1. EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN
La confirmación une más íntimamente a la
Iglesia y enriquece con una fortaleza
especial del Espíritu Santo, y con ello
quienes la reciben quedan obligados a
difundir y defender la fe a través de la
palabra y las obras, como verdaderos
testigos de Cristo.
El término Confirmación indica que este
sacramento ratifica la gracia bautismal,
nos une más firmemente a Cristo: afianza
nuestra relación con la Iglesia y nos
concede una fuerza especial del Espíritu
Santo para defender la fe y confesar el
nombre de Cristo.
¿Por qué recibimos la confirmación?
El Sacramento de la Confirmación católica, junto con el sacramento
del bautismo y el sacramento eucarístico forman el conjunto de “los
sacramentos de la iniciación cristiana”. Estos son sacramentos
cristianos cuya recepción es necesaria para la plenitud de la gracia
que recibimos en el Bautismo y están destinados a todos los
cristianos, no solo a algunos escogidos.
Se confiere cuando el candidato ha llegado al uso de razón, no existe
una edad obligatoria, pero debe tenerse en cuenta su carácter de
iniciación. Para recibir la confirmación, se requiere la previa
instrucción, una verdadera intención y el estado de gracia.
La fuerza del Espíritu Santo
La Confirmación, como el Bautismo, imprime en el alma del cristiano
un signo espiritual o carácter indeleble; por eso este sacramento sólo
se puede recibir una vez en la vida.
Como todo sacramento, la Confirmación es obra de Dios, que se
preocupa de que nuestra vida sea plasmada a imagen de su Hijo, de
hacernos capaces de amar como él, infundiéndonos a el Espíritu
Santo.
Este Espíritu actúa con su fuerza en nosotros, en toda la persona
durante toda la vida. Cuando lo acogemos en nuestro corazón, Cristo
mismo se hace presente y toma forma en nuestra vida.
¿Cuáles son los efectos del sacramento de la
Confirmación?
El efecto del sacramento de la Confirmación es la efusión especial
del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los
Apóstoles el día de Pentecostés. El Papa Francisco nos dice que
es el Espíritu quien nos mueve a salir de nuestro egoísmo y a ser
un don para los demás.
Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y
profundidad a la gracia bautismal:
Nos introduce más profundamente en la filiación divina.
Concede una fuerza especial del Espíritu Santo, en nuestra vida,
para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como
verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el
nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz.
2. Aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo.
Nos une más firmemente a Cristo porque nos concede la fuerza
especial de los dones del Espíritu Santo.
Hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia.
Nos une con mayor fuerza a los miembros del Cuerpo místico de
Cristo, que es la Iglesia. Pensando en la Iglesia como un
organismo vivo, compuesto de
personas que caminan formando
una comunidad junto al obispo, que
es el ministro originario de la
confirmación y quien nos vincula
con la Iglesia.
«La confirmación se recibe una
sola vez, pero su fuerza espiritual
se mantiene en el tiempo y anima
a crecer espiritualmente con los
demás.» Papa Francisco
¿Quién puede recibir el sacramento de la confirmación?
Todo bautizado, aún no confirmado, puede y debe recibir el
sacramento de la Confirmación.
Los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía forman
una unidad, por ello «los fieles tienen la obligación de recibir este
sacramento en tiempo oportuno» porque sin la Confirmación y la
Eucaristía, el sacramento del Bautismo es ciertamente válido y
eficaz, pero la iniciación cristiana queda incompleta.
En otras culturas este sacramento es administrado inmediatamente
después del Bautismo y es seguido de la participación en la
Eucaristía, tradición que pone de relieve la unidad de los tres
sacramentos de la iniciación cristiana.
En la Iglesia latina se administra este sacramento cuando se ha
alcanzado «la edad del uso de razón». Sin embargo, en peligro de
muerte, se debe confirmar a los niños incluso si no han alcanzado
todavía la edad del uso de razón.
Existe una preparación al sacramento que ayuda a sentirse parte de
la Iglesia de Jesucristo. Cada parroquia tiene la responsabilidad de
la preparación de los confirmandos.
Para recibir la Confirmación es preciso hallarse en estado de
gracia. Conviene recurrir al confesarse y realizar un buen examen
de conciencia antes del sacramento. Para, de esta forma, ser
purificado en atención al don del Espíritu Santo.
Hay que prepararse con una oración al Espíritu Santo más intensa
para recibir con docilidad y disponibilidad su fuerza y sus gracias.
Para la Confirmación, como para el Bautismo, es conveniente que
los candidatos busquen la ayuda espiritual de un padrino o de una
madrina.
LITURGIA DEL SACRAMENTO
Es necesario recibir al Espíritu Santo en recogimiento y oración.
Papa Francisco
El rito de la confirmación tiene varios gestos litúrgicos que expresan
la profundidad de este sacramento de la iniciación cristiana. Antes
de recibir la unción que confirma y refuerza la gracia del bautismo,
los candidatos son llamados a renovar las promesas bautismales y
hacer profesión de fe. Después de un silencio orante, el Obispo
extiende las manos sobre los confirmados e invoca la efusión del
Espíritu sobre ellos. El Espíritu enriquece con sus dones a los
miembros de la Iglesia, construyendo así la unidad en la diversidad.
3. CONSAGRACIÓN DEL SANTO CRISMA
Es un momento importante que precede a la celebración de la
Confirmación, pero que, en cierta manera forma parte de ella, es la
consagración del santo crisma.
Es el obispo quien, el Miércoles de ceniza, en el transcurso de la
misa crismal, consagra el santo crisma para toda su diócesis.
El santo crisma está compuesto de aceite de oliva y bálsamo y la
unción del confirmando con él es signo de su consagración.
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS DEL BAUTISMO
Con la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe
de los confirmandos, comienza la liturgia del sacramento de la
confirmación.
El obispo extiende las manos sobre todos los confirmandos, gesto
que, desde el tiempo de los Apóstoles, es el signo del don del
Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu:
«Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y
los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos
el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de
inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de
ciencia y de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por
Jesucristo nuestro Señor.»
LA UNCIÓN CON EL ACEITE
Por medio de la unción con el aceite en la frente, el confirmando
recibe «la marca», el sello del Espíritu Santo. La unción del santo
crisma después del Bautismo, en la Confirmación y en la Ordenación,
es el signo de una consagración. Una Señal visible del don
invisible que estamos recibiendo.
Los que son ungidos, participan más plenamente en la misión de
Jesucristo y en la plenitud del Espíritu Santo que éste posee, a fin de
que toda su vida desprenda a Cristo. la unción del aceite perfumado
o crisma, que indica cómo el Espíritu entra hasta lo más profundo de
nosotros, embelleciéndonos con tantos carismas.
De este modo, el sacramento se confiere con la unción del santo
crisma en la frente y pronunciando estas palabras: «Recibe por esta
señal el don del Espíritu Santo». Un carácter indeleble que nos
configura más plenamente con Jesús y nos da la gracia para
difundir por el mundo el buen olor de Cristo.
«Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo» Pablo VI, Const.
ap. Divinae consortium naturae.
BESO DE PAZ
Con el que concluye el rito del sacramento de la confirmación
significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos
los fieles.
Esta incorporación a la comunidad eclesial se manifiesta en el signo
de la paz con el que se concluye el rito de la confirmación. El obispo
dice a cada confirmado: «la paz esté contigo».
Estas palabras nos recuerdan el saludo de Jesús a sus discípulos en
la noche de Pascua y expresan la unión con el Pastor de esa iglesia
particular y con todos los fieles. Momento que recordamos durante
la Cuaresma.
Apóstol es el cristiano que se siente injertado en Cristo, identificado
con Cristo, por el Bautismo; habilitado para luchar por Cristo, por la
Confirmación; llamado a servir a Dios con su acción en el mundo, por
el sacerdocio común de los fieles, que confiere una cierta
participación en el sacerdocio de Cristo, que —siendo esencialmente
distinta de aquella que constituye el sacerdocio ministerial— capacita
para tomar parte en el culto de la Iglesia, y para ayudar a los hombres
en su camino hacia Dios, con el testimonio de la palabra y del
ejemplo, con la oración y con la expiación.
San Josemaria Escriva, Es Cristo que pasa, 120.
4. LOS MANDAMIENTOS
Reflexión
Son actos que cada cristiano debe asumir y respetar con
responsabilidad, y cumplir de ellos como cristianos de dios a su
enseñanza.
LA BIBLIA UNA LUZ PARA NUSTRO CAMINO
Toda persona tiene capacidad para
comunicarse ante Dios nuestro
salvador. ya que su palabra tiene
poder, y nos enseña hacer hijos de
bien, así como él fue antes sus
discípulos traicionados. nos dejó
ejemplo de bien a seguir.
EL PECADO NOS APARTA DE DIOS
REFLEXION: cabe saber que cada cristiano vive a su estilo, por
ello estamos apartados de Dios.
sin embargo, debemos acercarnos a él de fe y ser allegados a
su templo y vivir en felicidad cristiana, y no rechazar el amor de
Dios, sin embargo, los cristianos no lo hacemos, mientras no
sea por compromiso, debe ser de voluntad propia que cada
persona sea llamada hacia al señor.
5. JESUS SUBE AL CIELO Y NOS ESPERA
¿Qué frase dijo María?
Dios no mira tus zapatos, sino tu corazón.
¿Como me estoy preparando para que mi hijo haga la
confirmación?
Llendo a misa constantemente, apoyándole en sus charlas,
retiros.
¿De qué manera Jesús vive en tu familia?
orando, participando de la celebración de la eucaristía y
ayudando a quien necesita de nosotros.
Citas:
Juan:6,35
Mateo:26,28
Corintios :11,19
Corintios:10,16
Reyes:19,7
Lucas:22, 19,20
¿Cuál es el sacramento el cual podemos purificar nuestra
alma?
LA RECONCILIACIÓN.
6. CANCIONES
CRISTO TE NECESITA
ESTROFA 1:
- Cristo te necesita para amar, para amar
cristo te necesita para amar(2).
CORO:
- No te importen las razas ni el color de la piel
ama a todos como hermanos y haz el bien(2).
ESTROFA 2:
-Al que sufre y al triste dale amor, dale amor
al humilde y al pobre dale amor(2).
CORO.......
ESTROFA 3:
-Al ke vive a tu lado dale amor, dale amor
al que viene de lejos dale amor(2).
CORO.......
ESTORFA 4:
-Al que habla otra lengua dale amor, dale amor
al que piensa distinto dale amor(2).
AMÉMONOS DE CORAZÓN
Amémonos de corazón,
no de labios solamente//
//Para cuando Cristo venga
para cuando Cristo venga
nos encuentre bien unidos.
// ¿Cómo puedes tú orar,
enojado con tu hermano? //
Dios no escucha la oración,
Dios no escucha la oración
si no estás reconciliado.
// ¿Cuántas veces debo yo
perdonar al que me ofende?
//setenta veces siete,
setenta veces siete,
perdonarás a tu hermano. //