24. 44 45 Clase de Suelo pH C % CIC Cmol(c) kg-1 Ca Inter Cmol (c) kg-1 PSI % C.E. dS m-1 Dosis Equiv. P Kg ha-1 P mg kg-1Nt % Asociación Serie Aº Quebracho y Garat Serie Grecco Asociación Serie Aº Quebracho y Grecco Serie Garat Complejo Arroyo Feliciano 6.33 6.42 6.38 6.71 5.2 1.99 1.64 1.93 2.63 1.79 0.171 0.152 0.173 0.234 0.170 4.8 3.8 3.9 4.9 4.2 15.0 14.8 15.7 14.9 17.3 29.4 32.2 28.8 30.1 38.4 14.1 24.0 19.3 15.5 25.4 1.9 2.4 1.9 2.4 3.4 0.504 0.594 0.581 0.610 0.300 C: carbono orgánico total; Nt: nitrógeno total; P: fósforo extraíble; Dosis Equiv. P: dosis equivalente de fósforo en kg de superfosfato triple de calcio por ha para elevar el P extraíble en una unidad; CIC: capacidad intercambio catiónica; Ca Inter.: Ca intercambiable; PSI: porcentaje sodio intercambiable; C.E.: conductividad eléctrica. Los datos corresponden a los valores medios obtenidos. La Asociación A° Quebracho-Garat se encuentra representada en los lotes 9 Ruta, 9 Norte, sector Norte, 8 Norte y 8 Sur, 4 Este, India Muerta, 20, 21, 4 Quebracho Este, 4 Quebracho Oeste, Pi- quete 4 Quebracho, 16, 4 Sur Este y Sur Oeste y 6 Yaterubí, sector Noreste (Figura 1.3). Corresponden a la Asociación constituida por la Serie Arroyo Quebracho (Ocracualfe vértico) y la Serie Garat (Ar- giuacuoles vérticos), con dominancia de las características de Arroyo Quebracho. En esta unidad cartográfica se evaluaron contenidos de P ligeramente altos y bien provistos de materia orgánica, que se ve reflejado en la vegetación fundamentalmente por un mayor grado de enmalezamiento con arbustivas. En el resto del área se encuentra la Asociación A° Quebracho-Grec- co, dominando la serie Arroyo Quebracho (Ocracualfe vértico) con algunos sectores diferenciados que corresponden a la Serie Grecco (Ocracualfe vértico). Se encuentra en los lotes: 15 Sur, 51, 50, sector Oeste del lote 52, sector Sureste del lote 12, 5 Norte, lote 5 San Diego, 9 medio Oeste, 9 Norte Oeste, sector SE, 18, 9 Costa y 9 Medio Este (Figura 1.3). Los Ocracualfe son suelos sin epipedón mólico y con ho- rizonte subsuperficial argílico. Se localiza en un paisaje subnormal, con pendientes largas y muy suaves, con gradientes menores al 1 %. Por su relieve casi plano y su permeabilidad extremadamente lenta, el agua de lluvia queda estancada por períodos prolongados, lo que ex- plica la abundante presencia de moteados y concreciones ferromag- nesíferas en todo, o casi todo, el perfil (Plan Mapa de Suelos de la Pro- vincia de Entre Ríos, 1984). La Serie Arroyo Quebracho domina en cuanto a la superficie que ocupa en el establecimiento, caracterizados fundamentalmente por ser suelos con materiales densos y arcillosos. Es un Ocracualfe vértico que se encuentra en las áreas de pendientes suaves, con un espesor del horizonte A de 15 cm máximo, muy lixivia do, que se encharca por largos períodos. Esta serie está asociada con la Serie Garat y la Serie Grecco. Poseen un epipedón de color claro, moderadamente lixiviado y degradado, de textura franco-arcillo-li- mosa y un horizonte argílico muy oscuro con concreciones calcáreas a partir de los 40 cm y cristales de yeso a los 70 cm de profundidad. Su capacidad de drenaje es mala, de napa profunda y con escurrimiento superficial lento. La Serie Grecco es también un suelo clasificado como Ocracualfe vér- tico (Soil Survey Staff, 1992), que se ubica en pequeñas planicies bien definidas, relativamente más altas dentro del paisaje subnormal de pendientes largas y suaves donde se encuentra la Serie Arroyo Que- bracho (Figura 6). Normalmente se caracteriza por la dominancia de palma caranday. Según lo informado en la Carta de Suelos, puede esperarse que en profundidad se presenten horizontes alcalinos, con más del 10% de saturación de sodio del complejo de cambio. Esta característica podría afectar el normal desarrollo de las plantas, lo que significa que este aspecto debe tenerse en cuenta al momento de establecer el uso al que se destine a estas áreas. Presenta un horizonte superior muy lixiviado con espesores que varían entre los 10 a 25 cm, de textura franco limoso y estructura en bloques. Los moteados de hierro-manganeso son comunes evidenciando problemas de hidro- morfismo. Presenta un horizonte B textural arcillo-limoso, denso y poco permeable y penetrable por las raíces, con estructura prismática y cristales de sulfato de calcio (yeso). Zona baja (inundable) con alta retención de agua superficial luego de precipi- taciones. Fotografía © Rafael Sabattini. Retención de agua en superficie en bosques nativos del ANP El Carayá. Fotografía © Julián Sabattini. Tabla 2.1. Características físico-quí- micas correspondientes a las clases de suelo relevadas en la Estancia “El Cara- yá” (Sabattini et al., 2015)
  • 25. 46 47 Por último, cercano al arroyo El Puerto, se presentan suelos poco evolucionados, formados por capas aluviales pertenecientes al Sub- grupo Haplacuentes del Complejo Arroyo Feliciano. Estos suelos se caracterizan por presentar una disposición en capas de texturas va- riables, siendo común que los superficiales sean más limosos y que en los profundos, el contenido de arcilla aumente. Son imperfectamente bien drenados y se inundan con cada crecida del arroyo, aunque sólo por corto tiempo. Presentan mala estructuración en superficie siendo intensa la lixiviación en este sector del perfil (INTA Plan Mapa de Suelos, 1986). Considerando el análisis de Sabattini et al. (2015) en la Figura 2.7 se sintetiza el perfil topográfico del ANP El Carayá relacionando las unidades cartográficas de suelo descriptas precedentemente y su ve- getación asociada (ver descripción en Capítulo III). Figura 2.7. Esquema del perfil topográfico, suelos y estratos vegetales Estancia “El Carayá”. Tomado de Sabattini et al (2015). El ANP El Carayá se encuentra en la cuenca A° Feliciano perteneciente a la Cuenca del Plata. La misma presenta un área de 8.199,4 km2, y según Díaz et al. (2009) está afectada por una intensa agriculturización y cambio repentino en el uso del suelo, pasando de una ganadería extensiva bajo monte natural, a un uso arrocero y sojero. El campo está limitado al Sur por el A° Puerto que desemboca en el A° Feliciano, ubicado a 8,5 km al Oeste. El A° Feliciano nace en la Lo- mada del Mocoretá al Este de San José de Feliciano, y fluye del Oeste al Sudoeste atravesando Entre Ríos hasta desembocar en un brazo del río Paraná denominado riacho Alcaraz, cerca de Puerto Algarro- bo (Figura 2.8). En su curso de 198 km recibe el agua de numerosos arroyos, entre los que se encuentran: Víboras, Atencio, Quebrachos, Puerto, Estacas Este, Banderas, De Las Achiras, Del Yeso, Estacas, Chimango, Don Gonzalo, Las Palmitas, Grande y Alcaraz. La mayo- ría de los arroyos nace en las faldas de la cuchilla de Montiel. Estudios realizados por Díaz et al. (2009) y Romero et al. (2010) so- bre la cuenca A° Feliciano, analizaron la vulnerabilidad de ésta a la contaminación de los acuíferos destinados a suministrar agua para consumo humano, abastecimiento para riego y abrevado de anima- les. En tal sentido, el ANP El Carayá presenta en zonas de media loma a lomas planas una vulnerabilidad baja a moderada, mientras que adyacente al A° Puerto, es alta. Esto indica la importancia de pre- servar estas áreas utilizadas como protectores de cuencas naturales. 2.4 Hidrología
  • 26. 48 49 Referencias DAUS FA, GARCÍA GACHE R. 1955. Geografía física de la Argentina. Buenos Aires, Estrada. (Original no consultado, citado en CHIOZZA, E.M. y GONZALEZ van DO- MSELAAR, Z. Clima. Cap. 1, pág. 94 en APARICIO, F. de la Argentina suma de geografía. Tomo II, Buenos Aires, Peuser, 1958). DIAZ EL, ROMERO EC, BOSCHETTI NG, DUARTE OC. 2009. Vulnerabilidad del agua subterránea en la cuenca del Arroyo Feliciano. Entre Ríos, Argentina. Boletín Geológico y Minero ISSN:0366-0176, 120(4):533-542. ENGLER P, RODRIGUEZ M, CANCIO R, HANDLOSER M, VERA L. 2008. Zonas AgroEconómicas Homogéneas Entre Ríos: Descripción ambiental, socioeconómica y productiva. Estudios socioeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de producción y recursos naturales. ISSN 1851-6955. EEA Paraná N°6. 150 pp. IRIONDO MH. 1980. El Cuaternario de Entre Ríos. Revista Asociación Ciencias Naturales del Litoral 11:125-141 Plan Mapa de Suelos Provincia de Entre Ríos. 1984. Suelos y Erosión de la Provincia de Entre Ríos. Serie Relevamiento de recursos naturales Nº1. Tomo I. Convenio INTA Gobierno de Entre Ríos. 3º edición. 109 pp. ISSN 0325-9099 Plan Mapa de Suelos Provincia de Entre Ríos. 1986. Carta de Suelos de la República Argentina. Departamento Feliciano, Provincia de Entre Ríos. Serie Relevamiento de recursos naturales Nº3. Convenio INTA Gobierno de Entre Ríos. 96 pp. ROJAS A, SALUSO JH. 1987. Informe Climático de la Provincia de Entre Ríos. INTA EEA Paraná, Publicación Técnica Nº 14. Entre Ríos, Argentina. 20 pp. ROMERO EC, DIAZ EL, BOSCHETTI NG, DUARTE OC. 2010. Aplicación de un SIG para estimar la vulnerabilidad del agua subterránea a los pesticidas en la Cuenca del Arroyo Feliciano. Entre Ríos. Argentina. Revista Científica Agropecuaria 14(1):15-25. SABATTINI JA, BOSCHETTI NG, SABATTINI RA, QUINTERO C, BEFANI R, HERNANDEZ JP. 2015. Unidades de vegetación de un bosque nativo según condiciones edáficas (Entre Ríos, Argentina). Revista científica de investigación y difusión científica agropecuaria, 19(2):79-96. SABATTINI RA, BOSCHETTI NG, QUINTERO CE, HERNANDEZ JP, BEFANI R, SABATTINI I, CIAN JC, SABATTINI JA, KRUGER A, ARBELLO P. 2013. Zonificación: Diagnóstico estado de los montes nativos y tipos de suelo. Informe Técnico Final. Estancia El Carayá. Convenio Asistencia Técnica Las Taperitas SA y FCA-UNER. 40 pp. Soil Survey Staff. 1992. Keys to Soil Taxonomy. United States Department of Agriculture Soil Conservation Service. Sixth Edition. 306 pp. VILLANOVA G, DIAZ R. 2013. Capítulo 18: Caracterización socioeconómica de la región denominada “Cuenca del Arroyo Feliciano” 371-400. En: Bases conceptuales y metodológicas para el ordenamiento territorial en el medio rural. Compiladores: Giayetto O, Plevich J, Lallana VH, Pilatti M. 1° Edición – Editorial Libroclic. Río Cuarto, Córdoba. ISBN: 978-987-29233-0-3. 672 pp. Figura 2.8. Red hidrográfica del ANP El Carayá.
  • 27. 50 51 CAPÍTULO 3 /1: Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios, Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER). Asesor Privado, Responsable Técnico del ANP “El Carayá”. e-mail: rafael.sabattini@fca.uner.edu.ar /2: Cátedra de Edafología, Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER). e-mail: gboschet@fca.uner.edu.ar /3: Ingeniero Agrónomo, Colaborador Cátedra Ecología de los Sistemas Agropecuarios (FCA-UNER). e-mail: juancarloscian@hotmail.com /4: Cátedra de Estadística y Diseño Experimental, Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER). e-mail: afuomar@yahoo.com.ar Caracterización de la vegetación, unidades ambientales y asociaciones edáficas Sabattini Rafael Alberto 1} / Sabattini Julián Alberto 1} / Boschetti Norma Graciela 2} / Quintero César 2} / Cian Juan Carlos 3} / Befani Romina 3} / Hernandez Juan Pablo 3} / Urteaga Omar Florencia 4} / Sabattini Iván Alberto 3}
  • 28. 52 53 Según Cabrera (1976), el área de estudio corresponde a la provincia fitogeográfica del Espinal, que se caracteriza por bosques xerófilos -también denominados montes nativos por lugareños- del distrito Ñandubay dominados por Pro- sopis nigra Griseb. “algarrobo negro”, P. affinis Spreng. “ñandubay” y Vachellia caven Molina “espinillo o aromo”; todas especies de la comunidad clímax. La misma presenta un solo estrato arbóreo que raramente supera los 10 metros de altura, acompañada de un estrato arbustivo y herbáceo. En este sentido, el ñandubay es un árbol de altura no mayor a 10 metros con tronco de 40 cm de diámetro y flo- res amarillentas. La madera es utilizada para postes de alambrados, carbón o directamente como leña. Por otra parte, el algarrobo negro presenta fustes de hasta 1 metro de diámetro con una copa muy an- cha y su madera tiene usos variados, desde aplicaciones en carpinte- ría hasta fabricación de carbón. Sus frutos son excelentes forrajeras para ganado e incluso se utilizan para la alimentación humana. Otros elementos del estrato arbóreo abundantes en la comunidad son el espinillo o aromo, pero también acompañan Geoffroea decorticans Burkart “chañar”, Schinus molle L. “molle”, Scutia buxifolia Reissek “coronillo”, Sideroxylon obtusifolium Roem. & Schult. “guaranina”, Zanthoxylum fagara (L.) Sarg. “tembetarí”, Aspidosperma quebra- cho-blanco Schltr. “quebracho blanco”, entre otros. Además, puede hallarse Trithrinax campestris Drude & Griseb. “palma caranday” en forma aislada o en colonias más o menos extensas. Además, presenta una altura escasa de entre 2 y 4 metros, las hojas son utilizadas para la fabricación de canastas, abanicos y otros objetos, y sus fibras se usan en el yute para la fabricación de bolsas. El estrato arbustivo está dominado por especies del género Baccharis spp., Eupatorium spp., y Aloysa spp., e integrado por Senna corymbosa H.S.Irwin & Bar- neby, Tabernaemontana catharinensis A. DC., Eugenia uniflora L., Buddleja stachydioides Cham. & Schltdl., entre otras. Las cactáceas están representadas por Cereus repandus (L.) Mill. “cardón” y varias especies de Opuntia spp. y Harrisia spp. Por otro lado, el estrato her- báceo de la comunidad clímax, es rico en gramíneas del género Stipa, Setaria, Bothriochloa, Arístida, Paspalum, Briza, entre otras. 3.1 Descripción de la vegetación y su entorno Bosques nativos típicos del Espinal entrerriano con dominancia de algarrobo negro, acompañado de ñandubay, espinillo y, eventualmente, palma caranday.
  • 29. 54 55 Por otra parte, en el distrito Ñandubay se presentan ejemplares de palmera yatay Butia yatay -Mart. Becc.- típicas de la comunidad seral. Son frecuentes en el nordeste de la República Argentina, es- pecialmente en Corrientes y Entre Ríos. Generalmente se encuen- tran en suelos arenosos más o menos ácidos, a veces con subsuelos rocosos a poca profundidad, como también con altos contenidos de limo. En los palmares más puros la esencia arbórea es exclusiva de palmera yatay, de alturas superiores a 10 metros, donde los troncos se pudren fácilmente por ende no tiene uso. Bajo las palmeras pue- den aparecer árboles de Schinus longifolia (Lindl.) Speg., Sapium haematospermun Müll.Arg. “curupí”, entre otras. Otras especies frecuentes son Baccharis coridifolia DC “mio-mio” y Sida rhombi- folia L. “escoba dura”. El estrato herbáceo se encuentra dominado por gramíneas de Andropogon, Paspalum, Briza, Panicum, Stipa, Sporobolus, Setaria, Deyeuxia, Chloris, entre otras. Sin embargo, el tapiz herbáceo se encuentra conformado por numerosas ciperá- ceas del género Cyperus spp., conjunto con leguminosas herbáceas que crecen del género Crotalaria spp, Adesmia spp., Mimosa spp., y Desmodium spp. Entre las hojas de palmeras pueden crecer di- versas epífitas como “el clavel del aire” (Tillandsia recurvata o T. bandensis). Epífitas del ANP “El Carayá”. Fotografías © Susana Bongiovanni. Vista aérea de los bosques nativos del ANP “El Carayá”. Fotografías © Julián Sabattini
  • 30. 56 57 Bosques nativos con palmares de Butia Yatay. Fotografía © Rafael Sabattini. Solitario quebracho blanco en el espinal entrerriano. Fotografía © Rafael Sabattini. Bosques nativos bajos y abiertos dominados por ñandubayes característicos de la ecorregión Espinal. Fotografías © Susana Bongiovanni.
  • 31. 58 59 Los bosques nativos de la región son heterogéneos por la fisono- mía y estructura del estrato arbóreo, y por el desarrollo del estrato arbustivo, a causa de la diversidad en los suelos y la profusa hidro- gráfica que surca la región. En general, el estado actual de estos ecosistemas se caracteriza por la ubicación dentro de la sucesión vegetal, siendo los bosques secundarios los dominantes en exten- sión en el área de estudio con un 20 a 25% de cobertura vegetal, que corresponden a etapas intermedias en las que mejora la diversidad, pero aún no se estabiliza (Sabattini et al. 1999). En este sentido, y teniendo en cuenta la heterogeneidad fisionómica, estructural y flo- rística del ANP “El Carayá”, es importante mencionar que presenta rasgos fitogeográficos de la provincia Paranaense sobre la margen del Arroyo Puerto y todos los tributarios menores. Es por ello que se forma una región ecotonal donde se comparte la vegetación de cada uno de los estratos de ambas provincias (Espinal y Paranaense). La provincia Paranaense cubre todo el territorio de Misiones y el ex- tremo nordeste de Corrientes, extendiéndose las selvas marginales hacia el sur, formando angostas galerías a lo largo de los ríos Paraná y Uruguay, ingresando sus rasgos por arroyos y tributarios. La vege- tación dominante es la Selva, dado que está estrechamente relacio- nada con la Provincia Atlántica del sur del Brasil y también con la Provincia de las Yungas, pero en la región de Entre Ríos se expresa como el distrito de las Selvas Mixtas, propuesto por Cabrera (1976). En particular, se expresan la comunidad seral típica del distrito co- nocido como “Selvas Marginales”, que incluye muchos árboles de la Selva clímax, como Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong “timbó”, Handroanthus impetiginosus Standl. “lapacho rosado”, Peltophorum dubium Taub. “ibirapitá”, etc., pero hay varias espe- cies que son exclusivas o adquieren mayor importancia de esta co- munidad. Entre ellas pueden mencionarse “laurel blanco” (Ocotea acutifolia Mez), “laurel del río” (Nectandra falcifolia Nees), “ceibo” (Erythrina crista-galli L.), “inga” (Inga uruguensis Hook. & Arn.), “sauce criollo” (Salix humboldtiana Willd.), “curpies o lecherones” (Sapium haematospermum Müll.Arg.), entre otras. Ambientes ecotonales entre las ecorregiones Espinal y Paranaense del ANP “El Carayá”. Fotografías © Rafael y Julián Sabattini.
  • 32. 60 61 Durante el año 2012 se realizó un relevamiento de la vegetación, para conocer el estado de conservación del bosque nativo. Para ello se recolectó información por medio de 85 puntos de muestreo geo- rreferenciados con GPS durante los meses de abril a julio y con el apoyo de imágenes satelitales. En cada punto de muestreo se ca- racterizó el bosque nativo según Sabattini et al. (2010) en el cual se registran las especies arbóreas (nativas y exóticas) y arbustivas más conspicuas. Además, se determinó su posición en la sucesión vege- tal, el tipo de bosque nativo y su degradación según Sabattini et al. (1999, 2013) y Sabattini et al. (2015), evaluándose el sobrepastoreo, entresaca, suelo desnudo, fuego y desmonte. El nivel de arbustiza- ción se cuantificó a través de una escala de cobertura vegetal: Clase + (menos del 5 % de cobertura de arbustivas), Clase 1 (5-15% de cobertura de arbustivas), Clase 2 (16-25% de cobertura de arbus- tivas), Clase 3 (26-50% de cobertura de arbustivas) y Clase 4 (más del 50% de cobertura de arbustivas). En cada punto de muestreo se registró si se encontraba en pastoreo o descanso, teniendo en cuen- ta la visualización de la hacienda en el mismo o bien la presencia de estiércol y rastros de pisadas de poco tiempo. Según la Ley Provincial 10.284 que informa sobre el estado de con- servación de los bosques nativos de Entre Ríos realizado en el año 2009, el ANP “El Carayá” (Figura 3.1) presenta bosques nativos en la Categoría I (Clase Roja) 6.713 ha de alto valor de conservación, 3.942 ha de la Categoría II – Categoría Amarilla de mediano valor de conservación que amerita recuperación y Categoría III – Cla- se Verde con 137 ha de bajo valor de conservación. Sin embargo, a través del relevamiento realizado se obtuvo la zonificación a nivel predial utilizando los mismos criterios de clasificación (Figura 3.2). Las categorías de conservación representan 6.047 ha y 4.952 ha para la I y II, respectivamente (Sabattini et al., 2013). Figura 3.1. Estado de conservación de los montes nativos en ANP “El Carayá” según Ley 10.284 del estudio de zonificación de nivel departamental (escala 1:250.000). Tomado del III Informe de Zonificación Feliciano, 2009. Respecto a la categorización de bosques nativos según la Ley Na- cional 26.331, Ley Provincial 10.284 y su decreto reglamentario, se entiende por Categoría I aquellas zonas en las que el bosque nativo se mantiene a perpetuidad, dado que, por su alto valor, no podrá transformarse. Además, es necesario destacar la importancia des- de el punto de vista productivo de los bosques nativos de Entre Ríos ya que son el sustento de la producción ganadera, por la calidad y diversidad de especies forrajeras nativas. Estos sistemas fueron moldeados desde la colonización española a la fecha por el gana- do doméstico (vacuno, ovino, equino, caprino), de modo tal que el bosque nativo que hoy observamos depende del ganado para su es- tabilidad. Por lo expuesto, el uso racional ganadero (manejo de la carga animal) no es incompatible con el mantenimiento del estra- to arbóreo sino que, por el contrario, la falta de pastoreo conduce a la degradación de los ecosistemas por el enmalezamiento de las arbustivas, situación que es observable en gran parte de los mon- tes nativos del departamento y en todo el territorio provincial, en campos abandonados y clausurados al pastoreo. Por otro lado, en la Categoría II se incluyen bosques vírgenes y sucesionales con alto nivel de alteración (degradado: cobertura de arbustivas superior al 50%) que exigen realizar planes de manejo para su recuperación y sustentabilidad. Sin embargo, la Categoría III corresponde a los renovales con alto y bajo nivel de alteración, por lo cual será facti- ble su transformación parcial o totalmente, a través del desmonte (Sabattini et al., 2009). Figura 3.2. Estado de conservación de los montes nativos en la Estancia “El Carayá”. Tomado del Estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013).
  • 33. 62 63 Según la posición en la sucesión vegetal, los bosques nativos están representados por un 53% de bosques vírgenes en etapa clímax, un 16% como sucesionales, mientras aquellos al inicio de la sucesión, comúnmente denominados renovales, representaron el 1% (Sabat- tini et al., 2013). Es importante destacar la presencia de un estado intermedio que presenta un grado avanzado en la sucesión, pero aún no se consolida como virgen (26% de los muestreos). Estos úl- timos corresponden a situaciones de alteración, en donde el des- monte y la entresaca de varios años atrás fueron los condicionantes (Figura 3.3). En términos ecológicos, un bosque virgen se define como aquel que se encuentra en la etapa final de la sucesión vegetal (clímax) caracterizado por presentar estabilidad y equilibrio entre los aspectos florísticos, estructurales y fisonómicos. Sin embargo, un bosque sucesional es aquel que se encuentra en las etapas in- termedias de la sucesión vegetal, y aún no presenta la estabilidad propia del bosque nativo clímax. Por último, el bosque inicial ‘re- noval’ es aquel bosque juvenil que comúnmente está dominado por una sola especie, y se lo observa luego del abandono de actividades agrícolas sobre áreas desmontadas. Si no se recurre a prácticas de limpieza (extracción de leñosas en forma manual y/o tratamientos químicos), los renovales con el tiempo pueden tender hacia montes bajos cerrados. Presentan un aspecto característico de homogenei- dad y baja productividad, debido a que la diversidad del pastizal es baja y de poca accesibilidad, siendo afectado por factores meteoro- lógicos: radiación excesiva en verano y fríos intensos en invierno (Sabattini et al., 1999). Los resultados obtenidos en esa investigación indicarían que el ANP “El Carayá” presenta un nivel de conservación muy elevado, considerando la posición de los bosques nativos en la sucesión ve- getal y en consecuencia los niveles tróficos asociados (productores secundarios, terciarios y descomponedores). El ecosistema boscoso va evolucionando hacia una madurez tal donde el equilibrio de sus componentes permite la optimización y el aprovechamiento de los recursos materia y energía. Como consecuencia de esto, los nive- les tróficos van aumentando y ganando en complejidad, mejorando así las redes tróficas. Asimismo, estas comunidades maduras pre- sentan mayor grado de amortiguación y tolerancia a los cambios producidos por los fenómenos naturales, mientras que una comuni- dad joven -como son los renovales-, es más susceptible a cambios y, además, puede ser fácilmente alterada en su composición florística, fisonómica y estructura. Figura 3.3. Estados sucesionales de los bosques nativos del ANP “El Carayá”. Tomado del estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013). 4%1% 53% 26% 16% Virgen Sucesional - Virgen Sucesional Sucesional - Renoval Renoval Desde el punto de vista estructural, el estudio realizado en 2012 indica que dominan los bosques nativos bajos (67%), de los cuales el 36% fueron abiertos mientras que los cerrados representaban el 31% (Figura 3.4). Los bosques bajos se caracterizan por presentar el estrato arbóreo, una altura inferior a los 6 m, superado únicamente por individuos aislados de A. quebracho blanco y cobertura inferior al 50%, de baja densidad e individuos en su mayoría maduros. Se originan por limitaciones edáficas para el crecimiento de las es- pecies (encharcamiento, compactación, salinidad, alcalinidad) o por la extracción selectiva de especies de valor maderero. Normal- mente presentan un pastizal de aceptable calidad forrajera y bue- na accesibilidad, disminuida por enmalezamiento por arbustivas y herbáceas (Sabattini et al., 1999). Sin embargo, el 32% de los bosques del ANP “El Carayá” responden a la definición de altos, debido a que presentan un estrato arbóreo dominante mayor a 6 m de altura, que cubre menos del 50% de la superficie del suelo. Generalmente está representado por especies del género Prosopis (ñandubay y algarrobo), elementos que pueden faltar parcialmente debido a la tala selectiva y en otros casos suelen ser reemplazados por leñosas espontáneas. Puede presentar con- junto de árboles de menor altura dominada por V. caven o Acacia atramentaria. El estrato herbáceo se presenta continuo, con do- minancia de pastizales cespitosos, conformada por especies de los géneros Piptochaetium, Paspalum y Stipa. Los estudios realizados indican que el 50% de los bosques se cate- gorizan como cerrados (Figura 3.4). Estos presentan una cobertura de especies arbustivas mayor al 50%, pero además, pueden estar acompañadas por abundantes individuos de especies arbóreas na- tivas o exóticas en estado juvenil (Sabattini et al., 2013). Un arbusto es una planta leñosa que, a diferencia de los árboles, se ramifica desde la base y puede tener varios metros de altura. A nivel mun- dial, la invasión de plantas leñosas y semi-leñosas ha sido motivo de preocupación por mucho tiempo por parte de los productores ga- naderos debido al previsible impacto negativo sobre la producción secundaria (Scholes y Archer 1997), por lo que se han implementa- do técnicas para su control (Anadóna et al. 2014). En la actualidad, más del 70% del territorio argentino se encuentra invadido por estas especies, caracterizadas por tener un gran poder de adapta- ción al medio ambiente y un efecto selectivo sobre los animales en pastoreo. Estas malezas compiten con las especies del estrato her- báceo por luz, agua y nutrientes, provocando una rápida invasión dentro de un potrero e impidiendo el manejo del rodeo (Böker et al. 1989). En particular, el proceso de arbustización de los bosques del Espinal Argentino se verifica mediante la invasión del complejo de chilcas (Baccharis spp. L. y Eupatorium spp. L.), Aloysia gratissi- ma (Gillies & Hook.) Tronc., Eryngium horridum Malme, Melica macra Nees, entre otras especies (Sione et al. 2006). Sabattini et al (2009 a,b,c,d) han registrado que el 66,35% de los bosques na- tivos del departamento Villaguay presentan alto grado de enma- lezamiento, al igual que un 50,28% en el departamento Federal, un 56% en el departamento La Paz y un 18,7% en el departamento Feliciano, siendo las especies arbustivas más importantes: Baccha- ris punctulata L., A. gratissima, B. coridifolia DC., E. bunifolium R.M.King & H.Rob., Trithrinax campestris Drude & Griseb., B. notosergilla L., Senecio grisebachii Baker, y Opuntia ficus indicus (L.) Mill. Además, se destaca la presencia de otras especies de ma- lezas que compiten con el crecimiento del pastizal natural como el E. horridum y M. macra.
  • 34. 64 65 Figura 3.4. Distribución de los tipos de bosques nativos del ANP “El Carayá”. Tomado del estudio predial de zonificación (Sabattini et al., 2013). 4% 1% 31% 36% 19% 13% Alto y Abierto Alto y Cerrado Bajo y Abierto Bajo y Cerrado Bosque Selva Sabana En menor medida se registraron bosques denominados “Selvas”, ubicados sobre el Arroyo Puerto (Figura 3.4), con características de la provincia Paranaense descripta anteriormente. En términos ecológicos este ecosistema presenta una altura del estrato arbóreo superior a 6 m, con alta abundancia y riqueza de especies. En el ANP “El Carayá” se observaron componentes de la selva marginal y de leñosas exóticas en función de su grado de deterioro. Por otra parte, el tapiz herbáceo es discontinuo, con zonas de matorrales muy densos y suelo cubierto por una capa de hojarasca de espesor variable. El ANP cuenta con una superficie aproximada de 1.500 ha de esos ecosistemas, que además presentan una importancia des- tacada sobre la conservación de los suelos adyacentes a los arroyos, evitando el inicio de los procesos erosivos. Además, por su longitud de casi 21 km en sentido Este-Oeste, permite garantizar corredores biológicos de alto valor con el resto del territorio en el cual se vincu- lan e interrelacionan las poblaciones y el flujo de especies. En estos sectores se contribuye, desde el ANP “El Carayá”, a proporcionar conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat, de modo tal de asegurar el mantenimiento de la biodiversidad, los procesos ecoló- gicos y evolutivos de las especies. Desde el punto de vista florístico, Sabattini et al. (2013) realiza- ron un inventario de las especies de árboles más representativas que ocupan el ANP “El Carayá”. La riqueza total registrada fue de 19 especies de árboles nativos, agrupadas en 3 clases según su fre- cuencia (Figura 3.5): Grupo I: alta frecuencia (80%) AC, PN y PAF; Grupo II: frecuencia intermedia (30-50%) MC, quebracho blanco (AQB) y chañar (GD); y el Grupo III: Inferior al 20% (13 especies). Figura 3.5. Frecuencia de las especies estrato arbóreo ANP “El Carayá” (Sabattini et al., 2013 y Sabattini et al., 2015). Referencias: Prosopis nigra PN, Prosopis alba PA, Prosopis affinis PAF, Acacia caven (actual Vachellia caven) AC, Acacia atramentaria AA, Aspidosperma quebracho-blanco AQB, Schinus longifolius SL, Sapium haematospermun SA, Celtis tala CT, Geoffroea decorticans GD, Parkinsonia aculeata PAK, Scutia buxifolia SB, Myrcianthes cisplatensis (actual Eugenia cisplatensis) MC, Erythrina crista-galli EG, Sebastiana klotzchiana SK (actual Sebastiania commersoniana), Rapanea laetevirens (actual Myrsine laetevirens) RL, Bumelia obtusi- folia BO (actual, Sideroxylon obtusifolium), Butia yatay (Mart.) Becc. BY, Copernicia alba CA. 90 80 70 60 50 40 frecuenciaabsoluta PN AC PAF MC GD AOB BO CT BY SB PAK AA SA SK PA CA SL RL EG 30 20 10 0 PAF GROUP I GROUP II GROUP III Average linkage. Distance: Euclidea Cophenetic Correlation = 0,933 PN AC MC GD AQB SB BY CT BO SL RL EG SA SK PA CA PAK AA 0,00 0,21 0,61 0,92 1,23 1,34 1,54 2,15 2,48
  • 35. 66 67 Los resultados indican la dominancia de algarrobo negro (PN), el espinillo (AC), el ñandubay (PAF) y el guayabo (MC) con una fre- cuencia entre 50 y 80%. Estas especies son características del Es- pinal y presentan un alto valor maderero. Algarrobo negro es una especie que tolera una gran variedad de climas y puede sobrevi- vir a terrenos inundados durante mucho tiempo. Por otro lado, el ñandubay es una madera noble, resistente a la intemperie utiliza- da para postes. Su capacidad colonizadora es agresiva, dado que el pastoreo expande sus semillas porque sus frutos son consumidos. Algarrobo negro. Fotografías © Julián Sabattini.Ñandubay (Prosopis affinis) Fotografías © Julián Sabattini. Por otro lado, el espinillo presenta un amplio rango de distribución con diferente hábitat, generando muchas subespecies y variedades. Es muy común en Entre Ríos, donde crece en zonas que estuvieron anegadas y desaparece al volver la fuerte humedad, como también en las lomadas que presentan una mayor capacidad de drenaje. Esta última y el guayabo colorado (Eugenia cisplatensis) se en- cuentran categorizados como ‘preocupación menor’ de conserva- ción (Cuadro 3.1).
  • 36. 68 69 Guayabo colorado: corteza lisa que se desprende en placas de color marrón-ro- jizo (arriba), y hojas simples opuestas (abajo). Fotografías © Rafael Sabattini. El algarrobo blanco es una especie considerada en amenaza según el estado de conservación (Cuadro 3.1). Es una especie arbórea de Sudamérica que habita en la ecorregión de Gran Chaco, parte de la Mesopotamia argentina y el Chaco Paraguayo. Es un árbol medio, de 9 a 12 metros en altura y 1 metro en diámetro, aunque raramente se encuentren árboles tan crecidos a causa de la deforestación. El tronco es corto y la copa es globulosa, hasta de 10 m de diáme- tro. Este árbol es apreciado por su sombra, dado que sus ramas son delgadas y se extienden frecuentemente hasta el suelo. La made- ra dura y estable tiene múltiples utilidades, entre las que se puede mencionar la fabricación de parqué para hacer piso o muebles pe- sados y rústicos. Es una especie que en la provincia de Entre Ríos se la encuentra sobre la margen del río Paraná y tributarios mayo- res, en escasa abundancia. Sin embargo, en el ANP “El Carayá” se determinaron ejemplares de gran tamaño sobre la margen del A° Puerto como también de sus tributarios. Es importante mencionar que P. alba y otras especies de algarrobo del Género Prosopis, como algarrobo negro son muy confundidas o no correctamente distin- guidas en la literatura botánica, en parte debido a la facilidad de la hibridación interespecies. Por otro lado, el ANP “El Carayá” cuenta con dos especies vulne- rables de extinción: Schinus longifolius y Sebastiania commerso- niana “blanquillo” (Cuadro 3.1). La primera especie es endémica de Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay. Es un árbol que, excepcionalmente, tiene porte arbustivo, siempre verde, con una altura entre 2 a 5 metros ramificado desde la base. Las hojas son características en los bosques entrerrianos por su color verde oscu- ro en el haz y nervaduras notables. Por otro lado, el blanquillo habi- ta fundamentalmente en zonas inundables y se encuentra dispersa Especies arbóreas Estado de Conservación* Prosopis nigra Prosopis alba Prosopis affinis Vachellia caven Acacia atramentaria Aspidosperma quebracho-blanco Schinus longifolius Sapium haematospermum Celtis tala Geoffroea decorticans Parkinsonia aculeata Scutia buxifolia Eugenia cisplatensis Erythrina crista-galli Sebastiania commersoniana Myrsine laetevirens Sideroxylon obtusifolium Butia yatay Copernicia alba S/D Casi amenazada S/D Preocupación menor S/D S/D Vulnerable S/D S/D Preocupación menor S/D S/D Preocupación menor S/D Vulnerable S/D S/D En peligro de extinción S/D Cuadro 3.1. Estado de conservación de las especies arbóreas nativas más repre- sentativas del ANP “El Carayá”. *Información tomada de www.iucnredlist.org en Sudamérica subtropical, hasta el delta del Paraná y el Río de la Plata donde es endémica. Presenta una altura entre 8 a 15 metros con follaje semipersistente de color verdoso claro con tonos rojizos en otoño e invierno. Puede llegar a ser del 60-80% de la flora de la selva en galería. Butia yatay es una especie de palmera de la familia Arecaceae, sien- do la más alta del género hasta 12 m de altura. Muestra hojas pina- das, con 140 hojuelas, de color verde ligeramente azulado, de hasta 2 m de largo con un pecíolo de 60 cm, subleñoso y dotado de espina. Es nativa del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el nordeste argen- tino. Presenta una longevidad elevada y formaba grandes palmares en su región de origen, muchos de los cuales han desaparecido por la deforestación de tierras para el cultivo. La mayor extensión que se conserva es el Parque Nacional El Palmar, ubicado en la provin- cia argentina de Entre Ríos ocupando más de 8.500 ha. Se planta hoy como ornamental y se ha introducido a ese efecto en otras re- giones subtropicales del mundo. El estado de conservación de las palmas nativas, la falta de conocimiento acerca de su biología, las relaciones ecológicas involucradas en sus dinámicas poblacionales y las modificaciones antrópicas de los hábitats que ocupan, sugie- ren la necesidad de realizar estudios con el objetivo de formular recomendaciones para la gestión de sus áreas de distribución. En este sentido el ANP “El Carayá” se encuentra comprometida sobre su conservación en las áreas donde se distribuye.
  • 37. 70 71 Palmares de Butia yatay en el ANP “El Carayá”. Fotografías © Julián y Rafael Sabattini. Quebracho blanco. Fotografía © Julián Sabattini.
  • 38. 72 73 Quebracho blanco. Fotografías © Julián Sabattini. Chañar (Geoffroea decorticans) Fotografías © Julián Sabattini. El estrato arbustivo está caracterizado por 21 especies de arbusti- vas o herbáceas comportamiento arbustivo (Figura 3.6). Al ana- lizar las especies arbustivas, Aloysia gratissima (Gill. Et Hook) Tronc. ‘romerillo’ (AG) es la especie de mayor distribución (Grupo I: 72% de frecuencia), seguidas de Eupatorium laevigatum (EL), Eryngium horridum ‘falso caraguatá’ (EH), Baccharis coridifolia ‘mio mio’ (BC), Trithrinax campestris ‘palma caranday’ (TC) y Bac- charis punctulata ‘chilca blanca’ (BP). Estas especies representan el Grupo II de arbustivas más representativas entre el 48 y 58% de frecuencia. El Grupo III está representado por 6 especies con frecuencias entre el 15 y 28% y el Grupo IV por 9 especies con fre- cuencias inferiores al 11% (Figura 3.6). El romerillo es un arbusto presente en los bosques nativos, de 1 a 3 metros de altura con follaje persistente. En Argentina esta especie se encuentra en las provincias del NOA, NEA y el área pampeana. Presenta flores blancas o teñidas de violeta que caen en racimo, de fuerte aroma a vainilla. Alcanza una altura máxima de 3 m, de as- pecto desordenado y con ramas agudas espinosas. El follaje es ralo y persistente, con hojas simples ubicadas en forma opuesta. Su alta abundancia y cobertura interfiere con la producción de biomasa herbácea de alto valor forrajero, disminuyendo la receptividad del agroecosistema. Por otro lado, la chilca blanca es un arbusto peren- ne que presenta una altura entre 0,5 y 2,5 metros. Exhibe ramas desnudas en la base y bien foliosas en el extremo, con hojas alter- nas y lanceoladas. Su floración es de noviembre a febrero, con una respuesta de germinación inmediata; más del 90% de las semillas germinan en tan solo 1 mes. Las semillas poseen papus que facilita la dispersión por el viento y transporte de animales. Por otra par- te, presenta raíces pivotantes profundas, con capacidad de extraer agua de los estratos inferiores del suelo, característica que permite
  • 39. 74 75 Figura 3.6. Frecuencia de las especies estrato arbustivo del ANP “El Carayá” (Sabattini et al., 2013 y Sabattini et al., 2015). Referencias: Aloysia gratísima AG, Baccharis salicifolia BS, Baccharis dracunculifolia BD, Baccharis punctulata BP, Eupatorium bunifolium BB, Celtis pallida CP, Trithrinax campestris TC, Bacc- charis notosergila BN, Baccharis trimera BT, Eupatorium laevigatum EL, Pluchea sagittalis PS, Baccharis coridifolia BC, Cestrum parquii CP, Acacia praecox AP, Melica macra MM, Eryngium horridum EH, Ciperáceas Cip, Opuntia sp. Penca, Schyzachyrium sp. S. sp. Penca Cip SG MM S.sp BN PS PP BT BS BD CP EB AP TC BP EL EH BC AG GROUP III GROUP IV GROUP II GROUP I Average linkage. Distance: Euclidea Cophenetic Correlation = 0,895 0,00 0,51 1,02 1,32 2,04 hacer frente a la sequía por almacenar grandes cantidades de car- bohidratos. Los rebrotes son vigorosos a la salida del invierno, o bien cuando su parte aérea es dañada por algún factor climático, biológico o antrópico. Las características botánicas de esta espe- cie, sumadas al manejo inadecuado de los campos, principalmente por sobrepastoreos y falta de descanso de los lotes, reducen el área efectiva de pastoreo y dificultan el manejo de los animales, obligan- do de esta manera a disminuir la carga animal. Esta especie se ha difundido ocupando una gran proporción de los bosques nativos de Entre Ríos, quienes han perdido funcionalidad y están totalmente degradados, en ocasiones como bordes de chacras sin utilización alguna para el pastoreo. Según Sabattini et al. (2012), si bien los arbustos B. punctulata y M. macra son especies nativas del Espinal (Cabrera, 1976), han sido referidas como invasoras en bosques na- tivos y pastizales naturales degradados de Entre Ríos (Casermeiro y Sphan, 1999; Marchesini, 2003) y en otras regionales argentinas con algún tipo de deterioro con erosión hídrica (Gaspari y Bruno, 2003). Esta arbustiva se adapta a distintos climas y suelos, inva- diendo campos naturales y campos en descanso que estuvieron por años dedicados a la agricultura. La alta cobertura de chilca en los bosques nativos se debió al inadecuado manejo de los campos, que han contribuido en gran medida a la instalación y dispersión de la misma (Marchesin, 2003). Chilca blanca (Baccharis punctulata). Fotografías © Julián Sabattini.
  • 40. 76 77 Romerillo (Aloysia gratissima). Fotografías © Julián Sabattini. Espartillo amargo (Melica macra). Fotografías © Julián Sabattini. Bosques nativos con palma caranday en el ANP “El Carayá”. Fotografías © Julián Sabattini.