Este capítulo describe la caída de los Hijos de Dios, que se enamoraron de las hijas de los hombres y engendraron gigantes. Los caídos enseñaron a los humanos artes mágicas y corrompieron la Tierra. Se mencionan varios de los caídos por nombre y los pecados que enseñaron. Finalmente, se describe el poder del Nombre Sagrado de Dios que rige el universo.
1. EL LIBRO DE ENOC 3
CAPITULO IX - Caída de los Hijos de Dios - Los gigantes.
CAIDA DE LOS HIJOS DE DIOS.
LOS GIGANTES.
ENSEÑANZAS DE LOS CAIDOS Volver a Indice General Enoc 3
FUERTE Y PODEROSO
CAIDA DE LOS HIJOS DE DIOS.
(Comparar con 1 Enoc VI)
1. Escúchame, oh Hombre, óyeme en que manera has pecado, y como te alejaste de la Senda recta, la cual el Hijo de
Dios te mostró. En la mañana de la Tierra hubo belleza; En la mañana dorada de Los Ancianos, cuando la raza de
[1] [2]
mortales nace nuevamente, floreció como Árboles en verano.
2. Pero después que Los Hijos de la Tierra se habían multiplicado, y sus hijas parecieron hermosas a la vista, entonces
[3]
Los Hijos de los Cielos, miraron sobre ellas, y llegaron a enamorarse de aquellas bellas mujeres.
3. Relincharon como caballos.
4. Y se dijeron unos a otros, vayamos y de aquellas tomemos esposas para nosotros. ¿No somos los hijos elegidos?
¿Y no hacemos según lo que le parece bien a nuestro corazón?
5. Entonces debatieron si debiesen renunciar al mandamiento sagrado, pero resolvieron hacer así, y contraer
2. matrimonio con las hijas de aquellos que renunciaron a Dios.
6. Y su líder, Sam-Iaza, les dijo ¿No será que alguno de Uds. se arrepienta y abandonando su jefe traicioneramente,
llegue a suceder que yo solo sufra la muerte?
7. Pero ellos respondiendo le dijeron. Juramos y nos obligamos como uno en conjunta maldición, que no cambiaremos
de nuestro propósito, sino que haremos las cosas que hemos jurado hacer.
[4]
1. Y todos ellos hicieron juntos un juramento, y se obligaron así mismo como uno por mutua maldición y
descendieron, en número de doscientos sobre Ardath, la cual está cerca al Monte Ar.
LOS GIGANTES.
(Comparar con 1 Enoc VII)
2. Y las mujeres que tomaron dieron a luz Gigantes,
[5]
3. Hombres poderosos y terribles.
4. Y estos gigantes engendraron los Nefilim.
5. Y de los Nefilim nacieron los Eliudi.
6. Muy grande era su número.
ENSEÑANZAS DE LOS CAIDOS
(Comparar con 1 Enoc VIII; LXV:6-11, LXIX:1-16)
7. Y se enseñaron a sí mismos y a sus mujeres también,
8. Pociones, encantamientos y artes mágicas,
[6]
9. Y Todas las Cosas y pensamientos de Satanás.
[7]
17.10. Y Azael hizo espadas y pecheras,
11. Y fundió metales de la tierra,
12. Y fabricó para las mujeres oro y plata,
[8]
13. Que llevan adornos como las rameras.
14. Y a pulir piedras,
15. Y darle falso esplendor,
16. Y a usar colores como tinturas,
17. Y a violar las leyes de Dios,
18. Y pervertir todos los caminos de justicia,
19. La iniquidad se entalleció sobre la Tierra.
20. Y alimentaron odios en sus corazones,
21. E hicieron maldades con raíces de hierbas.
22. Y de aquellos que se contaminaron a sí mismos, Yakún desvió los hijos de los sacerdotes, y haciéndolos descender,
los guió para extraviarse entre los hijos e hijas de los infieles.
[9]
23. Y Aquél cuyo sobrenombre era Kesabela dio mal consejo a los hijos de los sacerdotes, y los llevó a corromper
sus mentes y cuerpos por emparentar con la generación del inicuo.
24. Y Aquél cuyo sobrenombre era Gader-Eli fue un fabricante de instrumentos de muerte; por su mano fueron dadas
estas cosas a los Hijos de la Tierra de allí para siempre.
32.25. Y Aquél cuyo sobrenombre era Penemue descubrió a los Hijos cosa dulces y amargas; él reveló misterios
[10] [11]
escondidos, y expuso escritos que no debían ser expuestos.
26. Y Aquél cuyo sobrenombre era Kasyadi reveló apariciones de Dioses y Espíritus; la Epifanía del Divino desde la
[12] [13]
Matriz, y del Puro que fue apartado de la Mordedura del Dragón, y la Manifestación en luz de esplendores, de
El Fiel, el hijo de Tebet. Él reveló la cifra sagrada Kebel, la cual El Supremo, que habita en majestad, hizo manifiesto
[14]
a sus propios Santos, y cuyo nombre también es Beka.
FUERTE Y PODEROSO
(Comparar con 1 Enoc LXIX:13-26)
27. Él divulgó Aquél eterno Nombre Santo, el cual no debía hacerse conocer a nadie, quebrando completamente su
[15]
juramento de poder, porque Fuerte y Poderoso fue ese convenio. Este el Sagrado Akao del Todopoderoso, con
lo cual los cielos se han sustentado siempre antes que las Tierras fueran formadas; el Akao que no debía ser
revelado.
28. Este es el Santo Nombre, con el que las Tierras fueron establecidas sobre la inundación; mientras las agitadas aguas
3. [16]
salían rápidas y desenfrenadamente de su oscuro y secreto lecho; con el que también los mares fueron
formados, y los fundamentos de los mares fueron puestos; por el que las Rocas fueron levantadas contra su ira. Las
Rocas que permanecen inalterables por siempre.
[17]
29. Este es el Akao que hace fuerte el Abismo, tal que permanece inmutable para siempre. Por este el Sol y la Luna
[18]
completan su marcha, no desviándose de curso designado.
[19]
Por este Nombre las estrellas ruedan y cuando sus nombres son llamados, ellas vienen y van, los vientos son
[20] [21] [22]
regidos, los truenos también, el Granizo, los Relámpagos y las estaciones.
[1]
Ver I:81
[2]
Ver III:117
[3]
Gén. 6:1,2
[4]
Hel. 6:21
[5]
Gén 6:4
[6]
Ver XV:1-23
[7]
1En. VIII:1
[8]
Ver XVIII:84-87; 1En.XCVIII:2; XCIV:8
[9]
Ver X:4, 6, 11; XI:2; XII:17, 20; XVI:172; XXIII:76; XXVI:96; XXVIII:131; 1En. X: 22
[10]
Vers.14-37; V:74; 1En.LXIV:2
[11]
Vers.34
[12]
Esdras III:48-55
[13]
Ver IV:5-7,21; V:47,55; VII:29; XIII:6,58,88; XX:81; XXI:12; XXII:37; XXV:57,103; XXVIII:73; XXX:113-160
[14]
Ver X:14
[15]
Vers. 36; III:98,121, V:110, VII:9, XIII:4, XV:33, XXI:41, XXIV:13, XXVI:34, XXX:145; 1En. I:4; XL:9; XLIX:2-3, LII:4, LXIX:15-16, 24; LXXXI:6;
LXXXIV: 2; CIII:1; 2En.XXIX:3; Esd. XII:47, XV:10,11; Adán VI; XXV:96, Job 9:19; Sal.24:8-9; 89:19; Prov. 23:11;Isa. 1:24, 28:2, 44:8; Miq. 2:13, 5:4,
6:4, 7:15; Nah. 2:3,; DyC 85:7, 103:15-18; Mos. 14:12; 2Ne. 3:5,24, 20:34; 3Ne. 21:11
[16]
Vers.35-36; XXX:97-112
[17]
Ver IV:3
[18]
Ver IV:39
[19]
DyC 88:45
[20]
Ver XXIX:73
[21]
Ver IV:34
[22]
Ver V:56,69