1. fachada de la tienda (1900)
En el #28 de la vía Condotti
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abía algo especial, algo
diferente en aquellos
objetos que las manos de
Sotirio Bulgari realizaba en
el taller familiar… Por años,
los Bulgari se dedicaron
al arte de la platería en el
pueblo griego de Epiro, de donde eran
oriundos. Fue allí donde Sotirio dio los
primeros martillazos para forjar el metal.
Como todo joven de espíritu emprendedor
y creativo, el pueblo comenzó a hacérsele
pequeño. Además, ya desde tierna edad,
estaba destinado a ser un vencedor. Fue
el único hijo que sobrevivió entre los
11 que tuvieron sus padres.
No es extraño que necesitara darle rienda
suelta a su imaginación, descubrir hori-
zontes y vías para desahogar su pasión.
Fue así que decidió probar suerte en Italia
y, en 1879, se estableció en Nápoles.
Poco después pasó a Roma, en donde un
compatriota griego le ofreció la posibilidad
de exponer sus objetos de plata en un ángulo
de la vitrina de su negocio en la vía Sistina.
Las creaciones de Sotirio tuvieron un éxito
inmediato entre la clientela romana, y pron-
to pudo realizar una de sus ambiciones.
En 1884 inauguró su primera joyería, en
la misma vía Sistina, dando inicio a la
que desde ese momento sería una de las
empresas de joyería y artículos de lujo más
prestigiosas del mundo.
El paso decisivo para arraigarse en este
privilegiado mercado era establecerse en
la vía Condotti, la calle que sigue siendo
sinónimo de exclusividad en Roma. En 1894
se mudó para el número 28 de esta vía y
en 1905 trasladó el negocio para el número
10, donde todavía sigue.
Pensando en atraer principalmente a los
turistas británicos y estadounidenses, Sotirio
L
H
sotirio bulgari
En foto de 1910
llamó a su nueva boutique Old Curiosity
Shop, como la novela de Charles Dickens.
En aquel entonces, Roma no se llenaba
tanto de turistas y de visitantes, y Sotirio
decidió abrir otras boutiques en las ciudades
más cosmopolitas de Europa, frecuenta-
das por la aristocracia internacional, dejan-
do encargados de ellas a algunos de sus
parientes. Él, por su parte, prefirió concen-
trarse en el negocio romano. Su amor por
“La Ciudad Eterna” y su admiración por
las culturas clásicas, la romana y la griega,
inspiraban sus creaciones.
Lo que se hereda…
Las primeras décadas del siglo XX fueron
de vital importancia para los descendientes
de Sotirio. Sus hijos Giorgio y Costantino,
que habían heredado de su padre el arte
y la pasión por la joyería, comenzaron a
desarrollar sofisticadas técnicas usando
piedras preciosas para crear piezas únicas.
En 1934, dos años después de la muerte
de Sotirio Bulgari, la boutique de la vía
Desde niño, su
fundador, Sotirio,
estaba destinado
a ser un vencedor
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