Los maestros deben detectar posibles víctimas de bullying preguntando a los padres sobre síntomas como dificultad para dormir o dolores físicos. También deben vigilar de cerca a los niños en lugares sin supervisión y revisar las paredes de los baños en busca de burlas escritas. Es importante hablar con los amigos cercanos de las posibles víctimas y agresores para obtener más información. Tanto el agresor como la víctima necesitan atención, por lo que los maestros deben ser conscientes de