Krispy Kreme tuvo un éxito inicial en las décadas de 1930 a 1980 siguiendo una estrategia de controlar todo el proceso de producción y entregar donas frescas a los clientes. Sin embargo, cambios en la década de 1990 como expansión rápida, deudas y manipulación financiera llevaron a la empresa a problemas. Ahora Krispy Kreme necesita retomar su enfoque original, cerrar tiendas no rentables, y desarrollar nuevos productos para recuperar su competitividad.