Este documento describe dos figuras importantes en la historia de la Iglesia: Esteban, el primer mártir cristiano, y Pablo, el primer gran misionero. Esteban fue acusado de blasfemia y lapidado hasta la muerte por defender su fe en Jesús, mientras que Pablo persiguió a los cristianos hasta que Jesús se le apareció en el camino a Damasco y lo convirtió, tras lo cual viajó por el mundo para fundar comunidades cristianas y escribir cartas que ahora forman parte del Nuevo Testamento,