El documento discute la compleja relación entre el empleo y el patrimonio etnológico en Andalucía. Señala que desde 2001 hay un antropólogo en cada delegación provincial de la Junta de Andalucía para proteger, conservar y difundir el patrimonio etnológico local. Sin embargo, los antropólogos se enfrentan a desventajas debido a la falta de esta especialidad en los puestos de trabajo de la administración. El documento concluye que el patrimonio cultural y el empleo están bastante separados en la realidad