El documento expresa el apoyo de los apoderados a las medidas adoptadas por los estudiantes de la Universidad Central de Chile ante las irregularidades en la incorporación de un nuevo socio estratégico llamado Norte-Sur. Esta incorporación ha generado incertidumbre en el estudiantado y profesores, y ha llevado a los estudiantes a realizar manifestaciones, paros y tomas pacíficas. Los apoderados rechazan también los actos de violencia del rector Ignacio Larraechea contra los estudiantes los días 28 y 29 de abril.