Este documento define el arte naif como aquel desarrollado por artistas aficionados que no se dedicaban profesionalmente a la pintura. Menciona algunos de los principales exponentes del arte naif como Henry Rousseau de Francia, Antonio Ligabue de Italia y Djanira da motta e silva de Brasil. Finalmente, explica que el arte naif es importante para preservar la historia y las costumbres de los pueblos a través de la representación de escenas cotidianas, y que por eso es necesario conservarlo.