1. La EPOXI Sobrevuela la Tierra <br />La sonda de la NASA Deep Impact/EPOXI sobrevoló la Tierra el 27 de junio, donde efectuó una asistencia gravitatoria que modificó su trayectoria en dirección al cometa Hartley-2, con quien se encontrará el próximo otoño. La nave pasó a 30.400 km de la superficie del planeta, distancia que sirvió para agregar 1,5 km/s a su actual velocidad. La misión EPOXI es la porción extendida de otra empresa anterior, ya completada. La Deep Impact lanzó con éxito un proyectil contra un cometa, y dado que su instrumental de observación continuó funcionando perfectamente, la NASA decidió enviarla hacia otro objetivo. En realidad, la EPOXI consiste en dos misiones: la DIXI y la EPOCh. La primera consistirá en el sobrevuelo el 4 de noviembre del citado cometa Hartley-2, hacia el cual dirigirá sus cámaras, telescopios y espectrómetros. La segunda busca estudiar la existencia de planetas extrasolares. (Foto: JPL/NASA)EPOXI<br />Robots podrían buscar fósiles en Europa <br />Si hay vida extraterrestre en Europa, la Luna de Júpiter, en lugar de desplegar sondas para taladrar la capa de hielo y buscar alienígenas en el océano que hay debajo, se podría simplemente buscar fósiles en la helada superficie.<br />“Un buscador enviado allí podría encontrar vida extraterrestre en el periodo de tiempo de nuestras vidas”, sugiere el científico planetario Richard Greenberg del Laboratorio Planetario y Lunar de la Universidad de Arizona en Tucson.<br />Europa, que tiene aproximadamente el tamaño de la Luna, está envuelta en un océano global de unos 160 kilómetros de profundidad. Este océano está tapado por una corteza helada de un grosor desconocido, aunque se estima que podría ser de sólo unos kilómetros.<br />Dado que, en la Tierra, donde hay agua hay posibilidad de vida, muchos científicos han barajado la idea de que esta luna joviana podría dar soporte a extraterrestres.<br />Recientes hallazgos incluso sugieren que el océano podría estar repleto de oxígeno, suficiente para dar soporte a millones de toneladas de vida marina como la que existe en la Tierra.<br />Para ver si evolucionó algún tipo de vida en Europa, los científicos han propuesto misiones para taladrar a través de su capa exterior, tal vez usando calor para fundir el hielo, taladros para eliminar la roca y robots submarinos para explorar el océanos.<br />“Con esta imagen en mente, la NASA tiene un plan de múltiples etapas, primero con un orbitador en Europa preparado para dentro de 18 años, y 10 o 20 años más tarde, un aterrizador para ver qué aspecto tiene la superficie, y tal vez una generación después, con suerte podamos descubrir cómo taladrar a través de esa capa de hielo“, señala Greenberg. Recientemente escribió el libro, “Unmasking Europa“, el cual trataba sobre cómo podría ser la búsqueda de vida en la luna joviana.<br />No obstante, en lugar de desplegar equipo complejo para intentar penetrar una distancia incierta en el hielo, los restos de vida marina en Eurropa podrían estar disponibles justo en la capa exterior para que los encuentren aterrizadores.<br />Los científicos no sugieren que la vida de Europa haya logrado de alguna forma excavar a través del hielo. En lugar de esto, la constante reestructuración que sufre la luna joviana podría arrastrar involuntariamente a los organismos hacia arriba, explica Greenberg.<br />La escasez de cráteres en Europa sugieren que la capa de hielo no tiene más de 50 millones de años, lo que apunta a que sufre una reestructuración completa durante ese tiempo. El culpable de esta extraordinaria actividad es el tirón gravitatorio que experimenta Europa desde Júpiter. Esto lleva a fuerzas de marea aproximadamente 1000 veces más fuertes de las que sufre la Tierra por parte de nuestra Luna, doblando y calentando la luna joviana y removiendo constantemente su corteza.<br />El hielo – probablemente agua marina casi congelada – aparentemente es empujada desde abajo, llevando a que se formen unas dobles crestas normalmente de 100 metros de altura y que cubren al menos la mitad de la superficie de Europa. Partes de la superficie también podrían fundirse parcialmente desde abajo, creando balsas de hielo que se desprenden y van a la deriva.<br />Este proceso crea el “terreno caótico” que comprende aproximadamente el 40% de la cobertura de hielo, y también envía materia tanto hacia arriba como hacia abajo.<br />“Si hay organismos en los océanos de Europa, se podría perfectamente imaginar que toda la superficie estuviese salpicada de trozos helados de esa materia”, dice Greenberg. “La gente está hablando de distintos tipos de taladros y de fundir la capa de hielo, y creo que podemos saltarnos eso y tomar muestras del océano desde la superficie”.<br />Uno de los mejores lugares para encontrar fósiles en Europa, serían los dobles riscos recientemente formados, señala Greenberg.<br />“Los riscos que surcan a otros son los más recientes”, explica. “Se podría entonces imaginar aterrizadores tomando muestras del hielo y analizándolo”.<br />El terreno caótico sería también otra área buena para su exploración, dado que sería una grieta activa en la corteza de Europa.<br />“Si podemos aterrizar justo al lado de una grieta activa, entonces tenemos una buena posibilidad de tomar muestras del hielo más reciente”, comenta Greenberg. “Si pudiésemos poner en ellas un penetrador, podríamos incluso tomar muestras del agua conforme sube”.<br />Si algún microbio logró llegar hasta la superficie de Europa, el constante flujo de radiación desde Júpiter desnaturalizaría sus proteínas con el tiempo, suponiendo que tal vida tuviese proteínas, dice el geólogo planetario Brad Dalton del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.<br />Aún así, los experimentos de Dalton han sugerido que los orbitadores podrían investigar la firma infrarroja de la corteza helada de Europa buscando restos de vida. Los aterrizadores podrían llevar a cabo análisis más detallados – por ejemplo, usando dispositivos de “laboratorios en chips” sobre muestras de hielo fundido para buscar biomoléculas, añade.<br />Además “siempre está la posibilidad de que podamos encontrar estructuras – algo similar a los restos esqueletales”, apunta Greenberg.<br />Dalton añade que si los aterrizadores excavan “incluso un metro puede que sean capaces de encontrar organismos viables, si es que hay alguno”.<br />Desde luego, si hay vida en el océano de Europa, aún no está claro si se vería elevada a la superficie a través de procesos geológicos. Inversamente, si no se ve vida en la superficie de Europa, eso no significa que no haya en los océanos.<br />“Mi idea es, ¿por qué esperara a buscar vida en el lugar más difícil de Europa?”, dice Greenberg. “¿Por qué no buscar primero en el lugar más fácil?”<br />