Manuela Cañizares y Álvarez fue una heroína precursora de la independencia de Ecuador que albergó una reunión de patriotas en su casa en 1809, donde al día siguiente declararon la independencia de la Real Audiencia de Quito. Su papel no se limitó a ser anfitriona, sino que participó activamente alentando e incluso obligando a los patriotas a decidirse a dar el golpe revolucionario al siguiente día.