El documento describe la importancia de la cara y el corazón en la educación náhuatl. La cara y el corazón simbolizan la moral de una persona. Un hombre educado se describe como maduro, fuerte, sabio, con un rostro y corazón hábil y comprensivo. Aquellos sin educación tenían que ocultar su corazón y cubrir su rostro con una máscara.