El documento describe la lucha por la consolidación del Estado nacional argentino en el siglo XIX. Juan Manuel de Rosas se convirtió en dictador de Argentina en 1835 e impuso un régimen federalista y centralista bajo Buenos Aires que duró hasta 1852. Su gobierno fue cruel y opresivo. Rosas también entró en conflicto con Uruguay, Bolivia y Francia. Finalmente fue derrotado en 1852, lo que llevó a una reforma constitucional y al fortalecimiento del Estado argentino en las décadas siguientes.