El documento presenta una serie de peticiones a Dios para quitar el dolor, curar una discapacidad, dar paciencia, felicidad y protección del sufrimiento. Sin embargo, Dios responde negativamente a cada petición, explicando que el dolor y las tribulaciones son parte de la vida y que la felicidad y el crecimiento espiritual dependen de uno mismo, no de Dios directamente. Finalmente, cuando se le pide amar a los demás, Dios afirma que se ha comprendido la idea principal de amar al prójimo.