El documento resume la Batalla de Pichincha de 1822, durante la cual el teniente Abdón Calderón recibió cuatro heridas de bala pero se negó a retirarse de la línea de fuego, alentando a sus tropas hasta su muerte cinco días después. Fue ascendido póstumamente a capitán por su heroísmo y su sueldo fue entregado a su madre, mientras que su compañía lo recordaba como habiendo "muerto gloriosamente en Pichincha, pero vive en nuestros corazones".