El boccia se originó en la antigua Grecia y fue recuperado en los años 70 para adaptarlo a personas con discapacidad. Es un deporte de precisión y estrategia jugado en silla de ruedas donde compiten deportistas con parálisis cerebral u otras discapacidades en las extremidades. Se juega en una cancha de madera o goma de 12.5 x 6 metros con bolas rojas, azules y una blanca como diana, y puede disputarse de forma individual, en parejas o por equipos.