Desde principios del siglo XX, los departamentos de transporte de Estados Unidos construyeron pistas de prueba para evaluar los efectos del clima, el tráfico y otros factores en los materiales y el comportamiento de los pavimentos a largo plazo. Una prueba temprana en 1921-1922 evaluó el impacto de diferentes cargas de ruedas en pavimentos circulares, lo que condujo a estudios posteriores más detallados. Estas pruebas proporcionaron información fundamental que mejoró el diseño de pavimentos flexibles y rígidos.