1. Estudio de la cabeza humana
La palabra canon es sinónima de regla o precepto. En consecuencia, establecer un canon
para la cabeza humana significará fijar todas las condiciones que deben cumplirse para que
una cabeza de hombre o mujer esté dentro de unas normas de corrección naturalmente, un
canon tiene siempre el valor de lo genérico, pero no esperemos que se cumpla con exactitud
en todos los casos. El canon de proporciones para la cabeza humana, por ejemplo, nos
ofrece una guía muy fiable para dibujar rostros imaginarios y arquetípicos o para orientar los
primeros trazos de un retrato. Pero está claro que en muchos casos no podremos aplicarlo
matemáticamente.
El canon que actualmente aplicamos (no siempre ha sido el mismo) se fundamenta en la
distancia que separa la parte superior del cráneo (sin el cabello) del punto más bajo de la
barbilla, distancia que es igual a tres veces y media la altura de la frente, que es el módulo o
unidad del canon. Por sucesivas subdivisiones determinaremos todas las proporciones. Ob-
serve que una cabeza adulta, vista de frente, tiene una altura de tres módulos y medio y una
anchura de dos y medio. El primer módulo cubre la altura de la frente hasta el nivel de la
base de las cejas y el segundo señala la base de la nariz. Está claro que el entrecejo, la nariz
y la boca están sobre el eje vertical del canon, mientras que los ojos se sitúan sobre el eje
horizontal. En este canon hay muchos datos a observar y, naturalmente, a memorizar. Por
ejemplo:
• La altura de la oreja es de un módulo y sus puntos extremos coinciden con la línea de las
cejas (C) y la base de la nariz (E).
• La distancia que separa las cejas del centro de los ojos (C-D) es 1/4 del módulo.
• Dividiendo por la mitad, de la distancia E-G (un módulo), obtenemos la línea F que coinci-
de con la base del labio inferior.
Si bien es cierto que una cabeza normal difícilmente se ajustará del todo al canon, es muy
interesante saber que ciertas proporciones se cumplen prácticamente siempre.
Por ejemplo:
Se cumple que la distancia entre los ojos es siempre la de otro ojo, y se cumple también, con
bastante exactitud, que los tres módulos verticales cubren, sucesivamente, la frente, la nariz
y la distancia entre ella y la barbilla. También la relación entre la oreja y la nariz suele ser
general.
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2. Canon de proporciones
A
A. Nivel superior del cráneo.
B. Nacimiento del cabello.
C. Nivel de las cejas.
D. Situación de los ojos.
E. Base de la nariz.
F.Base del labio inferior.
G. Límite inferior de la barbilla.
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10. A la izquierda, canon para la cabeza de un niño (de 2 a 5 años), bastante distinto del que rige
para el adulto. Lo más notable es que son las cejas (y no los ojos) los elementos que coinciden
con la mitad de la altura de la cabeza.
La separación entre ojos es mayor que en el adulto. La frente es más amplia, con escaso cabello
tanto arriba como a los lados La nariz, respingona; las orejas,. más grandes: la barbilla
redonda, etc.
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11. Proporciones de la cabeza de bebé: primer año En el cráneo infantil ocurren
rápidos cambios desde el nacimiento hasta el primer o segundo año. En la infancia el
cráneo adopta su forma definitiva. La forma original se debe a presiones prenatales y al
grado de dureza del hueso. Después del nacimiento los huesos tienden a ajustarse a las
condiciones que les son impuestas, el crecimiento del cerebro. Los tipos raciales de
cráneo son heredados, pero el tipo individual se debe muchas veces a la casualidad.
EI cráneo en el bebé es mucho más grande en proporción a la cara que en el adulto. La
cara hasta las cejas ocupa un cuarto de toda la cabeza. Por eso los, ojos están debajo del
punto medio. Conviene para emplazar el rostro de bebé emplear los cuartos de punto. La
nariz, los ángulos de la boca y el mentón coinciden casi exactamente con esos puntos.
A medida que la cabeza del bebé se desarrolla, la cara se alarga en proporción al cráneo,
de cuyas resultas los ojos y las cejas se desplazan en altura. En realidad, el desarrollo del
maxilar inferior lo alarga hacia abajo, y la nariz y el maxilar superior igualmente se
prolongan. A causa de esos cambios los ojos del adulto, y aun del adolescente están en la
línea media de la cabeza. Importa saberlo porque el emplazamiento de los ojos en
relación con la línea media es la manera más exacta de establecer la edad de un niño. El
iris está completamente desarrollado en el bebé, y su tamaño no aumentará; por
consiguiente, los ojos parecen más chicos en el rostro adulto. No obstante, la abertura de
los párpados se ensancha, y así vemos una mayor parte del globo del ojo en el adulto que
en el niño.
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12. En los años segundo y tercero, los ojos están a mitad de camino de la parte superior del cuarto
espacio que he designado con el número 1.
La nariz y boca parecen también haber subido, y las cejas están también por encima de
la línea media. Ahora los labios tocan la base del tercer espacio. La oreja no llegó aún a
la línea media. Sin embargo, la cara llena los tres espacios: de la línea del pelo a las
cejas, de éstas a la base de la nariz, de la base de la nariz a la base del mentón. En
realidad estos tres espacios están aún condensados, y cada uno de ellos crecerá más.
Pero las proporciones se mantienen entre uno y otro mientras crecen. La oreja está aún
debajo de la línea media horizontal. Observad la línea dividida en tercios en la mitad
derecha del primer dibujo.
Facilita en bebés y niños emplear cuatro divisiones en vez de usar las tres divisiones de
la cara adulta. Aunque la cabeza es más pequeña, los espacios que hay entre los rasgos
son proporcionalmente más anchos. Los ojos están muy separados; el labio superior es
más largo; el espacio entre oreja y oreja parece muy ancho. Tendrás que luchar mucho
con estas proporciones para que un bebé tenga aspecto de bebé y no de viejito calvo. La
boca de bebé está más cerrada cuando se relaja. El labio superior se levanta en el medio
y por regla general es saliente. El mentón es pequeño y retraído, y muchas veces tiene
debajo un pliegue de gordura. Las orejas de bebé son muy diferentes, algunas muy
pequeñas y otras grandes. Generalmente son redondas y parecen gruesas comparadas
con la cara. Las cejas de bebé son claras y finas o casi transparentes. Se ven mejor en
los niños de pelo oscuro. La nariz es casi siempre pequeña y respingona y muy redonda.
El puente de la nariz es redondeado por no haber tenido tiempo para desarrollarse. Las
mejillas son amplias y llenas.
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