El señor Marcelo Castro Rivera comenzó vendiendo huevos y naranjas en 1983 y luego empezó a preparar ceviches los fines de semana para sus amigos desde un pequeño local. La demanda creció rápidamente y trasladó el negocio a su casa, donde instaló mesas en el garaje y comenzó a vender al público. Dos años después compró un terreno y abrió un segundo local, luego una cevichería en un centro comercial. Actualmente tiene 37 locales en varias ciudades del Ecuador.