El documento describe a Anás, un sumo sacerdote judío influyente en el siglo I d.C. Aunque fue destituido como sumo sacerdote en el 15 d.C., aún mantenía poder e influencia sobre sus sucesores. Interrogó preliminarmente a Jesús antes de entregarlo a Caifás, el sumo sacerdote designado, quien luego lo llevó ante Poncio Pilatos para ser crucificado.