Este documento critica al presidente Juan Manuel Santos por aparentar querer ayudar a la Costa Atlántica y Bogotá solo para ganar votos electorales, mientras que la realidad es que la pobreza sigue siendo alta en la Costa y aún no ha podido reconstruir la ciudad de Gramalote destruida en 2010. El autor argumenta que Santos solo hace anuncios pero no toma acciones concretas, y que los bogotanos probablemente no lo apoyarán en su reelección.

1. ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA
asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com
Colombia
APARIENCIAS
Que feas son las apariencias y las actuaciones por conveniencia. Terminamos unas
elecciones que el Gobierno dijo fueron “transparentes” y ejemplo a nivel internacional. Con
sus ojos recién operados, el presidente Juan Manuel Santos vio las cosas a su acomodo, tal y
como siempre lo hace.
No sé si la intervención en sus párpados haya empeorado lo que algunos denominan “visión
de país” o si es que simplemente nunca la ha tenido. Casi dando saltos de felicidad lo vimos
celebrando la victoria del Partido de La U –una de sus tantas casas políticas– obtenida sin
ninguna vergüenza con irregularidades cometidas en tiempo récord. Pasó del tercer al primer
lugar en un abrir y cerrar de ojos, con una velocidad digna de un atleta que ha consumido
esteroides para ganar la carrera.
Esta vez nuestro primer mandatario se valió del karma electoral de la Costa Atlántica, y lo
usó para lograr que esa empresa de votos que se llama La U conquistara centenares de miles
de votos salidos casi fantásticamente del fondo de un sombrero de mago. No es culpa de
Ñoños ni de Musas… lo perverso fue la descarada invitación hecha por el Gobierno a través
de la famosa mermelada a que se obtuvieran curules a como fuera para evitar el ascenso de
opinión del Centro Democrático y sus listas en todo el país.
Y esa apariencia de cariño con la Costa y su descarada actuación para decir que ama estas
tierras son tan inversamente proporcionales a la realidad, que lo que le importa es sentir el
apoyo de la gente a través de votos (no todos tan de opinión) y al mismo tiempo
desentenderse de la forma en que se ejecutan los recursos y se supera la pobreza. Según el
DANE y su más reciente informe, en el listado de las 23 capitales departamentales y áreas
metropolitanas con más porcentaje de pobres, las siete costeñas se encuentran en la mitad
superior del ranking.
¿Es coherente que una región con tanta inversión, tanto “amor” y tanta atención del
Gobierno sea la que usualmente puntee en los índices de pobreza? Esa mermelada está es
regada en familias politiqueras que poco dejan para que las oportunidades, el progreso y el
desarrollo lleguen a los más necesitados.
Juan Manuel no quiere a la Costa, él solo aparenta quererla. El presidente no soluciona nada,
solo aparenta preocuparse y sigue haciendo anuncios como desde que arrancó a gobernar el
país. Es una pena pero nosotros solo tenemos un presidente en apariencia. “No hard feelings”
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2. ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA
asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com
Colombia
nos dirá cuando termine su periodo y vea el legado de mentiras y atraso al que nos ha
llevado. Ya empezó traicionado a su electorado en la reelección, antes se llamaba Santos,
ahora Juan Manuel.
Y ahora está sacando pecho con un plan de choque en Bogotá; aún no ha sido capaz de
reconstruir Gramalote (vamos desde diciembre 2010) y viene a “anunciar” con su aparente
interés que va a recuperar Bogotá. Claro, como se siente seguro porque a la Costa llegó y
pasó su cuchillo esparciendo mermelada, cree que lo mismo debe hacer con la capital.
Lamentable el oportunismo político del candidato/presidente que muestra siempre su deseo
de obtener ganancias electorales en medio de la tragedia ajena. Nuevamente despliega su
ropaje de apariencias para posar como un estadista que ejecuta soluciones, pero siempre se
queda en los anuncios.
Amanecerá y veremos, sobre todo cuando Bogotá y el país en general necesitan es que se
tomen decisiones y se ejecuten políticas y planes serios y no un hermoso listado de buenas
intenciones. ¡Qué sorpresa se llevará cuando los bogotanos no apoyen su reelección en las
urnas!
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