El documento habla sobre tres autos clásicos estadounidenses: el Chevrolet Bel Air, que simbolizó el sueño americano después de la Segunda Guerra Mundial y aún se puede ver circulando en Cuba; el Dodge Charger, que persiguió al Mustang de Steve McQueen en la película Bullit; y el Chevrolet Camaro, que General Motors creó como respuesta al éxito del Ford Mustang y es uno de los pocos autos estadounidenses conocidos por su nombre por los españoles.