En la antigua Grecia, una niña llamada Atalanta fue abandonada en el bosque por su madre pero fue criada por una osa. Desarrollo gran fuerza y habilidad para la caza. Más tarde, la diosa Artemisa la convirtió en una gran cazadora. Participó en la cacería de un jabalí feroz y logró herirlo primero a pesar de las burlas de los guerreros. Finalmente, Atalanta organizó una carrera para casarse con quien la venciera, y el príncipe Melanion ganó