El telescopio fue inventado alrededor de 1610 por varias figuras clave como Hans Lipperhey, Sacharias Janssen y Galileo Galilei. Se utiliza para observar objetos lejanos y verlos más grandes que a simple vista, aunque invertidos. Esto se debe a que el telescopio consta de dos lentes convergentes que producen una imagen virtual invertida. El telescopio moderno tiene un sistema óptico convergente que forma una imagen real e intermedia que permite ver objetos enfocados y delimitados.