La cerámica griega incluye vasijas que se utilizaban en la vida cotidiana y que ahora son los únicos ejemplos de pintura griega que se conservan. Estas vasijas se clasifican en cinco grupos según su finalidad: para contener líquidos, para beber, con fines funerarios, para perfumes y afeites, y para el culto. La decoración de las vasijas evolucionó de motivos geométricos a representaciones figurativas de escenas mitológicas y de la vida diaria que informan sobre la cultura griega