Aupados por el gigante de pies de barro, los Hollande, los reyezuelos putrefactos, los primeros ministros, creen encontrar en el crimen perpetrado en Bruselas la oportunidad de sostenerse asesinando a su propia gente y a la extranjera que vive en sus países.
Red de Fraude de Markus Schad Müller en Fondos de Inversión.pdf
Bruselas¿Quiénes son los terroristas?
1. Bruselas: ¿Quiénes son los terroristas?
rubèn ramos
“Habrán más atentados”. Nadie mejor enterados que los que los
piensan, los planifican, los ejecutan y luego esconden las manos tras
supuestos terroristas “suicidas” de los que, curiosamente, no queda ni
un pelo, pero si sus “cinturones explosivos”. Siempre, además, el
“cerebro” de los ataques logra huir o está inubicable. Sucedió con Bin
Laden cuando lo de las Torres Gemelas, después con Salah Abdeslam
cuando lo de París y ahora en Bruselas. No se preocupen. Aparecerá.
Dos o tres días antes del próximo atentado, o la próxima resolución de la
ONU, u otra invasión de la OTAN. La capacidad “científica” de los
servicios de inteligencia y seguridad internacionales ha demostrado un
“sentido de oportunidad” incomparable.
Nadie duda que una gran mayoría de la población del mundo la constituyen los
crédulos e imbéciles. Esta es la mayor herencia de la moral judeo-
cristiana. Pero, por favor, la prensa que quiere contribuir a que no se
sigan reproduciendo no tiene por qué sumarse a la comparsa del
terrorismo mediático que lideran los grandes medios de la decadencia y
la mentira.
Europa no da para más. Su crisis de senectud advierte cuán cerca está de su
tumba. Lo único que puede prolongar su agonía es la de ser, una vez más, el
furgón de cola de Estados Unidos. Total, aquí es a donde emigraron sus élites
iluministas, masónicas, rosacrucianas, protestantes, para conjugarse en la
simbiosis sionista más perversa de la tierra.
Estos “enemigos de la humanidad” han creado la “amenaza terrorista” como
crearon la “amenaza comunista” durante la Guerra Fría. A la de hoy la llaman
2. Estado Islámico, Daesh, Yahidismo, Islamismo, en un alarde por confundir a
los que nada saben y entienden menos.
Aupados por el gigante de pies de barro, los Hollande, los reyezuelos
putrefactos, los primeros ministros, creen encontrar la oportunidad de
sostenerse asesinando a su propia gente y a la extranjera que vive en sus
países.
¡Gran tragedia! Que ellos mismos generan a través de sus servicios de
inteligencia. ¡Horror! Que lamenta toda Europa y el “mundo occidental y
cristiano” pero que oculta y calla cuando ocurre fuera de sus fronteras, como en
Turquía cada semana, como en Palestina todos los días, o en Siria e Irak cada
minuto. Allá, en las puertas de Europa, o en Oriente Medio, no hay nada que
lamentar. Los que mueren o vuelan en pedazos no son humanos. Son
musulmanes, son árabes, son “infieles”. Pero la mano que los despedaza y
hace volar por los aires es la mano que Europa y EEUU, Arabia Saudita e
Israel, alimentan y arman. La misma mano que asesinó ayer en Bruselas, como
antes en París, o en España, o en Inglaterra o en el mismo EEUU. De modo
calculado y en el lugar preciso. Justo para poder exacerbar el terror, el miedo,
la desesperación y la respuesta irracional: ¡Acaben con los terroristas! Ya
saben donde están y, sobre todo, de donde vienen. ¡Son musulmanes! ¡Son
árabes! No los dejen entrar. Cierren los aeropuertos, controlen los metros y
demás transportes. Levanten más murallas; más altas y que maten. Militaricen
todo. Penalicen el color de la piel. Que no quede nadie. Sólo nosotros: Los
“elegidos”.